Extremadura planea desarrollar en su territorio toda la cadena de valor del litio

La cadena de valor del litio es un concepto clave en los objetivos estratégicos de la Unión Europea para las próximas décadas tanto económicos como medioambientales. La apuesta de Bruselas por la movilidad sostenible y las energías renovables es clara mediante iniciativas como la creación de la Alianza Europea de Baterías, la nueva ley materias primas esenciales (entre ellas el litio) o la dotación de fondos multimillonarios para financiar a las industrias del sector con programas como el PERTE VEC. Y Extremadura, según se ve de forma cada vez más evidente, está llamada a jugar un papel relevante en ese proceso.

Todas estas iniciativas industriales que han recibido en la región fondos procedentes del programa estatal de ayudas a la fabricación de baterías se encuentran en distintas fases previas a su desarrollo. Las dos plantas de tratamiento de litio de Cáceres y Cañaveral, financiadas con 18,8 y 13,3 millones de euros, respectivamente, están vinculadas a las minas que Infinity Lithium y Lithium Iberia quieren explotar en ambos municipios, donde se encuentran ubicados los yacimientos de San José Valdeflórez y Las Navas.

Las minas en sí no reciben subvención del PERTE, pero son el primer eslabón de la cadena de valor y es obvio que las plantas de tratamiento que llevan asociadas solo se harán si se conceden antes los permisos para extraer el litio. En ese sentido la más avanzada en es la de Cañaveral, que tiene ya solicitada desde enero de 2021 la licencia de explotación (técnicamente, el pase a concesión) y está a la espera de recibir el visto bueno medioambiental y el consiguiente permiso para empezar a sacar litio de Las Navas e iniciar la construcción de la planta de procesado.

La inversión anunciada por Lithium Iberia en este proyecto es de 340 millones de euros, con la previsión de crear 430 puestos de trabajo entre la mina y la planta, donde se producirían en torno a 30.000 toneladas anuales de hidróxido de litio durante los 30 años de funcionamiento del complejo.

El otro proyecto minero, el de Infinity Lithium (por medio de su filial Extremadura New Energies) en Cáceres, va más retrasado ya que aún no tiene solicitado el pase a concesión, cosa que prevé hacer antes de que finalice el año. Como en el caso de Cañaveral, los 18,8 millones concedidos en el PERTEno son para la mina, sino exclusivamente para la planta de refinado, si bien la empresa promotora ve esta semana un poco más cerca la posibilidad de sacar adelante la explotación del yacimiento de Valdeflores después de que el Ayuntamiento de Cáceres emitiera un informe técnico que dice que la mina es compatible con el plan municipal de urbanismo siempre que se sitúe a suficiente profundidad. Hay que recordar que la explotación de esta mina sería por completo subterránea mediante galerías, mientras que la de Cañaveral prevé una fase inicial a cielo abierto y después bajo tierra.

También en este mes de noviembre Infinity Lithium ha actualizado los datos definitivos del proyecto que registrará ante la Junta para pedir el pase a concesión. Entre la mina y la planta de Cáceres prevé invertir 1.430 millones de euros, para una producción anual de 33.000 toneladas de hidróxido de litio y 700 puestos de trabajo consolidados durante los 26 años de vida del proyecto.

Amedio camino entre la extracción del mineral con su procesado posterior y la fabricación de baterías hay pasos intermedios en la cadena de valor, para los que también existen proyectos en Extremadura. El más nítido es del de Phi4tech, que por medio de su filial Mindcaps planea crear en Badajoz una fábrica de supercondensadores. Para ello ha recibido una ayuda de 4,7 millones de euros en el PERTE VEC II, en concreto para «la fabricación de nanofibras de carbono de alta área superficial como componente esencial de baterías».

Esta fábrica y el centro adyacente de investigación y desarrollo de nanomateriales para uso de almacenamiento energético contemplan una inversión de unos 100 millones de euros. La planta está estrechamente vinculada con el proyecto industrial y minero de Cañaveral y con la fábrica de cátodos que Phi4tech planea poner en marcha en ese municipio cacereño si la mina se hace realidad. Allí se fabricarían los cátodos de litio para las celdas de supercondensadores producidas en Badajoz, que en principio no serían para baterías de vehículos eléctricos sino para acumuladores de energía destinados a la industria de las renovables.

Para la fábrica de cátodos de Cañaveral Phi4tech anunció 200 millones de euros de inversión y 360 empleos directos.

En el último eslabón de la cadena de valor del litio que se quiere desarrollar en Extremadura se encuentra la joya de la corona: la gigafactoría de Navalmoral. Es el proyecto más grande, el que más dinero ha recibido de la segunda convocatoria de PERTE VEC en toda España y también el que, a día de hoy, está más cerca de hacerse realidad. Los 300 millones concedidos a Envision AESC (200 a fondo perdido y 100 en un crédito blando) servirán para financiar la primera fase de la gigafactoría, en la que la multinacional china tiene previsto invertir 1.311 millones de euros.

El plan es ir completando después la planta en fases sucesivas hasta alcanzar en 2028 una capacidad de producción final de 94,24 GWh (gigavatios-hora), con una inversión total de 5.098 millones de euros, más del doble de la anunciada cuando se dio a conocer el proyecto en junio de 2022. Si llega a materializarse será, con mucha diferencia, la mayor inversión privada en la historia de Extremadura.

Por el momento, Envision AESC España se encuentra ultimando los trámites para la recepción efectiva de las ayudas del PERTE. También está a la espera de cerrar los clientes finales de la macroplanta, si bien Mercedes-Benz ya ha anunciado que sus coches eléctricos llevarán baterías fabricadas en Navalmoral de la Mata.

El próximo paso que se espera por parte de Envision es el anuncio del inicio de las obras en la parcela del polígono Expacio Navalmoral donde se ubicará la gigafactoría.