Astronomía

Extremadura estrena 2025 iluminada por auroras boreales

Extremadura ha estrenado el año con imágenes insólitas. La región ha empezado el 2025 iluminada por auroras boreales, un fenómeno atmosférico que ha teñido de colores el cielo extremeño y ha dejado estampas históricas e impactantes. Aunque es raro y poco frecuente que se produzcan en la Península Ibérica, en el último año este tipo de episodios se han repetido en varias ocasiones en estas latitudes. El pasado día de Año Nuevo este fenómeno se ha dejado ver de nuevo en comunidades como Aragón, Cataluña, País Vasco e incluso Extremadura.

Durante esos momentos, grupos astronómicos y aficionados a la fotografía han podido contemplar y captar estos espectaculares juegos de colores desde distintos puntos de la región de ambas provincias. Es el caso de Lorenzo Cordero, fotógrafo cacereño y presidente de la Agrupación Astronómica de Cáceres, que vive durante los últimos años muy pendiente del cielo para detectar estos procesos. Hace salidas en grupo y en solitario para observar, fotografiar y realizar una actividad divulgativa del tema. De hecho, él captó el pasado miércoles día 1 de enero la aurora boreal en Extremadura. Se echó a la calle al anochecer y a las 21 horas tomaba una fotografía de este fenómeno desde el risco de la localidad cacereña de Sierra de Fuentes. En la imagen se ve la aurora reflejada en el agua del embalse de Guadiloba.

«Es la cuarta vez que fotografío una aurora boreal en Extremadura en menos de dos años. Es una gran satisfacción. Algo que engancha», dice Cordero.

Este fotógrafo ya tomó una imagen de una aurora boreal en abril de 2023. La instantánea fue captada en Casar de Cáceres y fue elegida por la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) como imagen del día. Fue publicada en la página Astronomy Picture of the Day (APOD). También pudo fotografiarlas en los eventos astronómicos que tuvieron lugar en los meses de mayo y octubre del año pasado. «En el grupo de astronomía hacemos un seguimiento de la actividad solar para saber cuándo puede ser más fácil verlas. Desde verano estoy saliendo casi a diario para tomar fotos. Está siendo un año extraordinario por la intensa actividad solar», apunta.

Estas auroras son el resultado de la interacción entre el campo magnético de la Tierra y las partículas cargadas provenientes del Sol. Aunque suelen verse en las regiones ubicadas en latitudes más altas como Noruega o Islandia, en ocasiones excepcionales como esta, se pueden observar en zonas de latitudes más bajas, como es el caso de España.

El año 2024 ya ha marcado un hito en la observación de las impresionantes auroras boreales, especialmente en los episodios de mayo y octubre, cuando pudieron verse incluso desde la Península Ibérica. En aquel momento, en Extremadura también se pudo disfrutar de instantes únicos.

El motivo de que las auroras lleguen a regiones insólitas, lejos de sus zonas habituales, hay que buscarlo en la actividad solar, tal y como destaca Cordero. Actualmente, el Sol atraviesa el punto álgido de su ciclo solar, conocido como 'pico o máximo solar'. Este ciclo regula periódicamente los niveles de actividad de nuestra estrella. «El viento solar es más fuerte en momentos cercanos a la máxima actividad solar, que se produce en ciclos de entre 10 y 12 años», indican desde la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).

No es frecuente ver el cielo extremeño pintado de rojo, naranja, verde o azul, tomando una apariencia mágica y bella en la oscuridad de la noche. Este fenómeno en el que aparecen luces de colores en el firmamento en realidad lo producen partículas llegadas del Sol que chocan con las partículas de la atmósfera terrestre.

La Tierra es un gran imán con líneas de campo magnético hasta las que llegan las partículas que provienen del viento solar. Normalmente, este viento no alcanza la atmósfera en la latitud a la que se encuentra la Península Ibérica debido a que el campo magnético de la Tierra se encarga de desviar las partículas de ese viento solar.

Esas partículas solo pueden entrar por la parte de la Tierra en la que es de noche y cuando chocan con la atmósfera, se produce una aurora. Dependiendo del átomo con el que chocan, son de un color o de otro. También influye en el color la altura en la que se producen estas colisiones.

Las auroras que se producen en el hemisferio Norte se llaman boreales y las del hemisferio Sur, australes.

Aunque la aurora no llega habitualmente a España, sí ocurre cuando hay tormentas solares intensas. En esas circunstancias, la configuración magnética del entorno terrestre se modifica y es posible contemplarlas desde posiciones más lejos de los polos. «Las auroras polares se observan principalmente en arcos próximos a los polos magnéticos (los óvalos aurorales). Pero si la actividad solar es muy intensa, como actualmente, las eyecciones de masa coronal o erupciones solares atmosféricas pueden intensificar el viento solar y alcanzar la magnetosfera de la Tierra, desencadenando una tormenta geomagnética. Durante estos fenómenos, el óvalo auroral se ensancha temporalmente, lo que permite percibir auroras desde latitudes más bajas», manifiestan desde la Aemet.

Resulta más fácil disfrutar de las auroras boreales cuando se dan ciertas condiciones. Lo idóneo es mirar hacia el norte y contar con total oscuridad, por lo que es importante que desde el punto de avistamiento no haya contaminación lumínica. Así, es necesario buscar lugares alejados de las luces de la ciudad.

Además, es importante que el cielo esté despejado, que no haya nubes que puedan limitar la visibilidad.

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