Marcos Yépez dirigirá la Pasión Viviente por quinta vez. HOY
Un país que nunca se acaba

La Pasión de Marcos Yépez

Mañana jueves en Cáceres. Un actor cacereño y un director venezolano en el Vía Crucis

Miércoles, 9 de abril 2025, 07:33

La Pasión Viviente de Cáceres se ha convertido en un magnífico preludio de la Semana Santa. Empezó casi como un experimento, pero ya en su ... primera edición, en 2018, fue un éxito de público y participación. Después, no ha hecho más que crecer. El año pasado, reunió a 11.000 espectadores en la parte antigua cacereña y este año serán 250 figurantes. El Vía Crucis o Pasión Viviente de Lorca, que en su versión moderna se celebra desde 2016, atrae a 5.000 personas y tiene 50 actores según el ayuntamiento lorquino y los medios locales. Otra Pasión Viviente extremeña es la de Oliva de la Frontera, que este año llega a su 50 edición y cuenta con más de 500 participantes, cinco escenarios y es espectacular.

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La particularidad de la Pasión Viviente cacereña es que se celebra el jueves antes del Domingo de Ramos, cuando no han llegado los turistas ni ha estallado la fiebre de las procesiones, sin embargo, el gentío que atrae es formidable. Aunque su gracia fundamental es el escenario medieval y renacentista en que se desarrolla.

La logística de este empeño es complicada. Hay que disponer altares, espacios, vestuario, atrezzo… Pero todo funciona con eficacia y precisión. Al día siguiente, todo está recogido, colocado, ordenado… No hay fallo ni descontrol alguno.

La Pasión Viviente tiene el valor añadido de incorporar a la representación dramatizada del Vía Crucis a los alumnos y alumnas de la Escuela Superior de Arte Dramático (ESAD) y del Conservatorio Profesional de Danza, cuyas instalaciones están, precisamente, en el lugar donde se representa la escena en la que Jesucristo comparece ante Poncio Pilatos.

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Este año, Jesucristo será interpretado por Pablo Mejías (Cáceres, 1992), egresado de la ESAD de Extremadura y conocido no solo por su papel en la serie La Catedral del Mar, sino también por haber protagonizado un anuncio de la cerveza americana Budweiser. El director será una vez más Marcos Yépez, otro egresado por la ESAD de Extremadura. Marcos nació en Acarigua (Venezuela). Fundó y dirigió el principal festival de danza joven de Venezuela. El chavismo le complicó la vida y prefirió el exilio cultural a España.

Marcos Yépez es un director teatral muy interesante cuya biografía merece la pena conocer. Su padre era panadero y su madre, cocinera tradicional. Su madre quedó viuda y tuvo que criar a sus cuatro hijos y a otros tres de su marido. Al acabar el Bachillerato, se fue a Caracas, ingresó en la Escuela Nacional de Danza y, ya con 21 años, retornó a su estado, Portuguesa, para ejercer como profesor de danza contemporánea, folclórica y neoclásica. A los 26 años, fue nombrado director de la Escuela Nacional de Danza del Estado de Portuguesa y en 1989, organizó el 'I Festival Internacional de Jóvenes Solistas en Danza de Venezuela'. Lo dirigió durante 18 años.

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Montó una compañía de danza llamada Guanaguanare patrocinada por el Estado. Con ella participó en festivales internacionales y en 2007 conoció Cáceres, actuando en su plaza de toros con motivo del Festival de los Pueblos del Mundo. Pero al regresar a Venezuela, empezaron los problemas porque el nuevo gobierno de su región, formado por chavistas, lo invitó a colaborar en sus equipos. Marcos se negó para no mezclar la política con la cultura, lo mandaron como profesor de danza-teatro a un pueblecito perdido y acabó viniéndose a Cáceres, donde le ofrecieron llevar la compañía de danza Iberodanza. Marcos ha dirigido las últimas cuatro ediciones de la Pasión Viviente. Este año dirigirá las 27 escenas de un espectáculo sacro que durará tres horas.

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