Los incendios en viviendas causan cinco muertos desde octubre en Extremadura

Este hombre de Valencia de Alcántara es la quinta víctima en Extremadura desde octubre pasado que muere por un incendio en viviendas, bien por las llamas o por la inhalación de monóxido de carbono.

Extremadura fue en 2023 la comunidad autónoma con la mayor tasa de víctimas mortales en viviendas por incendios por millón de habitantes, según un estudio realizado por la Fundación Mapfre. Ese año pasado fallecieron en la región 9 personas, seis hombres y tres mujeres.

El 19 de octubre, un hombre de 40 años falleció en Valverde del Fresno, en la Sierra de Gata. En una casa antigua de la calle Farmacéutico José Luis López Carrasco, se produjo un incendio devastador. La casa sufrió «daños estructurales significativos» y, durante las labores de extinción y desescombro, localizaron el cuerpo del fallecido.

Mientras, el 14 de noviembre, en Villanueva de la Serena un hombre de 62 años perdió la vida. Lo hizo tras un fuego en un bloque de viviendas situado en el número 8 de la calle Oriente. Además, una mujer de 31 años que se encontraba en otra vivienda de una planta superior sufrió una intoxicación leve por inhalación de humo. Los bomberos accedieron al piso por la escalera comunitaria y la mujer pudo salir por su propio pie. Tras ser atendida en el lugar, fue trasladada al Hospital de Don Benito-Villanueva.

 

La madrugada del 9 de diciembre, un hombre de 55 años perdió la vida debido al incendio en el salón de una vivienda en Talavera la Real. El fuego se originó en una casa de la calle Juan XXIII. A la llegada de los bomberos, la víctima, que vivía sola, se encontraba fuera del edificio. Los servicios sanitarios intentaron reanimarle pero no fue posible.

El fallecido tenía problemas de movilidad que le obligaban a desplazarse con muletas. Tenía tres hijos. La versión extendida entre los vecinos es que se quedó dormido en el sofá con el brasero puesto y que la faldilla salió ardiendo.

El 10 de diciembre, en Solana de los Barros, una fiesta de cumpleaños en una nave de la calle Alfredo Arnés pudo acabar mal por la mala combustión de un brasero de picón. Trece mujeres resultaron intoxicadas. Siete tuvieron que ser trasladadas al hospital de Tierra de Barros, en Almendralejo.

Un día después, el 11, una mujer de 54 años resultó intoxicada por la mala combustión de un brasero de picón en Hoyos, en la Sierra de Gata. El siniestro tuvo lugar a las 20.43 horas en la calle Obispo Álvarez de Castro. Tuvo que ser atendida en el hospital de Coria.

Ese mismo día, pero en la ciudad de Cáceres, una mujer de 94 años resultó afectada por el humo generado en el incendio de una vivienda de la calle León Leal. El fuego se registró en un piso ubicado en una cuarta planta.

Las llamas se iniciaron en la cocina, que quedó muy dañada por el fuego, aunque el resto de la casa también se vio muy afectada por el intenso humo que se generó. En el momento en el que se ha originó el incendio, en el interior de la vivienda había dos personas, una mujer de 94 años con dificultades para moverse y su cuidadora.

Cuando se inició el fuego, la mujer que cuidaba de la anciana salió con ella a una zona segura hasta que llegaron los equipos de emergencias y las ayudaron a salir del bloque de pisos. La mujer mayor con movilidad reducida tuvo que ser atendida por inhalación de gases y fue trasladada al hospital San Pedro de Alcántara.

El 18 de diciembre, en una finca de Alange, un trabajador marroquí de 20 años murió y otro resultó afectado. Estaban en una casa de una finca de la localidad próxima a Mérida y se calentaban con braseros de picón.

La mala combustión hizo que dos jóvenes resultaran intoxicados y muriese uno. Llegó ya cadáver al hospital de Mérida.

También el 18 de diciembre, en la calle Higuerilla de Cáceres, se produjo un incendio en una vivienda. Fue rápidamente sofocado y no afectó ni a las personas ni a los animales que vivían en el inmueble.

 

El 29 de diciembre, en Navalmoral de la Mata, se originó un incendio en un edificio de viviendas en la calle Sadí de Buen Lozano. Ocho familias debieron ser realojadas (en establecimientos hoteleros o en casas de familiares) y siguen sin poder regresar a sus hogares en casi todos los casos.

Según explicó la persona que detectó el incendio, este se originó por culpa del tubo de un calentador que en lugar de salir a la calle estaba encima de un falso techo. Se empezó a quemar.

El 1 de enero se contabilizaron dos sucesos. Uno, en una casa de campo situada en las proximidades de Guareña. Un incendio que dejó dos heridos leves. Otro, en Plasencia. Tres personas (un hombre de 55 años) y dos mujeres de las que no se aportó su edad resultaron intoxicadas tras inhalar monóxido de carbono en Plasencia. Sucedió en un inmueble situado en la calle Claudio Coello.

Finalmente, el día de Reyes, el 6 de enero, en una finca de Guadalupe, dos personas fueron afectadas por la mala combustión de un grupo electrógeno. Fueron intoxicados un hombre de 63 años y una mujer de 60 años.

Aunque necesitaron atención médica, no llegaron a ser trasladados al hospital. Estaba en una casa de una finca situada junto a la carretera autonómica EX-118, en la conexión a Navalvillar de Ibor.