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En el centro Isidro Hurtados (presidente de los regantes) junto a la consejera García, ayer, en Mérida. BRÍGIDO
El regadío de Tierra de Barros costará 250 millones y no estará antes de 2026

El regadío de Tierra de Barros costará 250 millones y no estará antes de 2026

La mejora de la seguridad de las balsas y una fotovoltaica para ahorrar energía sube la inversión 55 millones sobre la última cifra conocida

CELESTINO J. VINAGRE

MÉRIDA.

Martes, 17 de noviembre 2020

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Uno de los proyectos más importantes para el campo extremeño tendrá 55 millones más de coste y fija el horizonte en 2026. El regadío de Tierra de Barros, para llevar agua a 15.170,97 hectáreas de doce localidades, costará 250 millones frente a los 195 previstos hasta el año pasado. Las obras, estima Agricultura, no empezarán hasta 2023. La Junta ha decidido que el regadío se activará en su totalidad, no por fases. Esto implica que aunque se vayan terminando las actuaciones en diversos sectores y se pudiera coger agua de Alange y Villalba, no será así hasta que se culmine toda la infraestructura.

La consejera Begoña García Bernal aseguró ayer que los agricultores no deberán poner más de los 66 millones comprometidos. El resto se lo repartirán los Gobiernos central y extremeño. En cualquier caso, Extremadura confía en que buena parte de la financiación puede llegar gracias a los fondos extraordinarios que ha puesto la UE para afrontar la crisis económica a causa de la pandemia.

El proyecto se encarece porque se construirá una planta fotovoltaica (19 millones) con la que se reducirá la factura energética y por mejoras en las condiciones de seguridad de las balsas (20 millones). Se distribuirá agua entre 6.586 parcelas de 1.200 regantes.

El Gobierno regional inicia la evaluación ambiental para la declaración de impacto y la petición de concesión hídrica ante la Confederación del Guadiana. El presidente de la comunidad de regantes, Isidro Hurtado, asumió que el regadío «no tiene marcha atrás» y los agricultores mantienen su ilu

22 años de promesas

  • Diciembre de 1998. El consejero de Agricultura, Eugenio Álvarez, anuncia, tras una Conferencia Sectorial presidida por la ministra Loyola de Palacio, que la Junta apostaba por el regadío en Tierra de Barros. Se haría, dijo, entre 2008 y 2016. El Gobierno de Aznar no lo contempló en el Plan Nacional de Regadíos.

  • Mediados de 2014. El Ejecutivo de Monago elabora un anteproyecto. Se crea la comunidad de regantes y se define el número de agricultores dispuestos a participar. Regar costaría 130 millones (primero se dijo 90). Y se dice que las obras empezarían en 2016 y estarían acabadas en 2018 o 2019.

  • Septiembre de 2015. El Gobierno de Vara se reúne con los agricultores. Presenta el anteproyecto a la ministra Isabel García Tejerina, quien asegura desconocer el plan. Se fija el coste: 195 millones.

  • Febrero de 2018. El Gobierno de Rajoy rechaza financiar el proyecto de regadío. La Junta dice que sigue adelante y busca alternativas.

  • Enero de 2019. El Ejecutivo de Pedro Sánchez, a través del ministro Luis Planas, se compromete a la financiación del regadío con un tercio del presupuesto final. Y lo declara de interés general dentro de la ley de Presupuestos Generales, que no consigue aprobar.

  • Noviembre de 2020. La Junta presenta el proyecto final. El coste, 250 millones (95 más de la última cifra conocida). Asegura que las obras se iniciarán en 2023. El Gobierno vuelve a incluir la declaración de interés general en los presupuestos.

Mientras, García valoró que en los Presupuestos del Estado se incluya un anexo, sin partida económica, declarando al regadío de Tierra de Barros de interés general. «Aparecerá en los Presupuestos de 2022 y sucesivos».

«Sin dinero es lo de siempre, renovar las promesas para no hacer nada», criticó ayer el PP.

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