El SES paga la subida de la carrera profesional con dinero de la renta básica

El acuerdo firmado entre la Junta de Extremadura y los sindicatos con representación en la Mesa General de Negociación contempla la recuperación de derechos, la flexibilización de la jornada y nuevos avances en la implantación del complemento de carrera y desarrollo profesional.

En lo que respecta al SES, el pacto contempla el abono del 70% de los niveles, tanto de carrera como de desarrollo profesional, a aquellos profesionales que los tuvieran reconocidos a 31 de diciembre de 2021. El compromiso era liquidar esta cantidad a partir del 1 de octubre de este año.

Asimismo, los niveles reconocidos en el año 2022 se abonarán en el mismo porcentaje a partir de enero de 2023. El pago del 100% de todos los complementos a aquellos profesionales con derecho al cobro se hará efectivo a partir del 1 de octubre del próximo ejercicio.

Según recoge la modificación de crédito aprobada por el Gobierno regional, la estimación del coste de esta medida para el presente año eleva el importe a pagar por los citados complementos a cerca de 3.340.000 euros, a lo que hay que sumar un gasto añadido en Seguridad Social de 868.000 euros. En total, algo más de 4.207.000 euros.

El presupuesto del SES para este año no cuenta con los créditos adecuados y suficientes para asumir el gasto comprometido en el acuerdo con los sindicatos. De hecho, según la modificación de crédito aprobada por el organismo autónomo al cierre del mes de septiembre ya se estimaba que hacían falta cerca de 1,9 millones de euros para poder pagar las nóminas de octubre, noviembre y diciembre (más la paga extra) por un importe total de 249,5 millones de euros.

A esa cantidad se suman los 4,2 millones correspondientes al compromiso del 70% del abono de la carrera profesional a partir de octubre, para lo que no había consignación. Por ese motivo, ha sido necesario recurrir a otras partidas que no se van a ejecutar dentro del presupuesto de la Consejería de Sanidad y Servicios Sociales.

Es el caso de la dotación destinada a la renta básica de inserción, que en las cuentas del presente año cuenta con una cuantía inicial de más de 37 millones de euros. La transferencia de crédito aprobada por Sanidad recoge que, una vez calculados todos los pagos a realizar hasta el final del año, se ha comprobado que existen fondos «que con toda seguridad ya no se ejecutarán en el presente ejercicio». Eso permite disponer de los 4,2 millones para el pago de la carrera profesional.

Esta modificación de crédito no supone por tanto ningún menoscabo para los perceptores de la renta básica o renta extremeña garantizada, sino que se emplea un dinero sobrante consignado para una prestación social a cumplir con el compromiso de mejorar las condiciones laborales de los trabajadores del SES.

Esto evidencia que la dotación de la renta básica está muy por encima de las necesidades reales. Según los últimos datos de la Consejería de Sanidad y Servicios Sociales, actualmente cobran esta prestación unas 3.200 personas en la región, mil menos que hace un año. En septiembre de 2020, con los efectos del covid, se pasaba de 5.200.

Esta tendencia a la baja se explica por la mejora de la situación económica tras los peores meses de la pandemia y sobre todo por la creación del ingreso mínimo vital por parte del Gobierno en el verano de 2020. Los solicitantes de la renta básica extremeña deben pedir primero a cualquier Administración pública las ayudas que les puedan corresponder por su situación. La prestación nacional ha sustituido en muchos casos a la renta autonómica.

De hecho, la Junta de Extremadura aumentará el próximo año un 35% la cuantía individualizada de la ayuda y al mismo tiempo reducirá la dotación total de la renta básica. El proyecto de Presupuestos para 2023 recoge una cifra inicial de 33 millones de euros, 4 menos que este año. Pero las enmiendas presentadas por el Grupo Socialista, mayoritario en el Parlamento regional, rebajan aún más la asignación, hasta 28,5 millones de euros.