La aceituna, el aceite de oliva y el vino extremeño, en alerta ante los aranceles
Los bodegueros que empiezan a llevar cava al gigante americano temen que les graven con un 25% como les pasó con los blancos en 2017
Todo el mundo pendiente de Donald Trump. Extremadura sobre todo de cómo ejecuta su aviso de imponer aranceles a productos procedentes de nuestro país. El ... sector agroalimentario extremeño es el que más inquietud tiene. El último en sumarse a ese sentimiento es el vinícola. Además de tintos y blancos, se empieza a exportar aunque de forma moderada cava de Almendralejo a Estados Unidos, que es el principal comprador de vinos españoles.
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Extremadura exportó en 2023 por valor de 45,1 millones de euros al país americano. Fueron tapones de corcho aglomerado, aceitunas, tomate y fundición de hierro y acero, básicamente. El vino es aún un atractivo incipiente para los norteamericanos pero con expectativas de crecimiento.
«Estados Unidos es un mercado interesante para nosotros. Es un buen consumidor de vinos y últimamente de cava», indica a HOY José Ortiz, uno de los dos socios de Bodegas Orán, deAlmendralejo. «En cuanto a calidad/precio nuestro vino es muy interesante para los consumidores estadounidenses. Hemos abierto mercado en Nueva York y en Nueva Jersey. Vendemos unas 4.000 botellas de cava allí», explica Ortiz, quien indica que lleva más o menos una década exportando a Estados Unidos, aunque ha sido recientemente cuando las ventas han subido.
«Nos llaman allí la California de España por nuestros vinos. Esperemos que no haya muchas trabas ahora con Trump para seguir vendiendo», agrega el bodeguero de Almendralejo.
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Estados Unidos se ha situado como el segundo gran mercado de recepción del cava español, con 12 millones de botellas, explica el consejo regulador de la denominación de origen Cava.
«Hay que negociar. Y por lo menos a corto plazo mantener la prórroga hasta 2026 de que no hubiera aranceles en el vino que fijó el expresidente Joe Biden», dice José Luis Benítez, director general de la FEV. Es la Federación Española del Vino, la organización más representativa del sector bodeguero español, agrupa a elaboradores y comercializadores.
«Nuestro vino en EE UU es muy interesante en cuanto a calidad/precio. Hemos abierto mercado»
José Ortiz
Bodegas Orán
En el primer mandato de Trump como inquilino de laCasa Blanca, en 2017, la Administración norteamericana fijó que los vinos espumosos procedentes de la Unión Europea no tendrían arancel. Para el resto de los vinos con un graduación igual o inferior a los 14 grados impuso uno del 25%. En cambio, no se impuso ningún arancel adicional sobre los vinos de más de 14 grados.
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Según la graduación
La graduación alcohólica del vino tinto, el más exportado por España a Estados Unidos, suele rondar entre los 13 y 15 grados. Como era previsible, las exportaciones de vino de 14 grados o menos se redujeron notablemente durante el periodo en el que los aranceles estuvieron en vigor. En cambio, aumentaron las exportaciones de vino de más de 14 grados.
«Nos afectó ese arancel aunque, vistos otros sectores como el de la aceituna o aceituna de mesa, pudo ser peor», relativiza José Ortiz. Para José Luis Benítez, lo «importante es que nos pongamos a negociar. Me refiero a la Comisión Europea con el Gobierno de Estados Unidos. Tenemos una prórroga de no aranceles que llegó con Biden y esa prórroga cumple el próximo año».
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El director general de la FEV recuerda que EE UU es el primer destino del vino envasado en España y supone unos ingresos anuales de unos 300 millones de euros para el sector vinícola nacional. El gigante americano acapara el 10% de las exportaciones de vinos españoles.
«Si se negocia y se pone un arancel, que sea mínimo. Casi insignificante. Y que sea recíproco. Es decir, lo que se fije para el vino que llegue de Estados Unidos a Europa sea igual para el que vendamos nosotros allí», agrega Benítez. «El sector del vino está expectante por lo que pueda hacer Trump. Quiero ser optimista», concluye.
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El reelegido presidente norteamericano, partidario de un radical proteccionismo, prometió hace unos meses imponer aranceles mínimos de un 10% a cualquier producto que quiera entrar ea partir de este enero, cuando ha empezado (otra vez) su mandato.
Una promesa que ha causado mucho temor en algunos sectores que ya han sufrido las consecuencias de esa política. La aceituna de mesa negra ha notado un descenso abrupto de las ventas desde 2017, cuando Trump ya la gravó con un 35%. Ahora la desazón se traslada al aceite de oliva, la aceituna de mesa verde y en general a cualquier artículo que vaya a llegar a las estanterías de los norteamericanos.
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Otro sectores económicos extremeños, en cambio, están más tranquilos. De salida. «Tenemos un buen mercado allí. Por el momento no tengo inquietud con Trump porque el tapón de corcho aglomerado que vendemos en Estados Unidos no tiene sustituto allí», confirma a este diario Joaquín Herreros, director de calidad de la empresa Corchos DIAM, de San Vicente de Alcántara.
Las exportaciones españolas de aceituna negra caen un 64%
«En campaña electoral dijo que pondría un arancel general de un 10% a todos los productos agroalimentarios, un 25% en el caso de los procedentes de México. No sabemos si eso quiere decir que se sumará al 35% o al 31%, en el menor de los casos, que ya tiene la aceituna negra. Significaría un 45% de arancel», expresa Manuel Zambrano, responsable de la sección de aceituna de aderezo del grupo Viñaoliva. Los aranceles a la aceituna negra ha hecho que España haya perdido un 64% de las ventas a EE UU en siete años. Estados Unidos es el principal importador de aceituna negra. Los productores españoles han perdido 280 millones desde 2017 por los aranceles. EE UU no ha dejado de consumir ese producto sino que se lo ha comprado a otros países como Egipto, Turquía o Portugal. Ahora España vende 23.000 toneladas mensuales de aceituna negra a Estados Unidos. De ellas, unas 2.000 son extremeñas.
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