Receta de tortilla de patatas con salmón

300 g de patatas para freír

200 g de salmón fresco (sin piel ni espinas)

100 g de bimi (o ramilletes de brócoli)

6 huevos camperos

2 yemas de huevo

1 cebolla

Aceite para freír

Sal

Pela las patatas y córtalas en láminas finas de 3 mm de grosor más o menos, o como suelas hacer para la tortilla normal. Pela también la cebolla y córtala en juliana fina.

En una sartén grande, calienta abundante aceite y fríe las patatas junto con la cebolla a fuego medio-bajo. Remueve de vez en cuando para que no se peguen y se cocinen de manera uniforme. Cuando estén tiernas, sube un poco el fuego y espera a que haya algunas que se doren ligeramente, sácalas y déjalas escurrir en un colador de acero inoxidable para eliminar el exceso de aceite.

Mientras se fríen las patatas, pon una olla con agua a hervir y añade una pizca de sal. Corta el bimi en trozos de 1 cm de largo. Echa el bimi a la olla y cuece durante unos 4 minutos, hasta que esté tierno pero aún crujiente. Luego, escúrrelo y pásalo a un bol con agua fría para cortar la cocción y mantener su color verde brillante. Escurre de nuevo.

Limpia el salmón retirando la piel y cualquier espina que pueda tener. Cótalo en trocitos pequeños, de tamaño de un dado o así. Si ves que el pescado suelta algo de agua, sécalo ligeramente con papel de cocina antes de saltearlo.

En otra sartén, añade un poquito de aceite y caliéntalo a fuego medio. Incorpora el salmón cortado en trozos pequeños y rehógalo durante 2 o 3 minutos, removiendo, hasta que cambie de color y pierda el aspecto crudo. No hace falta cocinarlo en exceso porque terminará de hacerse dentro de la tortilla.

En un bol grande, bate bien los huevos junto con las yemas. Una vez batidos, añade 1 cucharadita de sal.

Añade las patatas y la cebolla escurridas, el bimi cocido y el salmón salteado. Mezcla todo con suavidad, que no se rompa mucho el salmón y que se integren bien los ingredientes.

Engrasa una sartén mediana con un poco de aceite y caliéntala a fuego medio. Vierte la mezcla y cocina la tortilla a tu gusto, dejando que cuaje por un lado antes de darle la vuelta con la ayuda de un plato o tapa. Déjala más jugosa o más cuajada según prefieras. Una vez lista, pasa la tortilla a un plato y sirve.