Tensión e insultos graves en las concentraciones de la ultraderecha ante las sedes socialistas

En Badajoz a la hora de la convocatoria (13.00 horas) ante la sede del PSOE en Ronda del Pilar solo había unas 200 personas. Finalmente fueron el triple, pero se retrasaron porque venían de la manifestación del PP y hubo importantes atascos de tráfico.

Entre los asistentes hubo muchas banderas españolas y de Revuelta, la plataforma convocante, aunque los propios asistentes se identifican como votantes de Vox. A diferencia de la concentración popular, los insultos al Gobierno fueron constantes con lenguaje malsonante. También gritaron contra la prensa.

El líder de Vox en Extremadura, Ángel Pelayo, estuvo presente. «Hemos estado en la concentración convocada por el PP, pero también aquí para denunciar que Pedro Sánchez está llevando a cabo un golpe», dijo.

Con la llegada de más asistentes, los manifestantes fueron rodeando a la Policía Nacional y los agentes se colocaron los casco protectores, lo que no gustó a los concentrados. Hubo algunos conatos para cortar el tráfico, pero la policía logró controlar la situación cediendo uno de los carriles a los que protestaban. Finalmente la Policía Local cortó la calle, pero fue el momento en el que los manifestantes ya comenzaban a dispersarse.

En Cáceres, tras el acto convocado por el PP, que colapsó Cánovas, una parte de los manifestantes acudieron a la cita convocada por Vox en la puerta de la sede del PSOE de la Plaza de Noruega. Allí el tono de la reivindicación se volvió más agresivo. «Perro Sánchez, a la puta calle», «que te vote Txapote», o «No es una sede, es un puticlub» eran algunas de las frases que proferían los aproximadamente 500 participantes en esta concentración, 1.000 según la organización. También botaban al ritmo de «socialista el que no vote».

«Socialistas, puteros y golpistas», «Sánchez, traidor, Marlaska, maricón», podía escucharse delante de la sede socialista, separada a una considerable distancia con vallas y fuerte presencia policial de los manifestantes, que pedían a los agentes que se unieran a las protestas. El coordinador regional de Vox condenó la violencia verbal de ese tipo de manifestaciones. «Me gustaría que no se dijeran esas consignas», indicó, aunque justificaba que «no podía entrar» en la cabeza de las personas que mostraban su indignación contra el pacto con los independentistas.

«Protestamos contra una amnistía que a nuestro juicio va a consagrar españoles de primera, de segunda y de tercera como seremos los Extremeños, son unas negociaciones con delincuentes y terroristas imputados que lo que va a derogar de facto es la igualdad entre todos los españoles», abundaba Fernández, que señalaba, que más allá de las siglas, hay que buscar «la unidad de España». Por eso habían acudido primero a la concentración de Cánovas y después a la plaza de Noruega, «que es un sitio como otro cualquiera».

Las pancartas también abundaban en esta concentración. En una de ellas podía verse una fotografía de Pedro Sánchez con una alargada nariz tipo Pinocho y con el lema «Cuidado con el perro». En otra, una simple cartulina verde con letras rojas un hombre había escrito: «Pija comunista del cohete, vete, vete con ET». Personas de todas las edades se concentraron en este punto de la ciudad, en donde también llovió. Un grupo de jóvenes de 16 años que portaban banderas de España de distintos tamaños justificaban su presencia en esta convocatoria pensando en su futuro. «No nos fiamos de Pedro Sánchez». Hacia la una y media del mediodía esta movilización empezó a dispersarse. «Justo ahora que nos vamos, sale el sol» se lamentaba un participante con bandera en cuello.