Olivenza no es Donetsk
La cuestión. La invasión de Ucrania suscita artículos y cartas sobre la ciudad extremeña
A raíz de la guerra en Ucrania, se ha publicado una carta al director en el Diário do Sul del pasado 28 de febrero titulada ' ... Olivença, a Donetsk portuguesa'. En ella, se razona que si el Gobierno portugués protesta por la invasión de Ucrania y el atentado contra su integridad territorial, ¿por qué no hace nada «para que seja devolvido este pedaço do Alentejo?».
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La cuestión de Olivenza sigue presente en Portugal, aunque el gobierno luso haga oídos sordos a la tentación nacionalista. Cada vez que se produce este periódico despertar de la reivindicación de Olivenza, el escritor e intelectual oliventino Luis Alfonso Limpo sale a la palestra para poner los puntos sobre las íes. Porque la reivindicación portuguesa siempre echa mano del artículo 105 del Congreso de Viena, que no obligaba a España a devolver Olivenza, sino a negociar su retrocesión. Y España negoció hasta que, en 1816, Portugal invadió y ocupó 170.000 kilómetros cuadrados de Uruguay y su capital, Montevideo. Y, lógicamente, se acabó la negociación.
El Tratado de Badajoz, en su artículo tercero, unió Olivenza a España y marcó la frontera en el Guadiana. Curiosamente, como recoge Luis Alfonso Limpo en un reciente artículo publicado en la revista El Trapezio el 2 de marzo, el libro 'Encuentros y desencuentros ibéricos (Tratados hispano-portugueses desde la Edad Media)', editado en 2006 con prólogo del rey Juan Carlos, no recoge precisamente ese Tratado de Badajoz.
El irredentismo portugués, expone Limpo, pareció morir tras el 25 de abril con las grotescas amenazas invasoras del almirante Pinheiro de Azevedo. Sin embargo, la recuperación del puente-fortaleza de Ajuda está bloqueada; Olivenza está vetada para formar parte de la eurociudad Badajoz-Elvas-Campomayor, a la que, por pura lógica debería pertenecer; también está excluida Olivenza de la candidatura de las fortalezas de la Raya ibérica a ser declaradas Patrimonio de la Humanidad. En el lado español, por el contrario, apunta Limpo, Olivenza ha rehabilitado su patrimonio monumental heredado de Portugal, enseña el portugués en las escuelas, ha enriquecido su biblioteca con miles de volúmenes de historia y literatura portuguesa, empedrado sus calles con 'calçadinha' y rotulado sus calles en portugués.
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Este proceso culmina con la concesión de la nacionalidad portuguesa a más de mil oliventinos, entre ellos, Luis Alfonso Limpo, que recela del maquiavelismo portugués de este regalo envenenado de la nacionalidad, que, estima, no es altruista. De hecho, esos oliventinos portugueses podrían convertirse en pretexto y excusa si resurgiera el nacionalismo portugués. Es decir, el título de la carta en Dário do Sul: 'Olivença, a Donetsk portuguesa'.
Se pregunta Limpo por qué se les reconoce la nacionalidad portuguesa, pero se veta la recuperación del puente de Ajuda o el ingreso de Olivenza en la eurociudad. La propuesta del escritor oliventino es aclarar el pasado para despejar el futuro, convocar unos II Encuentros de Ajuda dedicados al análisis de la cuestión de Olivenza. «Necesitamos una nueva teoría sobre Olivenza, superadora del mito historiográfico irredentista», reclama Limpo, que propone «un comité mixto de sabios de España y Portugal, profesionales de la Historia y del Derecho Internacional Público, sin tapones en los oídos ni anteojeras, que elabore un libro blanco sobre el litigio fronterizo de Olivenza en la Europa sin fronteras de Maastricht». Sería la manera de eliminar un conflicto en potencia y de evitar la posible locura de un émulo de Putin que confunda Olivenza con Donetsk y a los oliventinos con rusos sojuzgados.
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