«La covid-19 nos ha hecho dar lo mejor de nosotros mismos»

Si hay un término que se ha utilizado constantemente durante la pandemia es el de estar en primera fila. Utilizando el símil bélico podría decirse que el colectivo de Enfermería ha estado en primera fila de esa primera fila, a quemarropa, ya que su papel dentro del engranaje de la sanidad es, por definición el más directo y cercano. El 13 de marzo España vivía su primera jornada en estado de alarma y cientos de profesionales se enfrentaban a un reto nunca antes vivido. Y tenían que hacerlo con fortaleza pero sin perder ni un ápice de la sensibilidad que implican los ciudados de Enfermería, profesionales cuyos rostros son en muchas ocasiones la cara más visible de la sanidad.

Raquel Rodríguez es la presidenta del Colegio de Enfermería de Cáceres y el pasado jueves destacaba la importancia de la visibilidad del colectivo que dan los medios de comunicación, por lo que agradecía la distinción de este diario. «Nuestra profesión tiene un componente fundamental de información y comunicación, no solamente con los pacientes sino con sus familias y con la población en general, nosotros establecemos un diálogo permanente con la sociedad a través de medios como el HOY», explica Rodríguez.

La representante de los enfermeros de la provincia (3.600 que en un 90% son del género femenino) destaca que durante la pandemia, en la línea de lo que es su trabajo habitual, les ha tocado estar cerca de los enfermos en los últimos momentos de su vida, con personas que «desgraciadamente no tenían cerca a nadie de su familia». «La covid-19 nos ha dado la oportunidad de poner a prueba no solo al sistema sanitario, sino también a las enfermeras y enfermeros, que hemos dado lo mejor de nosotros mismos para garantizar unos cuidados ante una enfermedad compleja, desconocida, de alto riesgo, la Enfermería da humanidad y da aliento y compañía, porque como dice la enfermera Colliere podemos vivir sin curación, pero lo que no podemos vivir es sin cuidados». Rodríguez señala que esta profesión, que se desarrolla en el cuerpo a cuerpo, requiere «compromiso y solidaridad, por eso es una profesión hermosa pero que tiene muchas dificultades».

En época de muchos premios Rodríguez siente que la sociedad ha sabido agradecer el trabajo hecho, y que todos los reconocimientos que les están dando ahora «son premios compartidos con la sociedad y con la población en general porque el cuidado es una simbiosis, nosotros damos cuidados y ellos tienen su recuperación y nos tienen siempre al lado, hay una relación de empatía que se ha hecho siempre a lo largo de la historia».

Recuerda que el Colegio de Enfermería de Cáceres lleva 100 años trabajando en la provincia (el año pasado se celebró esta efemérides) y que durante este tiempo han tenido que enfrentarse a situaciones complejas, muchos cambios políticos, aunque nunca a algo parecido a esta pandemia. «Esto ha desbordado a la profesión, pero nunca hemos perdido esa visión de los cuidados con nuestros conocimientos científicos y nuestra adaptación a las dificultades». Considera que la adaptación que han tenido que hacer los profesionales de la Enfermería ha ido a la par con la de la propia sociedad.

Esta profesional no duda de que la irrupción de la covid-19 ha supuesto «un antes y un después». «Tenemos un conocimiento científico potente y todos los mecanismos para dar los mejores cuidados, pero de repente la vida nos sorprende porque los cuidados evolucionan, es algo que hay que tener en cuenta desde los colegios, desde la Universidad y desde el ámbito social». Una vez superada la covid-19 su marca en el sistema sanitario va a ser ineludible. «En cinco, seis o 10 años, en todo lo que se refiere a prevención y promoción de la salud la covid-19 nos va a poner en una situación muy diferente, todas las enfermeras hemos hecho una reflexión profunda de lo que es nuestra profesión, porque a veces estamos en nuestra vida cotidiana y no nos damos cuenta, pero esto ha sido un punto de inflexión».

La situación sigue siendo muy delicada pero, tal y como señala Raquel Rodríguez, ya se ha producido una adaptación de los profesionales. A pesar de los riesgos que ha implicado el trabajo directo con positivos por covid-19 no ha habido que lamentar el fallecimiento de ningún enfermero. «Sentimos mucho los fallecimientos de compañeros en el resto de España y sufrimos por la población en general, porque el que más o el que menos tenido familiares o amigos afectados y cerca de la muerte han estado las enfermeras en residencias y en hospitales». El hecho de que la mayor parte de las profesionales de Enfermería sean mujeres ha influido para bien, a juicio de Rodríguez en la «capacidad de adaptación, de lucha, de entrega y de sacrificio, ya que somos cuidadoras natas y no hemos desfallecido, es una profesión muy valiente». Con una tasa de paro prácticamente inexistente, el sistema sanitario demanda esta figura. Rodríguez es muy consciente de que esto no ha terminado, que queda mucho por delante.

El colegio de Enfermeros de Badajoz (3.800 colegiados) lo preside Carlos Tardío, que también defiende el papel de cercanía y de presencia «24 horas» del colectivo que representa. Tardío resalta el hecho de que el «82%» de las plantillas de Enfermería esté compuesto por mujeres. Eso supone que «después de estar en planta con pacientes con covid-19 se tienen que ir a casa, y por mucho que extremen las precauciones, en su mayor parte tienen que seguir brindando cuidados y poner en riesgo a su familia», subraya. A lo largo de la pandemia muchas enfermeras han tenido que cambiar su forma de vida e incluso aislarse de sus seres queridos para evitar una posible transmisión de la covid-19 Durante los meses más duros hubo profesionales que buscaron alojamientos aparte o que ocupaban solamente una parte de su casa.

Tardío cree que más que héroes, el colectivo de Enfermería son personas que han elegido una profesión. «Sabíamos que íbamos a estar con personas con una enfermedad, sabemos lo que elegimos, ni héroes ni nada, tenemos que hacerlo, yo no me considero un héroe».

Para el presidente del Colegio de Enfermeros de Badajoz es llamativo el hecho de que se hayan contagiado más médicos durante la pandemia que enfermeros. «Aquí no tenemos constancia de que haya fallecido ningún enfermero, a pesar de lo cerca que estamos, quizás hay que pensar que hemos tenido más capacidad de respuesta».

Durante la pandemia ha tomado relevancia la figura de la enfermera de residencia, un papel que, a juicio de Tardío, se ve en ocasiones desplazado por el perfil de la auxiliar, más numeroso. Según el presidente de los enfermeros de Badajoz estas profesionales deberían imponer su criterio profesional.

Por otro lado Tardío respalda que se garantice la especialización de los enfermeros en su práctica diaria. «Hablamos de enfermeros especialistas en geriatría, en cuidados intensivos, en cuidados coronarios, la sociedad ganaría mucho si atendieran especialistas, cuando hay un hueco entra alguien que no es de esa especialidad, va alguien de no sé que planta o alguien al que han hecho un nombramiento eventual que sirve para todo, lo ideal sería que nos atendiera esa figura, me preocupa que nadie hable de modificar la ley de ordenación de la profesión sanitaria».