Rafael Benjumea: «Extremadura ha demostrado que favorece el desarrollo de los negocios»

–¿Cómo llega este proyecto a tierras trujillanas?

-Inversores y accionistas de Diamont me trasladan el mensaje de que quieren hacer una nueva fábrica fuera de Estados Unidos y uno de los enfoques principales es buscar energía eléctrica renovable y competitiva. También me dicen que están mirando diferentes países y España puede ser una de las alternativas. Yo cojo el guante y les digo que nuestro país es la mejor alternativa. ¿Por qué? Porque España cuenta con territorio, con sol, con una tecnología fotovoltaica que es la más competitiva hoy en el mercado y con un entorno regulatorio dentro de la Unión Europea, además de tener una seguridad jurídica y acceso a los mercados financieros. Por tanto, tiene todos los elementos para que un proyecto de estas características sea exitoso.

-¿Y Extremadura y Trujillo?

-Una vez que están dispuestos a llegar a España, Extremadura cumple con todos esos elementos que he expuesto. Además, tiene una Administración, tanto autonómica como local, que ha demostrado durante mucho tiempo que favorece el desarrollo de los negocios. Son pro-emprendimiento, eficientes y ágiles. Por tanto, si busco un sitio con sol, con territorio y una administración que favorezca el desarrollo de los negocios, creo que Extremadura y Trujillo reúnen todos esos requisitos.

-¿Ha pesado la vinculación que tiene Rafael Benjumea con la ciudad trujillana?

-Nuestra vinculación con Trujillo es muy larga y siempre nos ha ido muy bien. Cuando pienso en un sitio, es lo primero que se me viene a la cabeza, porque tiene los elementos y porque en Trujillo veo que las cosas funcionan bien. Además tengo un interés personal, una especial cercanía y mucho cariño.

-¿Qué se pide al Ayuntamiento?

-Pedimos que se nos apoye para que el proyecto sea un éxito. No queremos un trato de favor, ni diferencial. Queremos que el Ayuntamiento empuje y nos ayude para superar las complicaciones que nos vamos a encontrar. Trujillo tiene un polígono industrial con mucho espacio. Por tanto, tiene la capacidad de ofrecer suelo ya urbanizado para poder instalar la fábrica, aunque todavía no está decidido de forma definitiva que vaya ahí. Tiene sitio alrededor para poner la planta fotovoltaica, además de experiencia en el desarrollo de proyectos renovables e industriales. Cuando llamo al alcalde de Trujillo (José Antonio Redondo) para hablar de este proyecto le digo: «Súbete al carro para empujar juntos para que este proyecto sea un éxito». No tuvo ninguna duda. Como siempre me ha pasado con todo lo que he hecho, han sido colaboradores.

-¿Se podrían acortar los plazos dados?

-Tenemos que crear una fábrica y una planta de 120 megawatios. Sabemos los tiempos que requiere. En menos de un año es difícil, y un año y medio es más realista. Además, hay que tramitar la subvención que va a dar la Unión Europea a través de la Junta de Extremadura, así como los préstamos que tenemos que negociar con el Ministerio de Industria. Igualmente, está todo el acuerdo que hemos firmado con el Ministerio y la Junta y eso también tiene sus tiempos de aprobación y ejecución. Por mucho que se corra y que todo el mundo apoye, hay procesos que hay que superar. Además, el procedimiento de Medio Ambiente es exhaustivo y creo además que así debe ser porque tenemos que ser muy respetuosos con el medio ambiente y con el paisaje. Creo que no tenemos que tener prisa. Es un proyecto lo suficientemente importante y bueno para que un escenario de un año y medio o dos años no parezca una eternidad.

-¿En qué línea se ha firmado ese convenio de que hablaba?

-Se ha firmado un convenio por el que la Junta de Extremadura y el Ministerio de Industria se comprometen a trabajar y ofrecer unas líneas de subvención y financiación al proyecto para complementar la viabilidad financiera del mismo.

-¿Ya hay compromisos con cantidades concretas?

-Tenemos idea de lo que queremos, pero no hay nada cerrado. Todavía no hay un compromiso pero sí es verdad que es una condición. Si no se consiguen los fondos, el proyecto no saldrá para adelante. No obstante, la voluntad de la Junta y del Ministerio es total y absoluta, para que vaya adelante y conseguir que estos instrumentos financieros, que ya existen, se puedan utilizar para este proyecto. Soy optimista de que todo pueda llegar a buen fin.

-¿Es una fábrica 'verde'?

-Es cien por cien renovable y hace que se elija Trujillo como destino de la fábrica. Tiene una ventaja, que el producto viaja bien y es un valor diferencial para poder hacer algo en esta zona. Históricamente, esta empresa está más enfocada al mercado de la joyería. La intención, con esa nueva fábrica, es atender la demanda de los semiconductores, porque tiene muchas propiedades que favorece el microchip para la informática.

-Se ha optado por Extremadura y Trujillo en vez de China o Arabia Saudí, ¿por qué?

-Al final, la capacidad de respuesta desde que nos pusimos en contacto con las administraciones ha sido muy importante, así como el compromiso y la coordinación entre las distintas administraciones, que ha sido plena, además de la voluntad política. También hemos empujado entre todos para que fuera la ubicación elegida.

-¿Y ahora?

-Ahora empezamos con un proceso. Tenemos, por un lado, que negociar las soluciones de financiación y por otro lado, conseguir los permisos necesarios para la construcción del proyecto. Lo que queremos, y así se nos ha ofrecido, es que desde las administraciones haya un equipo que esté encima del proyecto desde el primer día. Asimismo, el ayuntamiento de Trujillo y la Junta nos han ofrecido poner a disposición programas de formación para el empleo local. Esta empresa será diferencial. Será un antes y un después desde el punto de vista de Trujillo, con una economía dependiente del turismo. Además, puede atraer otras industrias en el día de mañana.

-Para Powen, ¿qué significa?

-Va a ser el socio desde el punto de vista eléctrico y energético y va a desarrollar la planta fotovoltaica que va a dar suministro eléctrico a la fábrica. Además, ha sido la que ha hecho las gestiones tanto con las administraciones como con la empresa para que se quede en España y en concreto en Trujillo.