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El tren extremeño reduce a la mitad sus averías pero va más vacío

El tren extremeño reduce a la mitad sus averías pero va más vacío

A pesar de ser más fiable sigue pesando una mala fama ganada a pulso que se vio coronada con lo que ocurrió nada más empezar este año

Antonio J. Armero

Cáceres

Domingo, 29 de diciembre 2019, 08:55

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Cuenta Miguel Fuentes, que del ferrocarril sabe un rato, algo que le ocurrió este mismo año y que a alguno le costará creer. Se subió al tren en la región para ir a Madrid, y en Leganés le tocó estar parado unos minutos porque llegaron antes de la hora y había que esperar a quienes quisieran subirse a la máquina en esa estación. Un tren extremeño circulando con adelanto suena a broma, a meme de Twitter y Facebook, gracias a décadas y décadas abonando el terreno a base de averías y retrasos. Una mala fama ganada a pulso que se vio coronada con lo que ocurrió nada más empezar este año que apura sus días.

Unas diez horas habían transcurrido de 2019 cuando en la región se estropeó un tren. Fue el Talgo que sale de Badajoz a las 8.45 horas con destino a Atocha. No había llegado a Mérida y ya renqueaba. El imprevisto –que dado el catálogo de antecedentes quizás no lo fue tanto– generó un retraso de 37 minutos que enervó a los que esperaban en Cáceres hasta el punto de que la Policía Nacional tuvo que acudir a la estación para mediar entre pasajeros cabreados y un trabajador de Renfe. Nueve horas más tarde, otro incidente. El tren que salió a las 17.18 horas también desde Badajoz se averió también en Mérida. La compañía llevó a los pasajeros a otra máquina, que hincó la rodilla a tres kilómetros de Navalmoral de la Mata, donde permaneció detenido sin luz ni calefacción.

El año pasado hubo casi 300 incidencias y en este, 108. El motivo principal del cambio, coinciden dos expertos, es la sustitución de los trenes 598 por los 599

Los episodios colocaron al tren extremeño en todos los telediarios de España, y como diluviaba sobre encharcado, se desató una cadena de consecuencias. El 2 de enero, Guillermo Fernández Vara habló por teléfono con Pedro Sánchez y con José Luis Ábalos, ministro de Fomento. Y el director general de Transportes de la Junta, José González, juntó en la misma frase las palabras «Renfe» e «inútiles», pronunciadas durante una comparecencia en la que calificó la gestión como «lamentable y horrible». En las semanas siguientes, el PP abandonó el Pacto por el Ferrocarril y llevó el asunto al Senado, Vara se reunió en Madrid con José Luis Ábalos, y este último compareció en el Congreso para hablar sobre el asunto. En definitiva, aquellas dos averías del 1 de enero de 2019 fueron la gota que colmó el vaso, la espita que acabó por dar a conocer en España las vergüenzas del tren extremeño. A punto de cumplirse un año de aquello, la radiografía al servicio ferroviario en la comunidad presenta luces y sombras. El tren de hoy se estropea menos –aunque el pasado día 21 se repitieron las fotos de un tren con goteras– y no se retrasa tanto, pero va más vacío.

«En este año, el servicio ha mejorado notablemente». Lo dice Juan Carlos López Duque, que no es sospechoso de complacencia con el tren extremeño. Es el portavoz de Milana Bonita, la plataforma ciudadana nacida en Plasencia que lleva años denunciando las miserias del servicio ferroviario regional. En el último mes, López ha ido de Plasencia a Madrid en tren seis veces, y aunque el último viaje fue un desastre –«olor a aceite todo el camino, baños averiados, puertas que no se cerraban...», detalla–, su balance general es claramente positivo. «Lo he hablado con otros usuarios –añade– y coinciden en la mejoría».

Su diagnóstico lo refrendan también los datos oficiales. De enero a octubre del año pasado se registraron 296 incidencias derivadas de averías en el material rodante, de gestiones de Renfe o de problemas en las infraestructuras. En el mismo periodo de este año fueron 108. Es decir, han disminuido un 63%, según las cifras de la Consejería de Movilidad, Transporte y Vivienda. Los que aporta Renfe son similares: en los primeros diez meses del año pasado hubo 91 incidencias achacables a sus máquinas y que generaron más de media hora de demora o la cancelación del servicio. Este año han sido 45, lo que equivale a una reducción del 49%. También ha habido una evolución positiva en puntualidad. Entre enero y octubre del año pasado, llegaron con menos de cinco minutos de retraso el 62% de los trenes. En el mismo periodo del presente ejercicio, el 85%. O sea, un avance de 23 puntos, o si se prefiere, del 37%.

