«Hacen falta pastores para dirigir el ganado hacia donde sobra vegetación»

También lo es vigilar las quemas que se suponen deben ser controladas, y en este punto nota que aún hace falta mucha pedagogía en el medio rural. «Las personas cuando van a quemar sus restos dicen que van a limpiar, lo cual tiene una connotación diferente, igual que cuando dicen que van a curar lo que hacen es envenenar con glifosato el suelo y las plantas». Las normas para estas quemas en fincas y parcelas, como tener agua a mano, hacer el desbroce manualmente y amontonarlo antes o elegir un día y hora, según el permiso que hay sacar, no siempre se respetan, dice, y esto da lugar a fuegos que se descontrolan, por no hablar, apunta este agente, a que algunos son provocado por rencillas personales.

Por otro lado, entiende que la Junta introduzca ganado en áreas rurales, pero ha observado que esto no basta. «La medida es buena, pero yo añadiría más pastores para dirigir el ganado hacia las zonas donde hay que rebajar la vegetación. Si dejas la vacas solas se van a las especies palatables e ignoran las pirófilas, que son las que contienen resinas inflamables, así que al final se matorraliza la sierra», explica.