Al rescate de los huevos de la cigüeña negra

La cigüeña negra, una especie en extinción que goza en Extremadura de uno de sus refugios más importantes, movilizó hace unos días en el Parque Nacional de Monfragüe a varios agentes del Medio Natural, cuya actuación permitió rescatar una docena de huevos que de lo contrario habrían sido arrastrados por el río. El motivo de la intervención fue la crecida del Tajo y algunos de sus afluentes, consecuencia de las últimas lluvias y de la existencia de varios embalses que inciden sobre los cauces que atraviesan la zona, fundamentalmente el de Alcántara.

El 20 de abril, en este pantano -el segundo más grande de España tras el de La Serena- cayeron 19 litros por metro cuadrado. Es la fecha de este año en la que más aporte ha recibido por precipitaciones. Al día siguiente, un equipo de agentes del Medio Natural tuvo que rescatar cinco huevos de cigüeña negra, una especie que tiene la costumbre de fabricar sus nidos en sitios que queden cerca del agua. De las trescientas parejas reproductoras que hay en la Península Ibérica, doscientas están en Extremadura, y 28 de ellas en Monfragüe.

Por la mañana temprano, los agentes montaron en una barca y llegaron por agua hasta el lugar exacto en el que estaba uno de los nidos que con la subida del nivel del cauce estaban contando las horas para ser arrastrado por la corriente. En los días anteriores, el personal que participó en esta actuación había constatado que el volumen de agua de varios ríos estaba creciendo al ritmo de un metro cada 24 horas.

Una vez que llegaron al nido, ubicado junto al Salto del Gitano -el farallón que es el lugar más visitado del Parque Nacional-, los trabajadores de la Junta de Extremadura recogieron los dos huevos que había en el nido y los depositaron en una incubadora que les proporciona el calor necesario para que sobrevivan las crías que hay dentro. Unos metros más arriba del nido amenazado por el agua, colocaron otro previamente fabricado por los agentes, y en el que depositaron huevos de gallina, una maniobra que suele realizarse para tratar de engañar a la madre. Los huevos rescatados fueron trasladados al Centro de recuperación de la fauna y educación ambiental de Sierra de Fuentes, donde reciben los cuidados oportunos para que puedan salir adelante, nazcan los pollos y así contar con nuevos ejemplares de la especie.

La segunda actuación

Esa misma mañana hubo que hacer una operación similar en un paraje ubicado en el término municipal de Serradilla, en la Zona Periférica de Protección. En esta segunda intervención se salvaron tres huevos, que fueron trasladados a Sierra de Fuentes junto a otros siete recopilados en los días anteriores y posteriores en otros lugares del Parque.

«No es la primera vez que tenemos que mover un nido porque el río amenaza con llevárselo por delante, pero sí es la primera vez que nos ocurre que en esos nidos haya huevos», explica Ángel Rodríguez, director de Monfragüe. «En ocasiones anteriores -amplía- ha ocurrido algo parecido a esto pero más adelante en el calendario, a finales de mayo, cuando en esos nidos ya no hay huevos sino pollos».

En cualquier caso, la actuación ha permitido salvar a esas crías. Y además, detalla Rodríguez, la vigilancia a las madres de esas crías ha permitido advertir que muy probablemente, han depositado en los nidos artificiales nuevos huevos. «Al final, el resultado ha sido muy bueno», valora el director, que explica que lo ocurrido se debe básicamente a que «varios ríos crecieron mucho en muy poco tiempo». Son las consecuencias de la lluvia acumulada, que por otra parte, facilita que Monfragüe sea en estos días un sitio especialmente fotogénico.