HOY

El dato negativo

La cara b de este repaso en datos al último año del ferrocarril en la región son los viajeros. 370.527 se subieron o bajaron a algún vagón en las estaciones de Badajoz, Cáceres y Mérida entre enero y septiembre de 2018. En las mismas fechas de este ejercicio han sido 333.772. O sea, un diez por ciento menos, según los datos facilitados por Comisiones Obreras en Extremadura.

Su responsable del sector ferroviario, Miguel Fuentes, considera la cifra «preocupante». «Yo creo –argumenta– que en el ADN del extremeño está grabado que nuestro tren es malo, y la gente ya no lo usa pese a la evidente mejoría». «La causa principal de este progreso –continúa– es la sustitución de los trenes modelo S-598 por los S-599, que tienen la mitad de tiempo y la mitad de kilómetros, lo que les convierte en más fiables porque se averían menos». Y él añade otro factor: el Pacto social y político por el ferrocarril, que este año se ha reunido dos veces (en enero y en noviembre). «Antes de que se formara, aquí estaba todo manga por hombro –asegura Fuentes–. Ahora, con el Pacto, los jefes de una y otra compañía vienen a la región dos veces al año, y esto nos ha permitido plantearles a la cara lo inaceptable de que un tren eche a arder, por ejemplo. Y nos ha permitido también tener un calendario de actuaciones». «Más aún –puntualiza el responsable sindical–: la doble vía y la electrificación no estaban previstas cuando se diseñó el nuevo tren para la región, y se han conseguido gracias al Pacto».

«Ha habido mejoras pero el servicio sigue siendo poco competitivo»

LEIRE IGLESIAS, CONSEJERA

«He ido 6 veces a Madrid en el último mes, y la mejora es notable»

J. CARLOS LÓPEZ, MILANA BONITA

«Creo que ya ha llegado el momento de dejar el tono negativo»

EDUARDO VILLAR, RENFE

«Gracias al Pacto se ha conseguido la doble vía y la electrificación»

MIGUEL FUENTES, CCOO

Para Renfe, el avance en puntualidad e incidencias tiene varias causas. «La sustitución de los 598 por los 599, el plan de fiabilidad del material con medidas correctoras como la implantación de nuevos puntos de asistencia mecánica y la presencia de mecánicos en los trenes, y también gracias a medidas preventivas como la sustitución de motores, la disposición de material de reserva en Mérida y Cáceres, la adaptación de los gráficos de explotación a las necesidades de mantenimiento o la revisión de protocolos de actuación en caso de incendios».

Que la renovación de las máquinas ha sido un factor clave se constata también al leer la prensa del Campo de Gibraltar, que es la zona de España que ha heredado algunas de esas máquinas que estaban en la región. 'Los trenes de Extremadura' les llaman allí, donde ya conocen sus taras, que también han generado primero averías, luego más averías y más tarde manifestaciones ciudadanas (unas dos mil personas en Algeciras el pasado 10 de octubre, según varios medios de la zona). El 598 ya solo se ve por Extremadura «coyunturalmente», explica Renfe. «Por necesidades de rotación –añade– y para que el personal de conducción mantenga su acreditación en esos modelos».

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Uno de esos 598 repudiados ahora por andaluces y antes por extremeños lo estrenó en el año 2005 Ángel Caballero, entonces director general de Transportes de la Junta de Extremadura. «Era la primera vez que le quitábamos los plásticos a un tren en la región desde el año 1866», asegura Caballero, que preside la Asociación de Amigos del Ferrocarril de Extremadura. «En el último año –recapitula–, nuestro tren ha experimentado una mejora sustancial gracias a la llegada de los 599 y a las obras en las infraestructuras, que han permitido eliminar limitaciones de velocidad y por tanto, mejorar los tiempos de viaje».

Esto último ha ocurrido en 22 rutas, en las que los trayectos se han recortado entre 5 y 25 minutos. En concreto, ir de Cáceres a Sevilla son 22 minutos menos que hace un año, y de Badajoz a Madrid, 19 menos. «Hemos avanzado, pero es que la situación que teníamos era insostenible», reflexiona Caballero, partidario de «seguir reivindicando, porque si no pedimos, no nos darán».

