Del detallito al spa: los regalos al profesor por el fin de curso en Extremadura
La taza con nombres de alumnos ha dado paso a la noche de hotel o la sesión de belleza, ostentosos obsequios que generan un polémico debate en la comunidad educativa
«Hemos perdido la perspectiva. Spa, regalos que superan los 240 euros tras poner 10 cada familia, degustaciones y hasta viajes». Esa es la respuesta ... de un profesor extremeño cuando le preguntan qué regalos han hecho las familias de los alumnos a los docentes por el fin de curso en los últimos tiempos, más allá de las típicas manualidades. A las tazas con los nombres de todos los pupilos se suman ahora incluso bolsos y bisutería de marca.
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«En la mayoría de los casos es poca cosa. Una cesta con embutidos, alguna botella de vino y poco más», dice otro profesor, que en su caso habla por lo que ha visto a sus compañeros. No suele recibir regalos de las familias porque no es tutor de grupos. Otros con más de dos décadas de experiencia ya han presenciado de todo y, aunque la mayoría coincide en que antes se regalaba más, ahora algunos ostentosos presentes son más propios de una boda que de un fin de curso. «Escapadas de fin de semana con una noche en un parador o un pack de sesión de belleza. También ramos de flores, libros y colgantes», cuenta otro maestro.
Prefieren no identificarse porque «es una cuestión que genera polémica en los grupos de WhatsApp de las familias», apuntan. Lo que empezó como un detalle para agradecer la labor de los maestros se ha hecho más grande. De pequeños obsequios a originales regalos y cada vez más caros. «Los padres vienen con presupuestos más altos. También se acercan maestras para comprar detalles a sus alumnos por el fin de curso», cuenta Alessio Baldo, que está al frente de la tienda Spritzart en Cáceres, acostumbrada a vender artículos de regalo para profesores durante el mes de junio.
Lo dice mientras muestra una taza en la que se lee la frase 'Best Teacher' (mejor profesor en inglés). Es una costumbre que se ha extendido por todo el país y en algunas regiones ya hay colegios que se han plantado ante esta práctica, como en Cataluña, donde varios centros educativos los han prohibido o pedido a las familias que no se hagan. Consideran que estos obsequios cruzan la línea de lo que se entiende como un gesto de agradecimiento a la labor del profesor durante todo el curso.
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«Hemos perdido la perspectiva. Regalos de 240 euros tras poner cada familia 10 y hasta viajes», dice un director de colegio
«En la mayoría de casos es poca cosa. Una cesta con embutidos, alguna botella de vino y poco más», comenta un profesor
En Extremadura aún no ha habido centros que abiertamente limiten esta costumbre. «Es algo que sale directamente de las familias y es difícil eliminarlo», indica el director de un colegio de la provincia de Badajoz.
La Junta de Extremadura no tiene ninguna normativa al respecto y, por ahora, los colegios no han adoptado en sus reglamentos medidas para limitar estos regalos, algo que sí han hecho, por ejemplo, con el consumo de alimentos en las aulas por las celebraciones de cumpleaños.
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Grupos de WhatsAPP
«No estoy en contra de esta costumbre siempre y cuando se haga con coherencia, sea un detalle y se realice de manera voluntaria para reconocer la labor docente. El problema es que esto empieza porque una madre hace un grupo de WhatsApp para invitar a participar a las demás y el conflicto llega cuando de algún modo se obliga a pasar por el aro», especifica otro docente.
En ese sentido, los padres hablan. «En el grupo, este año comentaron que una opción podía ser regalar un spa, pero me negué y propuse que se hiciera algo realizado por los alumnos», apunta una madre cacereña. «Ante la duda, en el colegio de mis hijos ha habido quien ha preguntado a los profesores que les gustaría recibir», añade una madre de Badajoz.
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Un gasto de 3,70 euros por familia extremeña
Los padres extremeños destinan de media 3,70 euros por niño, diez céntimos menos que la media nacional, a los obsequios para profesores por el fin de curso, según una encuesta con datos de 80.000 clientes de la tienda online de regalos personalizados 'Mrbroc'. Los cántabros, castellanoleoneses y vascos son los que más destinan, con una media de 5,28, 4,50 y 4,40 euros, respectivamente; mientras que los melillenses y catalanes están a la cola, con una media de 3 y 3,36 euros de gasto por familia.
Propuestas para todos los gustos, aunque la mayoría de las familias se guían por reglas que, pese a no estar escritas, coinciden. Suelen regalar cuando los pequeños terminan una etapa educativa y cambian de tutor. Lo habitual es entregar detalles, de forma voluntaria, que no supongan una cantidad económica alta.
«Tengo dos hijos. La mayor acaba 6º de Primaria y al tutor se le ha regalado un detalle, de participación voluntaria y que se ha comentado en el grupo como una muestra de agradecimiento. El pequeño no termina ciclo y aún no se ha hecho regalo», explica María Jesús Martín, madre en el colegio Puente Real de Badajoz.
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La práctica de regalar a los docentes no se prohíbe en centros de la región, algo que sí ha sucedido en otras comunidades
«Se suele hacer regalo cuando el alumno finaliza un ciclo y normalmente participa todo el mundo. En alguna ocasión, hay madres que han propuesto hacerlo sin que termine una etapa y las demás familias suelen decir que no procede», indican desde la ampa del colegio Juan Vázquez de la capital pacense.
Asimismo, los profesores y directores de centros afirman que a medida que los alumnos crecen hay menos regalos para los docentes. «Es sobre todo en los grupos de los pequeños y se hace como un reconocimiento al finalizar el ciclo. En ESO y Bachillerato es menos común», dice Francisco Álvarez, director del colegio Licenciados en Cáceres. «Yo he visto ramos de flores a maestras o pequeños detalles a profesores. Es algo que transciende al ámbito académico», concluye.
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