Un trabajador descansa en un banco. Javier Sánchez

Los trabajadores que retrasan su jubilación se disparan un 25% tras las últimas mejoras

El Gobierno ultima más incentivos para reactivar a los ya pensionistas después flexibilizar el retiro activo y registrar un 'boom' en mayo

Miércoles, 9 de julio 2025, 00:02

Los españoles están cambiando sus comportamientos de cuándo y cómo abandonar el mercado laboral y poco a poco se van europeizando tras las últimas reformas ... de las pensiones. Si la jubilación demorada ya estaba siendo todo un éxito tras los nuevos cheques que permiten cobrar de golpe hasta 13.500 euros por cada año que se retrase el retiro, los últimos cambios introducidos por el Gobierno que entraron en vigor el pasado 1 de abril han acelerado este fuerte repunte hasta el punto de que los trabajadores que retrasan su retiro de forma voluntaria se disparan más de un 25% en lo que va de año, según los últimos datos publicados por el Ministerio de Seguridad Social.

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Un total de 17.650 personas han accedido a la jubilación demorada en los cinco primeros meses, apenas una persona menos que en todo el ejercicio 2022 y muy por encima de las cifras acumuladas en los años precedentes. De esta forma, en menos de un lustro esta modalidad de retiro que era muy minoritaria se ha duplicado con creces y ha superado por primera vez en 2025 la barrera del 11%. Y todo hace prever que se triplicará en los próximos años y llegará a representar el 30%, según estimaciones de la Airef. Esto ha retrasado en más de un año la edad efectiva del retiro desde 2018, que se sitúa ahora en 65,2 años. Gracias a esta demora cerca de 7.000 trabajadores recibieron el año pasado un cheque de unos 18.000 euros de media.

Este fuerte acelerón a lo largo de este año puede deberse a dos mejoras que ha introducido el Gobierno en la última reforma: a partir del segundo año se puede cobrar el incentivo cada seis meses (un 2% más de pensión o la cantidad correspondiente a tanto alzado) y no hace falta esperar a cumplir un año entero; y también desde abril estos incentivos por demora son compatibles con la jubilación activa, algo que hasta entonces no se permitía. Desde el Ministerio de Seguridad Social, no obstante, son prudentes y reconocen que no saben si es consecuencia de los últimos cambios o simplemente que estos incentivos se conocen cada vez más.

11,4% de todas las jubilaciones son demoradas, más del doble que en 2021, antes de la reforma

A partir del segundo año

Desde el pasado 1 de abril el premio por retrasar el retiro se puede sumar cada seis meses

De igual manera, la jubilación activa ha experimentado un fuerte 'boom' en el último mes al crecer más del 3%, el triple de lo que lo venía haciendo, puesto que en los últimos dos ejercicios sus avances eran mínimos, muy por debajo del 1% o incluso recortes. «La entrada en vigor de la nueva regulación ha supuesto un claro revulsivo y apunta indicios esperanzadores», explicó este martes el secretario de Estado de Pensiones, Borja Suárez, durante una intervención en el Congreso.

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Esto se debe a que desde el pasado 1 de abril se abrió la posibilidad a todos los trabajadores –y no solo a los autónomos– de acceder a la jubilación activa y compatibilizar su empleo o negocio con el 100% de su pensión, un privilegio que hasta ahora solo estaba al alcance de los emprendedores con, al menos, un empleado en plantilla.

Cada vez más mujeres

Además, se suprimió la obligación de tener carreras completas de cotización y pueden acceder aquellos que tengan el período mínimo necesario: 15 años cotizados y dos de ellos en los últimos 15. Esta medida favorece sobre todo a las mujeres, generalmente con carreras de cotización más cortas, y a aquellos que hayan tenido empleos muy inestables. De hecho, Suárez desveló que de las cerca de 66.000 jubilaciones activas que hay en la actualidad, el 25% son ya de mujeres, frente al 15% de hace unos meses, y se han sumado más asalariados y son ya una cuarta parte. Además, un tercio de esas nuevas jubilaciones activas corresponden a trabajadores que no tienen carreras de cotización completas.

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Al Gobierno ya solo le queda ahora regular la jubilación flexible –que el secretario de Estado rebautizó como «reversible»– para seguir avanzando en compatibilizar el empleo con una pensión. «Hay un margen importante para establecer incentivos», aseguró. De hecho, la propuesta que presentó a los sindicatos y patronal elevaba la pensión que se recibe pero a costa de endurecer las condiciones de acceso, lo que no gustó a los interlocutores sociales.

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