¿Qué ha pasado este sábado, 6 de diciembre, en Extremadura?
Un técnico de Butano Teófilo instalando un contador individual en un radiador en Badajoz. José vicente Arnelas

Menos de un año para que se extingan las calefacciones centralizadas

El 1 de mayo de 2023 termina el plazo para instalar contadores individuales en los radiadores de cada hogar para ahorrar energía

Domingo, 8 de mayo 2022, 07:35

Hay un bloque de pisos de la calle San Isidro de Badajoz cuyos vecinos se calientan gracias a una calefacción central. Todos pagan igual, una ... cuota que va incluida en la de la comunidad, aunque cuando llega el invierno en el séptimo piso hace más frío que en el primero y cada vivienda tiene un tamaño distinto. Este año se dio por concluida la temporada de calefacción a mitad de marzo, pero en abril hubo que arrancar de nuevo la caldera común porque refrescó de imprevisto. No todos estaban de acuerdo. Las personas mayores eran partidarias, las más jóvenes no y en algunos momentos del día abrían las ventanas para estar a gusto. Esta manera de climatizar las viviendas se va a acabar. En ese piso y en todos los que tengan calefacción centralizada.

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Menos de un año le queda a este sistema que suma demasiadas desventajas, además de ser injusto, tal y como apuntan los administradores de fincas. Pero, sobre todo, se va a suprimir porque no es eficiente para ahorrar energía y por ello el Gobierno aprobó en agosto de 2020 la norma para acabar con las calefacciones comunitarias. Es el Real Decreto 736/2020, de 4 de agosto, por el que se regula la contabilización de consumos individuales en instalaciones térmicas de edificios. Dicho de otro modo, que cada vecino pague lo que consume.

La norma llega tarde pues obedece a una directiva europea de 2007 que en España se ha ido demorando una y otra vez. En Extremadura no abundan los bloques de edificios con calefacción centralizada, pero existen.

Alfonso Pérez, de Unifincas, es además secretario del Colegio Oficial de Administradores de Fincas de Extremadura. Afirma que en esta comunidad suelen estar en barrios antiguos y hay más en Cáceres, ya que son más comunes en el norte, sobre todo en Galicia y Castilla León, donde hace más frío. De hecho, el Real Decreto excluye de la obligatoriedad a las regiones más cálidas porque entiende que ahí no se da derroche de energía.

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Ahorro de hasta el 40%

Pérez en Badajoz gestiona dos comunidades que deberán afrontar este cambio. «Al principio suele haber algo de resistencia por parte de los vecinos porque esto no es como un contador de agua sino que la lectura es más teórica y la gente no va a saber a qué se debe el recibo. En general, las personas mayores son las que se oponen, yo creo que porque todo lo desconocido les da algo de miedo y ellos ya estaban acostumbrados a pagar de una manera su calefacción, pero los más jóvenes están a favor. Por un lado, va a bajar el recibo de la comunidad y a nivel general es más eficiente. Se calcula bajará el consumo de gasoil un 40% ahora que su precio se ha disparado».

Afecta a bloques muy antiguos, donde actualizar cada radiador saldrá por unos cien euros

Pero, sobre todo, este administrador de fincas destaca que es la manera más justa de pagar por calentar tu casa. «Una vivienda de un vecino que en invierno se va de vacaciones no consume, así que ahora solo se le cobrará un mínimo de mantenimiento de la infraestructura».

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José Luis García, otro administrador de fincas en Badajoz, también tiene en su cartera un edificio que deberá acometer este cambio y confirma que al principio suele recibir la negativa por respuesta cuando informa de esta inversión, pero luego explica que se enfrentan a sanciones, además de incidir en que este gasto inicial supondrá un ahorro energético y una distribución del gasto más justa. «No es lo mismo una casa donde viven diez que otra donde vive solo un matrimonio, además de que algunas casas necesitan más tiempo para calentarse, otras menos y en unas prefieren estar a una temperatura y en otras a otra», razona este administrador que en estas fechas se encuentra analizando presupuestos para acometer la transformación ahora que las calderas se acaban de apagar.

Lectura telemática

Butano Teófilo, también en Badajoz, es una empresa que gestiona la calefacción central de una docena de edificios y se encargará de esta transformación en la mayoría de ellas. Su responsable, Ignacio Rodríguez, explica que este repartidor de costes, el cual se monta en los radiadores, funciona a través de un diferencial de temperatura y aplicando un coeficiente se averigua lo que consume cada radiador.

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Los elementos que hay que incorporar van a la llave de entrada y salida de agua, lo que requiere que sean técnicos quienes adapten los radiadores. Después la lectura es telemática, así que no hacen falta más visitas.

Un repartidor de costes vale unos 25 euros cada uno según el modelo y la adecuación de cada radiador sobre 65 euros, por lo que Rodríguez calcula que actualizar cada estancia con radiador sale por unos cien euros. No obstante, apunta que hay excepciones que se basan en que la modificación decretada por el Gobierno no sirva para ahorrar o técnicamente sea posible, lo cual debe certificar una empresa instaladora. «Solo si en el presupuesto se concluye que la instalación de equipos de contabilización individualizada propuestos es técnicamente viable y económicamente rentable, el titular deberá proceder a su instalación», reza el texto del Real Decreto.

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