Mil buses por Extremadura

Se calcula que cerca de 400 autobuses llevarán a los aficionados navarros a Sevilla y que serán más de 500 los que acerquen a los madrileños hasta el estadio de La Cartuja, donde se celebra la final de la Copa del Rey desde que, en 2019, la Real Federación Española de Fútbol y la Junta de Andalucía firmaron un acuerdo por el que las finales de la Copa se jugarán en La Cartuja entre 2020 y 2025.

En La Cartuja caben 60.000 espectadores y es el segundo estadio más grande de Andalucía. El Benito Villamarín tiene capacidad para 60.721 y el Sánchez Pizjuán puede acoger a 43.883. En esos 60.000 asientos de La Cartuja se acomodarán los viajeros de los autobuses que pasarán por Extremadura, además de quienes utilicen los servicios extraordinarios de Renfe desde Madrid y el avión. Pero ya se sabe que, en esto del fútbol, el autobús gregario de la peña, decorado con banderas y símbolos, es el vehículo favorito de las aficiones. La del Real Madrid es la más numerosa y la del Osasuna, de las más entusiastas. Ese entusiasmo se traducirá en alegría en las áreas de servicio y consumiciones generosas. A falta de fútbol de Primera, bienvenidas sean sus aficiones.

Hasta ahora, las finales de la Copa del Rey sevillanas no habían provocado tanto trasiego por Extremadura. Las de 2020 y 2021, aunque habían tenido en liza además del Barça, al Athletic de Bilbao y a la Real Sociedad, equipos que sí 'pasan' por Extremadura, estuvieron marcadas por la pandemia y fueron raras.

La del año pasado fue entre el Valencia y el Betis y Extremadura quedaba fuera de la ruta valencianista. Pero esta vez estamos en medio de la ruta natural de las aficiones desde que los madrileños han descubierto que, para ir de Madrid a Sevilla, la mejor ruta pasa por Extremadura: según Vía Michelín, el viaje de ida y vuelta por Mérida son 84 kilómetros menos y dos horas y 48 minutos kilómetros menos que por la A-4. Además, se evita el peñazo de Despeñaperros. Los navarros, por la A-62 y la A-66, harán un viaje de ida y vuelta de 1.824 kilómetros y más de 18 horas de viaje, toda una odisea.

El fútbol de élite ya pasó por Extremadura en 2014, cuando Real Madrid y Atlético de Madrid se enfrentaron en Lisboa. Esa vez, el agosto, más allá de las áreas de servicio, llegó incluso a los hoteles de Badajoz y el ingenio apareció en las rutas que cruzaban la frontera como demuestra el muñeco de la foto, situado en la carretera de Albuquerque a La Codosera, cerca del puente sobre el río Gévora, indicando una carretera secundaria transfronteriza. Tras los 1.000 autobuses del próximo fin de semana y a falta de ascensos a la élite, nos tendremos que conformar con que jueguen la Copa del Rey equipos que pasen por Extremadura. Nuestros clubs son modestos, pero nuestras autovías son de Primera.