Prácticas este martes en la avenida de Elvas de Badajoz con los nuevos radares Pakopí

Radares 'invisibles' para acabar con los conductores temerarios en los pueblos

Policías locales de trece municipios de la provincia de Badajoz ya saben usar el TruCAM II, cinamómetro adquirido por el OAR que capta velocidad y matrícula a 400 metros de distancia

Martes, 15 de marzo 2022

Ya no vale el típico frenazo al ver el aparato. Dicen de él que tiene un alcance y una precisión que permite colocarlo sin que ... se percate el conductor, por eso tiene el apodo de 'invisible'. Con él se estrecha el cerco sobre los temerarios a los que les gusta circular más deprisa de lo recomendable. Pueblos más seguros y concejales de Hacienda más contentos, todos ganan menos el que pase de cincuenta por hora.

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Los agentes de la Policía Local de Villafranca de los Barros ya saben dónde instalarán su primer radar móvil para detectar infracciones de velocidad. «Lo pondremos en la avenida de la Constitución, la calle de la Independencia, Gravina y en Lope de Vega, donde la semana pasada hubo un atropello y falleció una mujer», decía esta mañana uno de los cinco oficiales más el subinspector de esta localidad pacense.

En Guareña su oficial de Policía Local, Ildefonso Ruiz, reconocía que «hasta ahora no teníamos manera de controlar la velocidad en el pueblo», y explicó que el primer y único radar de esta localidad lo colocará a menudo en la avenida de la Constitución, Gamero y las dos travesías, la de la EX-105 y la EX-338, lugares donde a más de un conductor le gusta pisar el acelerador y no tienen medios para sancionarlo. Hasta hoy.

Hace tres semanas se hizo una entrega simbólica a los alcaldes, pero fue este martes cuando prácticamente medio centenar de policías locales de trece pueblos de la provincia aprendieron cómo funciona el TruCAM II, el cinemómetro que les ha comprado la Diputación Provincial a través del Organismo Autónomo de Recaudación (OAR), que con este segundo lote de radares sigue dotando a los municipios de elementos que sirvan para mejorar la seguridad vial y de paso aumentar la recaudación de sus arcas municipales.

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Los trece radares móviles que acaban de ser entregados irán a parar a Aceuchal, Arroyo de San Serván, Azuaga, Guareña, La Coronada, Llerena, Los Santos de Maimona, Oliva de la Frontera, Orellana la Vieja, Quintana de la Serena, Ribera del Fresno, Valverde de Leganés y Villafranca de los Barros. Este segundo lote completa otro anterior más un conjunto de radares fijos, muchos de los cuales ya están funcionando en poblaciones como Almedralejo, Don Benito, Olivenza o Herrera del Duque.

Cabe en un maletín

Varios grupos de agentes de los trece municipios anteriores regresaron a sus jefaturas con el radar en un maletín, el portátil que sirve para activarlo y calibrarlo con su correspondiente aplicación instalada, un punto wifi para que funcione y envíe los datos más un trípode. Seguramente este miércoles ya se hayan estrenando cazando a más de un infractor.

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Según contaban durante la práctica de este martes en Badajoz, el modelo que han puesto en sus manos es uno de los más eficaces del mercado. «Funcionan con láser, mucho más avanzados que el Dopler que suele usar la Guardia Civil», indicaba uno de los agentes de Villafranca tras hacer las primeras pruebas después de un cursillo práctico en la Academia de Seguridad Pública de la capital pacense.

«Hasta ahora no teníamos manera de controlar la velocidad en el pueblo»

Ildefonso Ruiz

Policía Local en Guareña

Atendiendo a su procedencia, después los policías se distribuyeron por grupos en la avenida de Elvas y en general todos se declararon asombrados con el alcance que tenía el cinemómetro, ya que detecta la velocidad del vehículo y recoge su matrícula hasta 400 metros de distancia. Coloquialmente se les llama radares 'invisibles' porque se pueden situar en un punto tan alejado de la vía por donde pasa el vehículo que el conductor solo se percata de su existencia cuando a los pocos días le llega la multa.

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Las instrucciones sobre su funcionamiento fueron impartidas por técnicos de Tradesegur, la empresa adjudicataria de este concurso por el cual el OAR ha invertido 465.000 euros que incluye estos 13 radares móviles más cinco fijos. La primera entrega fue de 17 radares en 2019 tras una inversión de 396.000 euros. Hay que decir que todos los radares siguen perteneciendo al OAR, que se encarga de su mantenimiento.

Según explicaron Carmen Pereira como jefa de servicio de inspección del OAR y Javier Merino, jefe de sección de sanciones no tributarias de este organismo, desde que estos municipios disponen de radares móviles, el número de denuncias se dispara en un primer momento y luego se estabiliza. De hecho, con la primera remesa de radares destinada a otros municipios se pasó de 58.064 denuncias en 2019 a 102.964 al año siguiente para luego descender.

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Pereira destaca que gracias a estos radares «las calles en estos pueblos son ahora más seguras». Por su parte, Merino decía que al estar tramitadas todas estas denuncias directamente por el OAR, con sede en Badajoz, se rebajan las tensiones en localidades donde se conoce todo el mundo y cada expediente debía pasar por el Ayuntamiento con las presiones que esto conlleva cuando alguien pretende que le quiten una multa. «Ahora no, ahora todo el proceso sancionador es mucho más aséptico», declaraba Merino.

En estos momentos, el Organismo Autónomo de Recaudación (OAR) gestiona las multas de tráfico de 107 municipios, el cien por cien de los que tienen más de 5.000 habitantes y el 75% de aquellos que tienen entre 1.000 y 2.000 habitantes, así como una quinta parte de aquellos con menos de 1.0000.

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Según Pereira, «si no gestionamos las multas en algunos pueblos tan pequeños es porque ni siquiera tienen policía local y de esto se encarga la Guardia Civil».

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