Dónde desayunar, tapear o comer de camino a las playas andaluzas este verano

Seleccionamos bares y restaurantes de Fuente de Cantos y Monesterio expertos en atender a veraneantes en ruta

E. S.

Miércoles, 23 de julio 2025, 15:01

Aquí no hay playa, pero en Huelva y Cádiz, sí. ¡Vamos a la playa! Aprieta el calor y comienza el gran éxodo extremeño en busca de los arenales del sur. Coches llenos de niños, suegras, cubos, palas, sombrillas, tumbonas y flotadores parten de Cáceres y Badajoz camino de Chipiona, Chiclana, Valdelagrana e Isla Canela. La ceremonia es la misma año tras año, verano tras verano. Se suceden las generaciones, pero no cambian las preguntas ni las quejas: «Cuánto falta… Cuándo llegamos… Tengo hambre… Tengo pis… Cambia la canción...».

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Entre junio y septiembre, los viajes a la playa cumplen con un rito sagrado: antes de salir de Extremadura hay que parar, ya sea en Fuente de Cantos, ya sea en Monesterio, a desayunar, a picar algo, a comer… Para orientarles en sus viajes al sur, En Salsa ha hecho la ruta de las playas 'extremeñas', deteniéndose en bares y restaurantes para confeccionar esta guía de los mejores lugares para desayunar unos buenos churros, comer un rico bocadillo de jamón o almorzar en restaurantes de exquisita cocina. ¡Vámonos!

Uno de los míticos de este ilusionante camino a la playa es la Venta El Culebrín, también en la misma autovía. Su lema «de la dehesa a la mesa» ya avisa de que su especialidad son las carnes ibéricas a la brasa. Es un establecimiento tranquilo y tradicional, con la solera de una venta antigua a la que no le faltan los detalles rústicos ni taurinos en la decoración. Tiene varias mesas en la terraza y un punto de venta de productos extremeños.

Los viajeros que tienen más tiempo programado para su parada pueden entrar en Monesterio y dar un paseo por sus calles para activar la circulación. Al lado del Museo del Jamón de Monesterio está Sdm Restaurant, un bar conocido por sus bocadillos de jamón (el pan utilizado es de baguette, pero lo ponen calentito). Si los veraneantes son de madrugar (es bien sabido que los párpados pesan menos cuando suena el despertador a las seis de la mañana para hacer un trayecto por placer que para ir a trabajar), y a su paso por Monesterio todavía no es hora del aperitivo, una maravillosa opción de desayuno estival, aprovechando que en verano nos tomamos más licencias con la dieta, son los churros de El Melli. José Eugenio Vázquez, conocido como 'Melli', aprendió a hacer churros enSevilla y cuando montó el negocio, hace ya once años, desarrolló su 'churro de autor'. Hizo una fusión entre la receta tradicional y la sevillana y así consiguió diferenciarse de sus competidores. Abre de 06.00 a 11.30 y también tiene tostadas.

Para comer muy bien dentro de este pueblo proponemos tres opciones: El Rinconcillo, Honky Tonk Taberna Extremeña y Los Templarios. El primero de ellos, El Rinconcillo, está recomendado por la Guía Repsol y puedes leer la crítica aquí. Su cocina está fundamentada en la dehesa extremeña, como casi todos los restaurantes de la zona. Si vamos a pasar una temporada en la playa, entre coquinas y espetos, no viene mal despedirse de la región con un buen banquete de ibéricos. Pues bien, en el establecimiento que nos ocupa ofrecen 'hamburdehesas' elaboradas con presa ibérica y carne de retinto. También tienen una carta de tapas especialmente para el verano: ceviche de corvina, tosta de anchoas de Castro Urdiales, salmorejo de remolacha, ensaladilla de gambas...

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En Honky Tonk Taberna Extremeña llevan al dedillo eso de que «del cerdo se aprovechan hasta los andares». En sus paredes tienen dibujado uno –ibérico– en el que se aprecian todas las partes comestibles del mismo, que son, básicamente, todas. Este local tiene una excelente relación calidad-precio, siendo lo más caro de la carta la ración de jamón ibérico de bellota de Monesterio. Sin embargo, merece la pena, pues es de categoría y muy generosa. También ofertan cochinillo ibérico a baja temperatura, presa ibérica a la brasa sobre verduritas agridulces y un sublime salmorejo de remolacha con loncha de jamón, bacalao ahumado, frutos secos y pimientos guisados, entre otras cosas.

De Los Templarios hemos hablado en estas páginas. Nuestro crítico gastronómico, Don Poleo, viaja y come sin parar, y hace unas semanas se posó en este restaurante, del que dijo que eran maestros en cocinar el ibérico. De hecho, hasta su ensalada es ibérica. Pero si algo fascinó a nuestro experto fue el cachopo. Lo catalogó como «insuperable» y además, describió cómo sedujo su paladar en un juego de sabores y texturas delicioso. Con semejante crítica, sabiendo lo exquisito que es Don Poleo a veces, es casi obligatorio probarlo.

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