Nuevo foco de lengua azul en Extremadura, ahora en el municipio cacereño de Arroyomolinos

Desde julio y hasta ahora se han verificado la infección de ganado ovino con la fiebre catarral en explotaciones situadas en Peraleda de la Mata, Capilla y La Haba, aunque desde asociaciones profesionales agrarias dan por hecho que la lengua azul está presente ya en muchos más términos y ganaderías de ovino de la región.

Así lo señala Apag Extremadura Asaja, que habla, otra vez, de situación «crítica» de la cabaña de ovino de la región. La organización que preside Juan Metidieri sitúa su gran preocupación en la zona este de la provincia de Badajoz, en áreas limítrofes con las provincias de Córdoba y Ciudad Real.

En las últimas semanas se están detectando «numerosas explotaciones gravemente afectadas, con casos de mortalidad en animales incluso en explotaciones ya vacunadas, otras en las que aún no se han podido aplicar los cuatro serotipos de vacunación y otras con singularidades aún por aclarar», explica Apag Asaja.

La realidad es que la enfermedad «sigue avanzando de este a oeste y, de continuar esta tendencia, nos enfrentamos a un verdadero drama para la cabaña ganadera ovina, que podría suponer un golpe mortal para las zonas rurales, ya de por sí castigadas por la despoblación y las dificultades del sector», subraya.

Apag Extremadura Asaja exige a las administraciones un seguimiento exhaustivo en las explotaciones afectadas para analizar por qué, aun con las pautas de vacunación completas, se están produciendo estos casos. También «investigación científica inmediata» para aclarar esta situación excepcional que está generando la enfermedad en nuestras explotaciones. Igualmente la identificación y contabilización de todas las explotaciones afectadas, «estableciendo un censo real de la magnitud del problema» y reclaman un «compromiso firme de indemnización, tanto por las muertes de animales como por las pérdidas de lucro cesante que sufren los ganaderos afectados».

Recuerda Apag Extremadura Asaja que los profesionales del ovino llevan «años luchando por mantener vivo un sector estratégico para nuestra economía y para la vida en el medio rural». Una crisis sanitaria de esta magnitud,« sin apoyo ni compensaciones, puede suponer la defunción total del sector en muchas comarcas extremeñas», finaliza la organización profesional agraria.