Las sesiones de grabación se han prolongado durante medio año. HOY
DOCUMENTAL

«Que mis hijos no tuvieran que emigrar como yo»

'Nosotras: mujer y memoria en el Valle del Jerte' es un documental que se estrena a final de mes, muestra la vida de varias generaciones en la comarca

Domingo, 7 de septiembre 2025, 14:08

Mi padre pasó doce años de su vida entre la cárcel y escondido en el pajar de mi abuela», dice Pilar Merchán. Le cuesta ... mirar a la cámara mientras lo hace. La incomodidad o el nerviosismo que transmiten sus hombros encogidos y el movimiento constante en la silla desde la que habla no resta un ápice de valentía a su testimonio.

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Quizá por eso, sus palabras son algunas de las que se han grabado con especial fuerza en la retina de Mario Moreno, director del documental 'Nosotras: mujer y memoria en el Valle del Jerte'. «Al final, ella no pudo conocer de verdad a su padre hasta que regresó de la cárcel, donde estaba por sus ideas políticas», reflexiona Moreno sobre las infancias tan diferentes que vivieron generaciones no tan lejanas en el tiempo y las que viven hoy los niños en el mismo territorio.

El trabajo pretende resguardar la memoria colectiva y dignificar las experiencias vitales de la mujeres, según destacan desde la Mancomunidad

El trabajo audiovisual, que se presenta el próximo 26 de septiembre en El Torno, pretende ser un «homenaje a las mujeres que han tejido, con su trabajo, su lucha y su cuidado, la historia invisible pero fundamental de nuestra comarca», explican desde la Oficina de Igualdad de la Mancomunidad del Valle del Jerte, la entidad promotora del proyecto.

Un documental que está compuesto a partir de los testimonios de cuarenta mujeres que residen en esta comarca del norte de la provincia de Cáceres. «No hay un tema concreto más allá de la vida de las mujeres », detalla Moreno por teléfono mientras se dirige a realizar una de las últimas grabaciones. «Estamos repitiendo algunas tomas para mejorar detalles y tenerlo todo listo para el estreno», dice desde el manos libres de su vehículo.

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Han participado 40 mujeres de diferentes edades. HOY

De la selección de las participantes se han encargado Johana Azabal y Ana Belén Toribio, las técnicas de Igualdad, con el objetivo de que estuvieran representados todos los pueblos. «Se han desarrollado varias actividades en las que se han ido eligiendo a las personas en función de sus historias o su disponibilidad, pero también Ana y Johana conocían a algunas de ellas y sabían que tenían cosas que contar», indica Moreno.

Ellas también se han puesto detrás de las cámaras y han hecho las entrevistas en un proyecto artesanal y que se ha convertido en realidad gracias a la implicación de los trabajadores y la colaboración de amigos que han cedido su tiempo y sus medios. «Hemos vivido un proceso intenso y emotivo de trabajo participativo y comunitario con muchas mujeres que han compartido generosamente sus historias», destacan desde la Oficina de Igualdad.

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Participantes

Desde una niña de un año (que su madre sostiene al tiempo que relata su testimonio) a mujeres cerca de ser centenarias, el 'reparto' del documental incluye personas de todos los rangos de edad. Son esas vivencias tan distintas, pero tan cercanas entre ellas, las que contribuyen a componer un relato común. «Hemos intentado crear una narrativa a través de los relatos en la que esté representada la vida de las mujeres», explica Moreno.

El documental es un recorrido por cuatro etapas de la trayectoria vital: la maternidad, la infancia, la edad adulta y la vejez, cada una de ellas identificada con una estación del año. Son los testimonios de las mujeres, todos en primer plano y sobre un fondo negro, los que dan una continuidad narrativa acompañados de planos de los paisajes del Valle del Jerte -que con dron han grabado Luis Miguel Bayán y Juanma Lorenzo- y de la música del grupo Milo Ke Mandarini. «Es una banda de folk sefardí que está en la comarca de La Vera y que nos ha cedido sus canciones», apunta Moreno.

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En cada una de la fases hay historias potentes y emotivas que es fácil sentir como cercanas. «Que mis hijos tuvieran carrera, que no tuvieran que salir a la emigración como yo», relata Remedios Pérez en su papel de madre.

Esa etapa se vincula con la primavera y en ellas las mujeres hablan de su maternidad desde puntos de vista diferentes. «Se da voz a mujeres que son madres, pero también a las que decidieron no serlo, a las que no pudieron o a las que optaron por la adopción ya sea solas o en pareja», desgrana el director de 'Nosotras'.

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Relatos de infancias complicadas, de infancias felices, de infancias de la primera mitad del siglo XX y de los primeros años del siglo XXI componen el verano en el documental. «Llama mucho la atención cómo se vivían las infancias hace 60, 70 o 80 años, a como se vivían hace diez o quince años», reconoce Moreno.

Eso sí, todas ellas dan paso a la vida adulta. Otro de los relatos que vuelven a la mente del director es el de Lucía Sánchez, de 92 años de edad, que frente a la cámara cuenta el momento de su primera menstruación. «No sabía qué le pasaba, nadie le había hablado de ello y se asustó; lo vivió con vergüenza porque se manchó el vestido», rememora Moreno. «Es un testimonio que nos sirve para reflexionar sobre cómo creamos un tabú de algo absolutamente cotidiano y que además es fuente de vida», añade.

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En la vida adulta, identificada con el otoño, gana mucha presencia el trabajo y la interacción con el entorno. El medio rural es laboralmente duro, sobre todo para las mujeres, y está muy relacionado con el territorio. «En el campo somos felices, nos hemos criado en él y creo que nuestro cuerpo está acostumbrado a esa naturaleza de trabajo», manifiesta sonriente una de las entrevistadas más jóvenes.

Hay relatos de mujeres que han trabajado en casa, en el campo o que han montado sus propios negocios en la comarca.

Por último, en el invierno se habla de dolor, de muerte, de duelo y de cómo superarlo.

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En definitiva, un documental que habla de la vida de las mujeres. La intención ha sido «recoger sus expresiones y emociones marcadas por sus vivencias y el tiempo que les ha tocado vivir». Y la finalidad del trabajo «consiste en preservar y resguardar nuestra memoria colectiva, dignificar las experiencias de las mujeres que han sostenido y sostienen nuestra tierra y con su trabajo y lucha allanan el camino a las generaciones futuras», remarcan desde la Oficina de Igualdad del Valle del Jerte.

Nueve meses

El proyecto comenzó a rodar en enero de este año. La primera idea fue una exposición fotográfica, pero se terminó transformando en un documental. «Ha sido más exigente, pero también es un producto más accesible y podrá llegar a más gente», defiende el director.

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Una vez decidido el formato y conseguido el apoyo económico de la Diputación de Cáceres –que es la entidad que financia el trabajo–, las grabaciones comenzaron a principios de marzo, con lo que se han prolongado durante más de medio año.

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