Los acusados de matar al ganadero de Feria planearon el asalto tres meses antes
La Guardia Civil cree que fue idea del extrabajador de la finca y que buscaron a un sicario para utilizar la violencia si no les decían dónde estaba el dinero
No iban a robar cerdos, iban a por dinero. Y tenían planeado utilizar la violencia, hasta el punto de agredir sexualmente a la mujer si ... el matrimonio se negaba a decirles dónde escondían los billetes procedentes de la venta de los cerdos.
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Es lo que aseguran los agentes de la Guardia Civil que investigaron durante un mes la muerte violenta del ganadero de Feria. Lo hacen basándose en las conversaciones que mantuvieron los investigados en los tres meses anteriores al robo. «A mí me queda claro que Antonio Jesús (el extrabajador de la finca) y José Manuel organizaron el asalto», dijo el capitán de Policía Judicial de la Comandancia de Badajoz.
Él fue el encargado de explicar al jurado que desde el inicio decidieron entrevistarse con las personas que habían trabajado en la finca desde 2019, razón por la que hablaron con Antonio Jesús, despedido «de forma poco amistosa».
La primera vez que se entrevistó con la Guardia Civil no existían cargos contra él, pero a los investigadores les extrañó que en pleno mes de junio usara guantes. También que después de sonarse la nariz se levantase para tirar el pañuelo de papel pero finalmente se lo guardase.
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Esos detalles les hicieron sospechar que no estaba interesado en que los agentes tuviesen su ADN, algo que cobró mayor valor cuando en la lista de los teléfonos que se conectaron la madrugada del crimen al repetidor de Feria el primero que apareció fue el suyo. Además, dos cámaras de tráfico situadas en las proximidades de Sevilla situaron su vehículo en el entorno de la capital hispalense. «Pero él nos había dicho que desde las 18.00 horas del día anterior estuvo en Olivenza y que no se movió hasta cinco o seis días después».
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Esa contradicción llevó a los agentes a realizar un seguimiento de este sospechoso hasta la localidad sevillana de Castilblanco, donde se reunió con José Manuel y Daniel, los otros dos procesados.
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Las pesquisas avanzaron cuando la viuda del ganadero reconoció la fotografía de Daniel como el hombre que, a cara descubierta, la apuntó mientras se produjo el asalto. Y a ello se unió que los coches de los tres fueron grabados el mismo día en el que se produjo el asalto en las proximidades de Feria. «No se veían las matrículas pero esos tres coches que iban bastante seguidos se correspondían con los modelos de sus vehículos».
El círculo se completó cuando las operadoras telefónicas confirmaron que los repetidores de telefonía de Zafra y Feria registraron la conexión de los teléfonos móviles de los investigados.
Lo siguiente para la Guardia Civil fue solicitar al juez el 'pinchazo' de sus móviles, lo que permitió saber que hablaban continuamente de la dificultad que tenían para colocar billetes de 500 euros.
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Todos esos elementos hicieron posible que el juzgado autorizase la detención de las tres parejas que se sientan en el banquillo y la de una séptima persona a la que podrían haber confiado la venta de las escopetas.
De todos ellos, sólo Daniel y Victoria declararon en sede policial. El resto guardó silencio. «La declaración de Daniel nos ayudó a unir lo que ya pensábamos desde un inicio. En ese momento sí fue una ayuda», indicó el capitán de Policía Judicial.
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Los repetidores de telefonía y las cámaras de tráfico situaron los móviles y los vehículos en la zona del delito
Una vez que se desveló quién había hecho el disparo, quedaba pendiente saber el grado de colaboración de cada uno de los investigados. Sobre la participación de Antonio Jesús, José Manuel y Daniel no parecen quedar dudas. Pero no existe la misma certeza con sus parejas. «Ana María y Victoria conocían el plan, ellas participaron activamente. De hecho, tanto ellas como sus parejas fueron condenados por otro robo en una casa de Olivenza cometido poco antes. Para nosotros eran un grupo organizado».
No existe la misma certeza con Laura, la pareja de Daniel. En su móvil aparecieron dos fotografías hechas durante el robo en las que se veían sendos fajos de billetes de 50 euros, pero no había conversaciones refiriéndose a los preparativos por lo que las pruebas contra ella con menos contundentes.
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