Gargantas extremeñas pagadas por Catar para animar a los Hispanos

Viajar gratis con pase VIP y disfrutar de los partidos del mundial del deporte que te apasiona. Es el chollo que estos días mantiene alejados de casa a dos jóvenes extremeños. ¿La condición? Desgañitarse en la grada. Los pacenses Gonzalo Falcó y Paco Martos han volado hasta Catar junto a una veintena de compatriotas aficionados al balonmano. Su misión no es otra que animar a la selección española, que está haciendo un gran papel en este campeonato. Han sido contratados para hacer bulto en pabellones vacíos y armar toda la bulla posible en los partidos. "Realmente la mayoría del público está formado por europeos. A los cataríes les interesa poco el balonmano y es prácticamente imposible encontrar alguno hablando del mundial".

Paco y Gonzalo fueron los afortunados elegidos por las federaciones extremeña y nacional para formar parte de la hinchada patria para esta especie de vacaciones. En los veinte días que llevan en el pequeño rincón de la península arábiga han visto ya una treintena de partidos entre las mejores selecciones del mundo. El viaje no les cuesta ni un euro. Catar pasa la Visa. Se alojan en un hotel a 200 euros la noche, a los que hay que sumar otros mil del vuelo, el coste de otros transportes y el precio de las entradas. En total, unos 6.000 euros por barba. Calderilla para el erario del país con mayor renta per cápita del planeta.

Gonzalo es de Badajoz y tiene 29 años. El balonmano centra su vida. Es entrenador y directivo del Unión Balonmano Pacense, donde se ocupa de dos equipos alevín y benjamín, del infantil, el juvenil, además de ser segundo entrenador del segunda nacional. Paco es titulado por la Facultad de Ciencias del Deporte de Cáceres y suma 33 primaveras. Se gana la vida como monitor deportivo en Castuera, su pueblo. Los dos pacenses se conocieron antes de tomar el vuelo y han hecho muy buenas migas codo con codo en la grada. Son el alma de la hinchada roja y no se cansan de arengar a los jugadores con los clásicos "Oé, oé", "Camarero..." y "Hola don Pepito...".

La estancia catarí de los dos extremeños está dando para mucho más que un atracón de deporte. Les ha dado tiempo de sobra para exprimir un país que, según dicen, puede verse en tres días. Una travesía en barco por la bahía de Doha; un garbeo por el desierto; un paseo por el zoco; un recorrido por las dunas; y los conciertos de Pharrel Williams y Jason Derulo han puesto el punto lúdico al periplo. Para disfrutar de las excursiones sí han tenido que rascarse el bolsillo. "Nos hemos dejado el sueldo".

A pesar de ser muy especiada, aseguran que "la comida está rica". Pero echan de menos el jamón y el lomo extremeño. Manjares difíciles de encontrar en este rincón del mundo. Alcohol sí han podido probar, a pesar de que allí está prohibido comprar bebidas espirituosas, en los hoteles de cinco estrellas sí te sirven. "Cervezas a diez euros y copas a 18".

En este tiempo han visto cosas que les han chocado bastante. "La gasolina está más barata que el agua, los privilegios de los cataríes son sorprendentes y el trato a la mujer es muy desigual".

Furia conquense para animar a Catar

Los seguidores de la Roja no son los únicos españoles contratados como público en este peculiar mundial. Otro grupo más numeroso, procedente de Cuenca, ha viajado expresamente para animar a Catar. Nada de jalear sus colores. Al emirato le convenció la manera de caldear los pabellones de la 'Furia conquense'. Los cánticos de los españoles han ayudado al emirato, que ha logrado meterse por primera vez en la final de un mundial. El equipo entrenado por el aragonés Valero Rivera se enfrentará contra Francia en la final tras derrotar a la Roja en semifinales. La presencia española en la grada está asegurada.