El mochilero más famoso quiere volver a Extremadura

Wheeler ha dedicado su encierro a revisar y digitalizar antiguas fotografías que tomó en Mérida, Trujillo, Cáceres y Plasencia, lo que le ha hecho recordar esos viajes que para él, según dice, fueron muy especiales. «Mientras clasificaba estas imágenes me he acordado de lo agradable que fueron mis visitas», explica a HOY.

Extremadura sigue estando muy presente para este experto viajero ya que, a pesar de que han pasado 20 años desde la última vez que estuvo aquí, la menciona con entusiasmo cada vez que le preguntan en una entrevista por sus rincones preferidos de España. La comunidad extremeña no le dejó indiferente y asegura que es uno de los lugares que más le ha impresionado. «Me gustan los sitios inexplorados o que están fuera de los circuitos turísticos habituales. El hecho de que Extremadura no reciba muchos visitantes extranjeros y no sea tan conocida por la gente de fuera de España la hace más interesante», indica.

Wheeler reconoce que descubrió la región por casualidad. Su primer contacto con tierras extremeñas fue en 1997, hace ahora 24 años. Aquí hizo escala cuando viajaba de Madrid a Évora para ofrecer una conferencia sobre turismo. Aprovechó sus paradas en Mérida para indagar en la historia de la ciudad, y quedó tan encantado con su visita que decidió regresar años después.

«No habíamos tenido la oportunidad de recorrer España en profundidad. Hasta ese momento la mayoría de nuestras visitas habían sido a Barcelona y Madrid por motivos de trabajo. Así que en 2001 mi mujer Maureen y yo decidimos que debíamos conocer mejor el país. Alquilamos un coche en Barcelona y estuvimos un mes recorriéndolo».

Fue entonces cuando pudieron pasar otro tiempo explorando Extremadura y en esa nueva ocasión terminaron por rendirse a sus atractivos. Les sedujo cada rincón por el que pasaron, pero sobre todo les sorprendió lo que no encontraron en la región: un turismo masificado.

Este icono aventurero apunta que la belleza de las ciudades y paisajes que conocieron fue de lo que más les entusiasmó de todo lo que vieron en España. «Me gustó la variedad de sitios de interés que tiene. En particular nos fascinó pasear por las calles antiguas de Cáceres y las ruinas romanas de Mérida. Pero lo más importante de Extremadura no es lo que posee sino lo que no tiene: multitudes y grandes aglomeraciones de turistas», destaca.

Para alguien que prácticamente vive viajando y ha visitado más de 150 países es difícil elegir sus lugares favoritos. «Me han gustado todos los países en los que he estado. No creo que haya uno al que vaya y no lo disfrute de alguna manera», puntualiza.

Sin embargo, si tuviese que elaborar un ranking con aquellas zonas a las que le gustaría regresar cuando la situación sanitaria lo permita, admite que la región extremeña estaría en los puestos más altos. De hecho, se encuentra entre sus prioridades. «Déjame explicarlo así: pensar de nuevo en Extremadura me ha despertado las ganas de volver. Quizá cuando pueda ir a España sea la región que encabece mi lista de visitas después de haber recorrido el Camino de Santiago», sostiene Wheeler.

Para el creador de las guías que se han convertido en la referencia de los trotamundos, Extremadura no decepciona e invitaría a cualquier viajero a conocerla. «Claro que la recomendaría. Absolutamente». Es el consejo de todo un experto.