Para Leire Iglesias, consejera de Movilidad, Transporte y Vivienda, el Pacto «ha permitido adoptar decisiones importantes que han supuesto mejoras como la indiscutible disminución del número de incidencias, el aumento de la puntualidad, las mejoras de información al pasaje o de las capacidades de reparación, cambio de trenes más solventes y más cómodos, disminución de los tiempos de viaje o actuaciones en la red convencional». «Reconocemos este esfuerzo y el cumplimiento de los acuerdos que emanan del Pacto –añade–, pero no es suficiente aún, no nos conformamos. El servicio sigue siendo poco competitivo, no es el que queremos y merecemos tener. Se han arreglado los trenes del siglo XIX, pero aspiramos a tener trenes del siglo XXI».

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Para Eduardo Villar, que el pasado noviembre cumplió un año como coordinador del sistema ferroviario en Extremadura, la mejoría «es consecuencia de la batería de medidas puesta en marcha». «Hemos cambiado 40 motores y también los softwares –detalla–, llevamos un mecánico en cada tren y tenemos 11 máquinas modelo 599, que son más fiables, cómodos y potentes que las 598». «Tener una puntualidad del 85% significa estar por encima de la media española», abunda Villar, que añade que «esa cifra es muy difícil ya de mejorar teniendo vía única». Además, el coordinador adelanta que el taller de Badajoz estará listo «en mayo o junio, y supondrá otro paso adelante importante, porque hará que no sea necesario llevar los trenes a Madrid para las revisiones que pasan cada 5.000 kilómetros».

En cuanto al descenso en el número de viajeros, Villar concreta que «el episodio del inicio de año, que fue una incidencia aislada, hizo mucho daño». «La pérdida de viajeros fue drástica desde entonces y hasta mayo. En ese mes funcionó muy bien el plan alternativo que diseñamos ante el corte de vía entre Humanes y Talavera. A partir de junio empezamos a recuperar viajeros, y el año se cerrará con una pérdida aproximada del 8%». Por último, el coordinador hace una reflexión. «Con la plataforma que tenemos, es poco menos que imposible ofrecer un servicio mejor del que ya damos. Los datos objetivos son claros. Estamos muy por encima de la media nacional. Creo que ha llegado el momento de dejar el tono negativo al hablar del tren extremeño».

Falta un ramal para acabar la plataforma Plasencia-Badajoz

La plataforma del tren rápido entre Plasencia y Badajoz está totalmente terminada, a excepción del ramal de conexión al sur de Cáceres. Así lo asegura Adif a este diario. La empresa pública añade que en este tramo que queda «los ritmos de trabajo programados se han visto alterados por las copiosas lluvias caídas en Cáceres en las dos últimas semanas de noviembre, por lo que el grueso de las obras concluirá a finales de año y se realizarán los últimos remates y ajustes a principios de enero, si no se produce ningún imprevisto».

Más al norte, Adif incide en que se han licitado todos los tramos de la plataforma entre Navalmoral de la Mata y Plasencia a excepción del tramo Arroyo de Santa María-Navalmoral de la Mata, que se encuentra en fase de redacción de proyecto.

Mientras tanto, la vía ya está totalmente montada entre Badajoz y Mérida, entre la capital autonómica y Cáceres y desde aquí hasta Plasencia, a excepción de los dos ramales de conexión que suponen 4,2 kilómetros y de una parte de la segunda vía del túnel de Santa Marina. «Los trabajos concluirán, si no se producen imprevistos, en enero», promete Adif, que añade «una vez concluidas las obras de vía y plataforma entre Plasencia y Badajoz, en 2020 se iniciará la fase de pruebas, al mismo tiempo que se desarrollan las obras de duplicación de vía entre Cáceres y Mérida, ya adjudicadas, y las de electrificación, que se iniciaron en septiembre en el trayecto Plasencia-bifurcación Peñas Blancas, a unos 15 kilómetros al norte de Mérida».

También ahora se está procediendo a realizar los trabajos de izado de postes para catenaria en el entorno de Carmonita, entre Mérida y Cáceres. Y continúa ejecutándose el contrato de instalaciones de señalización y comunicaciones: entre Cáceres y Badajoz la obra civil está prácticamente concluida, y entre Plasencia y Cáceres los trabajos se iniciaron en julio.

Electrificación

Por otro lado, Adif ya ha puesto en marcha el proceso para poder licitar la electrificación del tramo que queda, el comprendido entre Mérida (Peñas Blancas) y Badajoz, que requiere de tramitación ambiental.

Las obras de remodelación de los edificios de las estaciones de Badajoz, Plasencia, Cáceres y Mérida están en marcha, y está previsto finalizarlos en 2020.

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