María Dolores Romero y María Isabel Domínguez este lunes en el acto celebrado en Badajoz. Casimiro Moreno

«Antes hasta picábamos hielo para mantener la temperatura del riñón»

María Dolores Romero y Maria Isabel Rodríguez ·

Las enfermeras que asistieron al primer trasplante de órgano en Extremadura cuentan cómo han evolucionado las técnicas desde 1990

Martes, 13 de diciembre 2022

Emilia Méndez, segedana de 57 años, fue la primera paciente a la que le fue trasplantado un riñón en Extremadura. En aquel quirófano estuvieron dos ... enfermeras para atender una operación que comenzó el 3 de octubre de 1990 y concluyó el día 4. Se trata de María Dolores Romero y Marisa Isabel Domínguez, jubiladas hace dos años, pero que recuerdan con nitidez aquella intervención en la que apunta que, además de ellas, solo vive aún el doctor Robles, que estuvo como nefrólogo, han recordado este lunes durante el acto que ha tenido lugar en el Hospital Universitario de Badajoz, una jornada conmemorativa para recalcar los 1.000 trasplantes renales que ya se han realizado en Extremadura.

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«En el quirófano había hasta un fotógrafo. Fue un follón tremendo, no estábamos acostumbradas a la instrumentación, aunque habíamos ido a Sevilla a verla y aprender, pero la forma de trabajar era diferente porque no hacíamos ese tipo de intervenciones. Duró mucho tiempo, pero salió bien», relataba ayer María Dolores Romero.

Su compañera María Isabel dice que en los primeros momentos percibió una descoordinación tremenda, por eso le planteó al gerente coordinar ella estas nuevos intervenciones. «Estuve 9 meses 24 horas localizada los 365 días del año organizando los equipos de enfermería, pero vino bien para fijar las guardias, no llamando a la gente de imprevisto.

Con el tiempo, tanto las extracciones como los trasplantes empezaron a hacerse más rápido. «Cada operación duraba quince minutos menos que la anterior», según María Dolores, que describe las actuales como una rutina equivalente a una operación de apendicitis. «Antes se llamaba a tres pacientes y se desechaba siempre a alguno y teníamos hasta que picar hielo para mantener la temperatura el riñón. Ahora no es así, está todo protocolizado y hay más recursos», describía ayer Marisa.

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