Parque Nacional de Monfragüe

Monfragüe tendrá 40 áreas de seguridad para incendios forestales de entre 15 y 20 hectáreas cada una

Monfragüe está catalogado como Zona de Alto Riesgo de incendios forestales (ZAR), lo que le obliga a tener un plan de defensa. Y el Gobierno autonómico entiende que el actual no es suficiente y conviene actualizarlo cuanto antes. Lo hará aplicando medidas de selvicultura clásicas, como los cortafuegos, las áreas preventivas de defensa (franjas pegadas a los cortafuegos en las que se reduce la vegetación) o las fajas auxiliares (similar a lo anterior pero en carreteras o caminos). Y junto a estas acciones de corte tradicional, incorporará una nueva línea de actuación preventiva ante los incendios forestales: las Áreas Estratégicas de Gestión.

El decreto en el DOE las define como «Tratamiento sobre la vegetación en forma de área, en aquellas zonas donde los incendios cambian su comportamiento tanto en la intensidad como en velocidad de propagación o apertura en diferentes direcciones o cuencas». «Pueden realizarse –continúa– sobre matorral de degradación (jaral-brezal fundamentalmente) eliminando totalmente la vegetación o en aquellas zonas donde el arbolado lo permite (pinares de Serradilla o donde las quercíneas ya tienen una estructura abierta)».

Su dimensión «será variable en función del propio territorio, siendo la horquilla más común de entre 15 y 20 hectáreas». «Estas zonas –explica la Junta en la publicación oficial– en muchos casos son idóneas tanto para el embarque y desembarque de unidades helitransportadas o como zonas seguras cuando la retirada se vea comprometida».

De hecho, un elemento específico del nuevo plan de defensa ante incendios en el parque nacional son las llamadas zonas seguras, que se habilitarán en la mayoría de las áreas estratégicas de gestión. Se definen como «localizaciones dentro de las AEG donde los medios de extinción pueden permanece de forma segura en caso de no ser recomendable la salida de la zona».

Y también habrá en ellas los llamado 'Puntos helicóptero', que son «zonas donde se posibilite la toma de un helicóptero para el embarque y desembarque de la cuadrilla». Ni las zonas seguras ni los puntos helicóptero implican actuaciones adicionales a las requeridas para habilitar el área estratégica de gestión, «salvo tener un exhaustivo mantenimiento del desbroce en ellas».

Pero estás AEG también tienen detractores, que critican sobre todo su impacto paisajístico, un aspecto al que alude el decreto. «Una de sus características –detalla la Junta– es la irregularidad en los bordes, lo que minimiza el impacto visual».

El número concreto de estas zonas está por concretar, porque lo que recoge el decreto publicado es una propuesta que debe supervisar la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Sostenible. Será este área del Gobierno regional la que autorice o no los cambios en el plan de defensa que plantea la dirección general de prevención y extinción de incendios, adscrita a la Consejería de Gestión Forestal y Mundo Rural.

Esta última explica en el DOE que «el parque nacional de Monfragüe y su entorno son una de las áreas de mayor riesgo estructural de incendios en Extremadura, por la acumulación de combustible y un relieve muy marcado orientado a los vientos dominantes, condicionantes que modifican las condiciones meteorológicas a escala sinóptica (en relación con los vientos), además de la dificultad de aplicar medidas preventivas en un entorno que por su riqueza medioambiental, es especialmente vulnerable».

«Aunque el entorno de Monfragüe –abunda el decreto– no es una zona con especial incidencia de incendios, con escasa intencionalidad y usos limitados en zona forestal, no está exento de riesgo de fuegos vinculados a accidentes, negligencias o fenómenos naturales». «Al tratarse de una zona de especial vulnerabilidad por sus valores ambientales, existe una deficiencia de infraestructuras preventivas tradicionales donde apoyarse en caso de incendios, sobre todo en el interior del parque nacional, por lo que se considera de urgente necesidad disponer de una planificación preventiva acorde a las necesidades reales del entorno».