El PSOE trata de esquivar las rencillas internas con la elección de Piedad Álvarez en la Asamblea
El partido valora que una mujer de consenso y con trayectoria política sustituya a Guillermo Fernández Vara al frente del grupo parlamentario
Ana B. Hernández
Domingo, 24 de septiembre 2023, 09:48
El PSOE ha dado un paso más en su organización para afrontar la sucesión de Guillermo Fernández Vara como secretario general, tras 15 años consecutivos ... en esta responsabilidad, con su relevo por el momento como presidente del grupo parlamentario.
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Piedad Álvarez Cortés, hasta ahora secretaria general adjunta del grupo, ha sido la elegida para sustituir a Vara como líder de la oposición. Una política con trayectoria en el partido, con responsabilidades orgánicas, con experiencia en la gestión y en el debate. Pero también una mujer, a priori, dicen fuentes consultadas, «sin intención alguna de presentarse a las primarias para ser la próxima secretaria general del PSOE de Extremadura». Por eso, su designación como presidenta del grupo parlamentario no ha generado controversia. Y ese era el objetivo prioritario de la decisión tomada, tratar de evitar que surgieran rencillas internas que pudieran entorpecer tanto la labor de oposición como el sosiego con el que los socialistas quieren llevar a cabo la renovación de su dirección regional.
En el PSOE dicen que, por eso, la elección de Piedad Álvarez es «acertada» y que responde a una «decisión meditada y consensuada» entre los responsables de la formación. Una propuesta de Guillermo Fernández Vara que fue aprobada el pasado día 15 en la Comisión Ejecutiva Regional, pero que contaba de antemano con el visto bueno de los secretarios provinciales y, posiblemente también, del grupo parlamentario del que Piedad Álvarez ya formaba parte la pasada legislatura.
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Pero una elección que no se esperaba o, en cualquier caso, un nombre que no ha estado sobre la mesa desde el primer momento, desde que Vara ratificara que no lideraría la oposición al bipartito de PP y Vox. Entonces, sobre la mesa, había dos nombres: Blanca Martín y José María Vergeles.
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La primera sería la presidenta del grupo parlamentario. El segundo, sería el portavoz. Pero la inesperada votación del 20 de junio, cuando los socialistas se hicieron de forma sorpresiva con el control de la Asamblea y Martín se convirtió en presidenta de la Mesa, no solo dejó en evidencia la falta de acuerdo entre PP y Vox, sino que obligó al PSOE a cambiar el paso, porque entonces la repetición electoral era un escenario más que posible en Extremadura.
La renovación
Así que Guillermo Fernández Vara se quedó como presidente del grupo parlamentario y Soraya Vega fue elegida portavoz. Un cargo que, recuerdan fuentes del PSOE, no podía asumir en ese momento Vergeles, porque también se había hecho cargo de la Portavocía del gobierno en funciones.
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Cabe recordar que la inclusión de quienes eran consejeros en las listas al Congreso, como fue el caso del portavoz Juan Antonio González, les obligó a renunciar a sus cargos en el ejecutivo autonómico y los que se mantuvieron se repartieron sus funciones.
Después PP y Vox llegaron a un acuerdo, María Guardiola se ha convertido en presidenta de Extremadura y al PSOE le ha tocado volver a reajustarse para afrontar su papel de oposición sin perder de vista el congreso en el que se elegirá al nuevo secretario general.
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Es lo que ha hecho ahora con la designación de Piedad Álvarez, que si bien no ha generado discrepancias internas, sí ha sorprendido en cierta medida, porque se esperaba que la Ejecutiva Regional aprobara la designación de José María Vergeles como presidente parlamentario en sustitución de Guillermo Fernández Vara. Teniendo en cuenta, además, que el exconsejero de Sanidad es una de las voces socialistas que está ejerciendo con mayor contundencia la oposición a María Guardiola desde el primer momento. Como lo hace la portavoz parlamentaria, Soraya Vega, y también los presidentes de las diputaciones de Cáceres y Badajoz, Miguel Ángel Morales y Miguel Ángel Gallardo, respectivamente.
Sin embargo, de todos ellos, solo Vergeles es ahora un diputado raso y hay quienes en el partido han visto con recelo como el exconsejero adquiría protagonismo en este arranque de la legislatura sin tener encomendada la tarea de coordinar, encauzar ni marcar la oposición al gobierno de coalición.
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Sin fecha para el congreso
Creen en el PSOE que su designación como sustituto de Fernández Vara al frente de la presidencia del grupo parlamentario podría haber generado los conflictos internos que no se han producido con Piedad Álvarez.
«Se ha optado por una pequeña renovación para asentar los ánimos en vez de por una revolución que pudiera haberlos levantado», explican fuentes del partido consultadas. «La elección de Vergeles se podría haber malinterpretado, se podría entender que Vara le sitúa en una posición privilegiada para lograr visibilidad, frente a otros militantes, de cara a unas primarias».
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Aunque el exconsejero de Sanidad no ha dicho de manera pública hasta el momento que participará en esas primarias, como tampoco lo ha hecho el presidente de la Diputación de Badajoz, Miguel Ángel Gallardo, «ambos nombres siguen sonando». Y en el partido se da por hecho que habrá primarias y no un candidato de consenso. «Aunque todo puede pasar», tienen claro también en el PSOE. «Incluso que Piedad Álvarez, una mujer con peso político y discurso propio, se postule al final para dirigir el partido; en política las cosas cambian de un día para otro». Más cuando no hay fecha para elegir al secretario general de los socialistas extremeños.
Ese congreso de renovación, como ha dicho Guillermo Fernández Vara, no tendrá lugar hasta que el gobierno de España esté conformado. Por eso, cada vez son más quienes en el partido descartan que se celebre antes de que finalice este año. «El calendario de primarias es extenso y no parece razonable estar inmersos en el proceso en plena Navidad; lo normal o lo más razonable parece, simplemente por una cuestión de fechas, llevar el congreso al próximo año, a enero o febrero si es posible, o si no a primavera».
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Hasta entonces la dirección del grupo parlamentario, con Piedad Álvarez a la cabeza, no se cambiará. «Pero es una dirección provisional; después del congreso, el nuevo secretario general y la nueva comisión ejecutiva podrán cambiarla».
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