Rescates de altura en Extremadura

Lo que en un principio iba a ser una divertida y emocionante excursión de cuatro jóvenes por la conocida ruta de la sierra de Trabuquete, próxima a la localidad cacereña de Guijo de Santa Bárbara, en las estribaciones del Sistema Central, acabó convirtiéndose en una pesadilla. Estos jóvenes, que apenas superaban los 20 años, tuvieron que ser rescatados por la Guardia Civil el pasado mes de enero.

Los jóvenes, según relatan los agentes, emprendieron ese día la marcha «sin adoptar las medidas de seguridad que le permitieran hacer el recorrido de manera óptima. Su vestimenta y calzado tampoco eran los más adecuados. Y, además, habían abandonado la senda marcada». Esta circunstancia dificultó mucho las tareas de búsqueda y localización.

Tras recibirse una llamada en la central operativa de se vicios de la Comandancia de la Guardia Civil, que alertó de la situación en la que se encontraban los jóvenes, esta desplazó hasta el lugar a los agentes de la unidad de seguridad ciudadana de Jarandilla de la Vera, perfectos conocedores del terreno. Rápidamente se pusieron en contacto telefónico con los extraviados para conseguir su localización, que se hizo más difícil debido a que los jóvenes habían abandonado el camino. Estaban deambulando campo a través.

Una vez en el inicio de la ruta, donde ya había oscurecido y se levantó niebla, los agentes abandonaron el vehículo oficial e iniciaron la ruta a pie. Cada diez minutos realizaban llamadas telefónicas que les sirvieran para acercar posiciones con los jóvenes a la vez que tranquilizarlos.

Sobre las nueve de la noche, tras hora y media de subida, los guardias civiles consiguieron localizar a los cuatro jóvenes (tres chicos y una chica, vecinos de Cáceres y Badajoz). Por suerte, estaban en perfectas condiciones, aunque algo asustados.

Este es solo uno de los rescates de personas que el equipo de Montaña de la Guardia Civil de Cáceres ha llevado a cabo durante este año. Concretamente, en lo que va de 2018, han participado en un total de siete operaciones en las que se ha ayudado a 14 personas que se encontraban, aunque en diferentes circunstancias, en situaciones difíciles.

Este grupo especializado de agentes participa tanto en rescates en montaña (senderistas y barranquistas) o en los ríos, como en casos de personas perdidas, generalmente de avanzada edad.

Declaran que, por regla general, la mayoría de los rescates que se realizan en la provincia de Cáceres son en montaña. Una de las causas de que el número de intervenciones sea alto es que muchos se piensan que para practicar este tipo de actividades, como el senderismo, «no se requiere una especial cualificación técnica. Pero las dificultades vienen debido a la falta de preparación técnica, física y de planificación. Nunca se deben sobrestimar nuestras posibilidades ni subestimar las condiciones de la montaña».

En relación al protocolo de actuación, este equipo especializado de la Guardia Civil relata que, tan pronto se recibe aviso en la central operativa de la Comandancia, a través del teléfono de emergencias 062, y como en esos momentos se desconoce la gravedad del incidente, los primeros que suelen movilizarse son los agentes de seguridad ciudadana de la Guardia Civil.

Están desplegados por las poblaciones de todo el territorio nacional y son quienes se desplazan hasta el lugar del accidente. Tras valorar la situación la comunican de nuevo a la central 062. Es entonces cuando se actúa de acuerdo al incidente que haya pasado. Ya sea un rescate de personas por ellos mismos, el aviso a personal médico o llevando a cabo la movilización de los equipos especializados en rescate e intervención de montaña si fuera necesario. A ellos se acude en el caso de que haya una dificultad para acceder al lugar o si la situación es realmente grave.

Los medios empleados «serán todos aquellos que sean necesarios para llevar a cabo el rescate o la intervención de la manera más rápida y a la vez segura, tanto para el propio ciudadano que precisa de la asistencia como para el resto de personal que interviene en el rescate».

En caso de que se produzca un accidente, se debe dar aviso al grupo de rescate de la Guardia Civil con los siguientes datos: ¿qué ha ocurrido? ¿cuándo? ¿dónde?, estado en el que se encuentra la víctima, localización lo más exacta posible del lugar, meteorología de la zona, personal disponible para ayudar al grupo de rescate, material del que se dispone y facilitar todos los teléfonos del personal que se encuentra con la víctima para poder contactar.

También hay que resguardar a la víctima y proporcionarle los primeros auxilios. Si se va a hacer uso del helicóptero, limpiar la zona de objetos que puedan salir volando y engancharse al rotor.

Si ocurre un desafortunado accidente en alguna de estas situaciones, la Guardia Civil pide ante todo paciencia. «Para quien espera la ayuda el tiempo correrá lentamente, mientras para el grupo de rescate lo hará rápido».

En el caso de que haya presente un helicóptero en la zona, la persona podrá hacer señales para indicar si necesita o no ayuda. Deberá ponerse con los dos brazos estirados hacia arriba (que formen con el cuerpo una Y) en el caso de que necesite ayuda. Si no la precisa, deberá poner un brazo hacia arriba y otro hacia abajo, que queden en diagonal. Y se deberá llevar un chaleco reflectante en la mochila para hacerse ver en caso de necesitar asistencia.

