¿Qué ha pasado este viernes, 5 de diciembre, en Extremadura?
Un buitre afectado por el calor, subido al techo de una furgoneta, el pasado día 2 en Plasencia. hoy

El hospital veterinario de la Junta ha atendido ya a más animales que en todo 2021

El aumento de ingresos se debe al calor, que ha llevado hasta el centro de Sierra de Fuentes a 1.030 aves solo entre junio y julio

Domingo, 7 de agosto 2022, 20:51

El hospital veterinario que la Junta de Extremadura tiene en Sierra de Fuentes, a veinte minutos en coche de Cáceres, ha atendido en los siete ... primeros meses de este año a más animales que en todo 2021. El centro de recuperación de la fauna y educación ambiental Los Hornos registró durante el pasado ejercicio 1.286 ingresos, y entre enero y julio de este año suma ya 1.433, según los datos proporcionados por el propio centro, que está adscrito a la Consejería de Transición Ecológica y Sostenibilidad.

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«Debido a la biología de las especies, el pico más alto de ingresos se suele dar todos los años durante junio y julio», explica María Arredondo, bióloga de Los Hornos. Ella y sus compañeros ya saben que en esos dos meses hay más tarea, y de hecho, este factor se tiene en cuenta a la hora de planificar los turnos de trabajo. Pero este año, los ingresos se han disparado hasta cotas desconocidas.

Entre junio y julio del año pasado hubo 628, lo que equivale a diez al día. En esos dos mismos meses de este año ha habido 1.030 ingresos, o sea, un 64% más. La media es de 17 avisos al día. Y ha habido jornadas con cincuenta avisos –que no ingresos– en 24 horas.

«Ese 64% sí es un incremento muy sustancial», constata Arredondo, que explica que «la mayoría de los ingresos en estos meses son de pollos inexpertos que se ven muy afectados por las altas temperaturas». «Suelen ser –amplía la bióloga de Los Hornos– especies urbanas, como vencejos, golondrinas, cernícalos o cigüeñas, que sufren golpes de calor o se tiran de los nidos desesperados por la falta de alimentos o de bebida, consecuencia de tener temperaturas muy altas durante muchos días seguidos».

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«La mayoría de los ingresos en estos meses son de pollos inexpertos que se ven muy afectados por las altas temperaturas»

maría arredondo

Bióloga del centro de recuperación Los Hornos

Una vez en el centro de recuperación, los animales reciben la atención veterinaria que precisan, adaptada al cuadro que presenten. La instalación cuenta con todo lo necesario para procurarles cuidados especializados, incluida una Unidad de Cuidados Intensivos y quirófanos. Funciona de modo similar a como lo hace un hospital para personas.

Entre los últimos ejemplares atendidos en Sierra de Fuentes está el buitre que apareció el pasado día 2 sobre el techo de una furgoneta en el barrio de Miralvalle de Plasencia. La labor de la Policía Local y de voluntarios de El Refugio permitió capturar al animal y llevarle a las instalaciones que gestiona esta protectora de animales. En ellas permaneció hasta que fue recogido por personal del centro Los Hornos, que cuenta habitualmente con la colaboración de voluntarios y de agentes del Medio Natural de la Junta de Extremadura.

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Un teléfono gratuito para avisos y consultas

El caso de este buitre generó en cuarenta minutos una decena de llamadas al hospital veterinario, que dispone de un teléfono gratuito para avisos y consultas. Es el 900 35 18 58.

«El buitre llegó a Plasencia por efecto de las altas temperaturas», explica Alejandro Palomo, titulado en Ingeniería Forestal y del Medio Natural por la Universidad de Extremadura y presidente de la Sociedad Extremeña de Zoología y de la Asociación Empresarial de Monfragüe (EMDEMO). «Ocurre todos los años que al aumentar las temperaturas, haya ejemplares de aves que caen al suelo», explica Palomo.

«A veces les ocurre que echan a volar y como aguantan muchos kilómetros haciéndolo, acaban exhaustos por el calor y buscan agua»

alejandro palomo

Presidente de la Sociedad Extremeña de Zoología

«Sufren golpes de calor, a veces porque echan a volar y como aguantan muchos kilómetros haciéndolo, acaban quedándose sin agua». «Las aves más pequeñas y urbanas lo tienen más fácil para beber que los buitres», apunta Alejandro Palomo, que aclara también que la aparición de un ejemplar de esa especie en Plasencia no tiene nada que ver con el incendio que sufrió el mes pasado la zona de Monfragüe, donde se quemaron 2.755 hectáreas, 398 de ellas en el interior del parque nacional. «El fuego –explica– se localizó en la otra punta del parque, y aunque sí afectó a alguna plataforma de buitre negro, una especie que anida en los árboles, no lo hizo ni sobre el Salto del Gitano ni sobre ninguna buitrera de leonados».

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