El coronel de la base cree que «hay industria nacional preparada» para mantener los F-5
Los aviones de enseñanza de caza y ataque del Ejército del Aire se acercan al final de su vida útil sin poder contar con la empresa israelí que se ha encargado de actualizarlos durante 55 años
En la retórica militar, ha reconocido esta mañana tras un acto el coronel de la base aérea de Talavera la Real, Daniel Fernández Bobadilla, no ... gusta hablar de aviones «viejos» sino «veteranos». Lo que nadie sabe aún es cuánto le queda para la jubilación a los 19 reactores supersónicos F-5 que aún están operativos en el Ala 23 y que han formado -y seguirán haciéndolo este curso que ahora empieza- a centenares de pilotos de combate en España desde la base ubicada en Extremadura.
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Hay que tener en cuenta que los F-5 llegaron al Ala 23 en 1970 y han tenido que ser actualizados varias veces, la última vez en 2005. Esta tarea depende de empresas israelíes con las que podría dejar de trabajar el Gobierno español por las tensiones diplomáticas actuales. Este cese de relaciones afecta a muchas otras facetas que tienen que ver con la defensa nacional. Pero en el Ejército del Aire esto no preocupa, ya que lo que toca ahora respecto a los aviones F-5 es el «sostenimiento», no la modernización.
«La flota (de F-5) está operativa y como estamos ahora podemos seguir volando hasta el final de su vida. Con las herramientas que tengamos tomaremos las soluciones que necesitemos. El Ejército del Aire tiene capacidad para que cumpla la misión que tiene asignada, que es formar a los nuevos alumnos», ha explicado esta mañana desde Talavera la Real el general Saiz Quevedo, director de enseñanza del Ejército del Aire. Por su parte, el coronel Fernández, ha recalcado que «todo avión que sale a volar está en las mejores condiciones», si bien ha reconocido que ya no es fácil conseguir repuestos para los reactores actuales, del fabricante norteamericano Northrop. De no poder contar con la empresa israelí que se encarga de la aviónica de los F-5, el coronel Fernández Bobadilla cree que esto será «un reto para el Ejército del Aire», si bien considera que «hay industria nacional preparada y un mando de apoyo logístico en Madrid».
En cualquier caso, ha concluido, «para los años que le quedan no va a sufrir ninguna modernización, ya es solo sostenimiento hasta el final de su vida operativa con el máximo número de aviones en vuelo que nos permita sacar los cursos adelante».
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Sin plazo para los Hurjet turcos
Está confirmado que serán los Hurjet turcos, más ligeros, con mayores capacidades y cuyo primer prototipo voló en 2023, los aviones de caza y ataque que reemplazarán a los F-5 con los que aprenderán a combatir los futuros alumnos, considerados como la élite del Ejército del Aire. Por eso no se habla de aviones sino de «sistemas», ya que implica un conjunto de elementos para abordar esa formación, como los simuladores y los propios docentes. Las fechas deslizadas por el ministerio de Defensa para ese relevo han sido 2028 y 2030. Esto hace pensar que al menos quedan dos promociones más volando en los F-5. Incluso es posible que los veteranos F-5 convivan durante un tiempo con los nuevos Hurjet, según ha reconocido el coronel Fernández Bobadilla este miércoles durante un acto en la base, donde ha explicado a los periodistas que que los Hurjet tienen capacidades superiores, sus simuladores son más reales y mejora la eficiencia de la enseñanza, por lo que ahorrarán dinero a la hora de enseñar a combatir a los pilotos.
«Si el Ejército del Aire incorpora un nuevo sistema de armas hay un plan de implantación con todos los detalles, desde la entrega del fabricante y las unidades que se incorporan progresivamente a una transición hacia ese avión que requiere un entrenamiento, ya que no por ser piloto de este F-5 vas a saber volar el nuevo avión. Estamos a unos cuantos años vista de ese momento, pero será una transición fluida a la que el Ejército del Aire está muy acostumbrado en la Academia del Aire. La hemos hecho recientemente con el Pilatus (Escuela de Vuelo Básica) y con el A-400 (de Transporte)», ha manifestado hoy en la apertura de curso 2025/26 y la presentación de los ocho alumnos y una alumna más sus profesores.
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Durante el acto se ha hablado repetidas veces de esta «transición», también de las 175.000 horas de vuelo que cumplieron en mayo de este año los F-5 que llegaron a la base en 1970 y que por tanto tienen 55 años. No hay que pasar por alto que antes de los F-5 los pilotos de combate españoles se formaron en Talavera la Real con el F-86 (1954-1973) y el F-86 (1958-1969).
El F-5 tienen por tanto 55 años, pero el próximo reemplazo aún es una incógnita. Incluso para el general Rafael Saiz Quevedo, director de enseñanza de 12 centros docentes militares con más de 4.000 alumnos que van desde oficiales y suboficiales a pilotos, mecánicos, controladores o paracaidistas. «La fecha concreta seguramente sufra variaciones porque cuando entra un sistema nuevo y complejo como el que Ejército del Aire ha adquirido hay variables que influyen. Espero la flota y el sistema que tenemos ahora mantenga el nivel que nosotros deseamos con las próximas promociones», ha señalado el general responsable de la formación de los pilotos del Ejército del Aire.
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