La orografía de la provincia de Badajoz no tan escarpada y llena de gargantas y barrancos como la de Cáceres, hace que los rescates de la Guardia Civil sean menos en estos parajes. Aunque sí que se han dado al menos cinco casos de tener que recoger a personas que se encontraban en una situación apurada.

La Comandancia de la Guardia Civil de Badajoz recuerda el caso de un hombre de 93 años, vecino de la localidad pacense de Lobón que el pasado 12 de marzo se despistó cuando paseaba por las inmediaciones del pueblo. Inmediatamente se puso en marcha un dispositivo, que contó con una gran participación ciudadana.

Fue un familiar del desaparecido quien dio la voz de alarma al percatarse de que su tío no regresó a su domicilio del paseo matinal que realiza todos los días.

Tras su localización, aislado y desorientado en un paraje abrupto del pueblo, tuvo que ser evacuado por la Guardia Civil.

Otro caso en el que intervinieron los agentes, en este caso en la zona de San Vicente de Alcántara, fue en el de un hombre de 92 años de la localidad portuguesa de Urra. Familiares del desaparecido denunciaron su desaparición en dependencias de la Guarda Nacional Republicana de Portalegre (Portugal).

Gracias también a la colaboración ciudadana, fue localizado en las inmediaciones de las vías férreas de San Vicente de Alcántara, en estado de shock y desorientado. Según sus familiares, el hombre había cogido su coche para echarle gasolina y no regresó a su casa. Lo encontraron a 25 kilómetros de su hogar.

Las últimas intervenciones en las que han participado varias patrullas de la Guardia Civil de la provincia de Badajoz han sido en el rescate de una pareja que sufrió heridas de diversa consideración al caer a una zona de difícil acceso del castillo de Alange a mediados de agosto. O en la búsqueda de un hombre de 57 años de Oliva de la Frontera, cuyos familiares denunciaron su desaparición a mitad de agosto. Días después volvió a su domicilio por su propio pie y en buen estado.

Cuando se recibe un aviso siempre se tiene que hacer una valoración para saber si la búsqueda de la persona extraviada debe encaminarse a un despiste, a una acción voluntaria o forzada. En cada caso, se actúa de una forma. Aunque siempre con el fin de encontrarla cuanto antes.

Existe un documento confeccionado por la Guardia Civil que incluye varias prevenciones y algunas actuaciones que se tienen que seguir en caso de registrarse algún accidente en la montaña.

Entre otros consejos y recomendaciones que dan los agentes a los amantes del riesgo o a las personas que les guste la aventura está la de procurar conocer con antelación el medio en uno se va a mover. No ir solo a la montaña. Ir en grupo de, como mínimo, tres miembros. Eso es primordial. También dejar dicho a alguien dónde se va, informarse de las condiciones meteorológicas, asegurarse de que se lleva el equipo adecuado a la actividad, no sobrestimar las posibilidades de cada uno y llevar teléfono móvil o emisora en la red REMER (146,175 Mhzs).

Si no se está seguro de la ruta que hay que seguir, se puede contratar a un guía profesional. Y hay que intentar no empezar tarde y planificar el horario con margen de seguridad.

Una buena idea que aportan los agentes es federarse en alguno de los clubes de montaña. En ellos se pueden adquirir conocimientos sobre cómo moverse en el medio y técnicas para aumentar su seguridad.

También sería bueno tener conocimientos en primeros auxilios, mantener la preparación física adecuada e incluir siempre en el equipo una linterna, impermeable, manta térmica... Eso, aunque esté anunciado buen tiempo y no se tenga previsto finalizar de noche.

Aconsejan también que si el estado de ánimo no es el más adecuado o no se está predispuesto no hay que emprender actividades de cierta complejidad técnica.

«Recuerda que tienes que sobrevivir por tus propios medios hasta que llegue la ayuda», insiste la Guardia Civil.

En cuanto a medidas de prevención a tomar en los barrancos, la Guardia Civil aconseja identificar las vías de escape del barranco para caso de accidentes o crecidas. En el caso de que existan presas en la parte superior de la actividad informarse de las horas de apertura, utilizar ropa isotérmica, como el neopreno, y llevar calzado adecuado como saca, casco, arnés, cabos de anclaje y descendedor, además de navaja y silbato. Tener una predicción meteorológica fiable también es fundamental.

Como en los barrancos no suele haber cobertura de móvil, la actividad no debe ser realizada por menos de tres personas. Así, en caso de accidente, mientras uno sale a dar el aviso, el otro auxilia a la víctima.

Tampoco hay que saltar a pozas de agua sin asegurarse de que no hay obstáculos o corrientes peligrosas, hay que establecer un código de señales entre los miembros del grupo para comunicarse entre el ruido que se forma con la corriente de agua y tener en cuenta que la cuerda deberá tener una longitud igual al doble del rápel de mayor desnivel que tenga el barranco. No es mala idea llevar una cuerda auxiliar en la saca para situaciones de auxilio y comprobar los puntos de anclaje.

También es aconsejable llevar en el equipo material de instalación (burilador, spits, placas y cordinos) por si hay que sustituir los anclajes.

Siguiendo todas estas recomendaciones no tendría que surgir ningún problema grave. Así, se estaría preparado para disfrutar sin miedo de la montaña.