Acción del duelo disputado por el Grupo Laura Otero ante el Textil Santanderina en la primera vuelta. RFEV
Voleibol / SM2

El Grupo Laura Otero interrumpe su peregrinación por la ruta de la plata

Tras cinco cursos en Superliga 2, desciende con el capitán Miguelito ejerciendo de técnico por la fuga de Germán Bianchi al inicio de la competición

Manuel García

Badajoz

Jueves, 21 de marzo 2024, 21:10

El Grupo Laura Otero cerró este fin de semana un ciclo tras su descenso a Primera Nacional. En 2019, un humilde proyecto se colaba en ... la entreplanta de la élite del voleibol ocho años después de su fundación. Debutó en Superliga 2 en el infausto curso de la pandemia, con la salvación virtual en el bolsillo cuando las competiciones echaron el cierre de manera forzosa. Tras un estreno más que digno, protagonizó la que hasta la fecha es la mejor campaña de su historia, la 2020/21, clasificándose para la Copa Príncipe y peleando por el ascenso a la máxima categoría, cayendo en la final frente al San Sadurniño.

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A partir de ahí se consolidó en la zona noble, con un sexto puesto y el tercer escalón del podio de la fase regular en 2023. Ese era el objetivo para el nuevo curso, frecuentar la parte templada al acecho de alguna oportunidad de meterse arriba. «Teníamos que reducir un poco el presupuesto y así lo hicimos, pero a nivel de plantilla pensábamos que nos daba para mitad de tabla», narra Eladio Mañoso, presidente de la entidad desde su creación. El sueño del ascenso en Valencia hace tres años aún colea en las arcas del club, «es algo muy bonito, pero los equipos pequeños tenemos que pagar las consecuencias económicas».

Sin embargo, el quinto capítulo de esta novela grabada en letras de plata empezó con los renglones torcidos, con la deserción del máximo responsable de la parcela técnica, que dejó huérfano al vestuario a los dos meses de iniciarse la liga. Sin mediar explicación, Germán Bianchi presentó su renuncia de manera fulminante y se marchó, «‘prepárame los papeles que me voy’ –le dijo a Mañoso–, ‘¿cómo que te vas?’», reaccionó incrédulo el dirigente al recibir la noticia un miércoles con partido al sábado siguiente, «fue una locura, nos ha hecho mucho daño».

El presidente de la entidad extremeña trató de rastrear el mercado para hallar un sustituto sin éxito y tuvo que encargarse de esa labor ‘Miguelito’, jugador del equipo y uno de los capitanes, «no es lo mismo, porque hay cosas que se le escapan, además no han tenido un líder a nivel de banquillo». Relata que no estaban precisamente satisfechos con el trabajo del preparador argentino durante esa efímera etapa, «no sé si lo hubiéramos aguantado toda la temporada». Contrasta con la experiencia vivida un año antes con su compatriota Flavio Calafell, «un profesional como la copa de un pino».

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La primera vuelta fue nefasta a nivel de resultados, sumando únicamente cuatro puntos y fueron entrando en barrena. Tras la reanudación de la competición en enero reaccionaron, pero había mucho que remontar, «si hubiéramos hecho en la primera vuelta los mismos puntos que en la segunda, habríamos acabado con unos 22 puntos y nos habríamos salvado». Pero mentalmente el grupo ha sufrido mucho y le ha costado reponerse a los golpes que iba encajando hasta que yació inerte en la lona, «salir de abajo es muy difícil, una vez entras le das muchas vueltas a la cabeza y es muy complicado». Uno de los partidos que más horadaron la moral del Grupo Laura Otero fue la visita al Boiro en un titánico partido que los visitantes dominaban por 0-2. Se les escapó el tercer set por un parcial de 33-31 y terminaron perdiendo 3-2. «La psicología en algunos momentos ha influido, en el deporte es un 50-60% y los chavales no han sabido levantar la situación».

Gestión del club

«Llega un punto en el que esto quema y no puedes más, es un hobby y somos autónomos, nos quitamos tiempo de nuestras cosas»

Posible repesca en Superliga 2

«Hay que esperar porque se pueden dar distintas situaciones y queremos optar a estar ahí»

El conjunto extremeño quemó sus últimos cartuchos la semana pasada, arañando dos puntos al cuarto, el CyL Palencia 2024, y plantando cara al segundo, el San Sadurniño, pero no fue suficiente y aseguraron matemáticamente finalizar en el farolillo rojo. «Estamos jodidos porque teníamos la ilusión de quedarnos en Superliga 2, pero las circunstancias no lo han permitido». Eladio Mañoso asume que han caído a la tercera división por méritos propios, pero no se resigna y confía en que el desenlace de la campaña aún depare algún giro de guion. «Hay que esperar porque se pueden dar distintas situaciones y queremos optar a estar ahí». Si no se cubren todas las plazas en el ascenso de Primera Nacional, podrían quedar vacantes libres y la Federación tendría que ocuparlas con los participantes del ejercicio anterior. «Todos los años pasa, de momento no se sabe nada, porque no hemos acabado, todo está en el aire y por lo menos hasta junio no lo sabremos. La idea es rellenar la prescripción en Superliga 2 y Primera Nacional para no quedarnos sin plaza».

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En el apartado económico, las cuentas siguen saliendo, pero Eladio Mañoso reconoce que es una dificultad gestionar ese apartado con un dinero que no llega hasta meses después, como suele ser habitual con las subvenciones públicas. A nivel del apoyo local, se muestra muy satisfecho por el tejido empresarial de patrocinios zurcido desde que el proyecto vio la luz, merced a la apuesta del Grupo Laura Otero y de pequeños negocios de Miajadas y del resto de la comarca. Además, la afición responde en las gradas. «La gente de fuera se queda sorprendida de ver un pabellón lleno todos los sábados».

Pero tirar del carro desgasta y admite que «llega un punto en el que esto quema y no puedes más, es un hobby y somos autónomos, nos quitamos tiempo de nuestras cosas», explica Mañoso, que trabaja en el campo. Sostiene que contribuyen al crecimiento de la localidad «y no queremos que nos alaben, pero sí que se tenga en cuenta lo que se está haciendo».

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Pese a esa coyuntura, el voleibol forma parte de su vida y de momento no se plantea tirar la toalla, «vamos a seguir para adelante, pero va a costar».

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