Comienza la vida sin Juanjo

Hace un año, el Mérida comenzó su milagrosa remontada hacia la salvación con Luis Acosta aguantando el medio del campo y Juanjo Sánchez lanzando el ataque. Hoy, el primero juega en el rival de este domingo y el segundo no tiene fecha de regreso a causa de un edema óseo que se ha complicado demasiado. Comienza por tanto una nueva vida para un equipo que terminó la primera vuelta más cerca del cuarto que del descenso, y aún así no debería estar tranquilo.

«Que esté sonando lo que está sonando y que equipos de categorías más altas lo estén valorando, significa que Juanjo es un jugador diferencial», reconoce una vez más Sergi Guilló. «Veíamos semana tras semana que estaba siendo de los mejores, porque tiene mucha personalidad. Ahora mismo no tenemos un perfil como el suyo. Necesitamos contrarrestarlo como conjunto». Cuando se quiera un partido más controlado, Saúl del Cerro y Miki Muñoz; cuando se quiera ser más agresivo, Pablo Ganet y Raúl Beneit. Por ejemplo.

El mediocentro sevillano que llegó en enero del curso pasado empezó con las molestias en los últimos partidos de 2024. Pero lidió sin problemas con el dolor y pudo soportarlo. En el último choque del año ante el Fuenlabrada ya empezó a agravársele, de ahí que se tirase todas las vacaciones con sesiones de fisioterapia y entre médicos. Pero volvió igual, y la última prueba a la que se ha sometido le ha respondido que el pequeño edema óseo se ha agrandado. «Ahora mismo su fecha de regreso es indefinida. No lo espero porque estará de baja un mes seguro, porque es una lesión que puede complicarse y hay que tener cuidado», se lamenta el técnico emeritense.

Junto a Mizzian, al que le quedan dos o tres semanas más de recuperación, y Jack Beer, también lesionado desde el pasado jueves, son las únicas bajas de Guilló para comenzar la segunda vuelta del campeonato. A cambio, el cuerpo técnico podrá contar con los recién fichados Nil Jiménez e Ismael Athuman y el delantero de la cantera Piski júnior. Por su parte, el Marbella ha viajado solo con la baja de Tahiru y de su nuevo central, Moussa Diarrá, cuya cesión por parte del Málaga se cerró en las últimas horas.

«El partido de este domingo es vital, de los que te acuerdas a final de temporada», avisa Sergi Guilló. A tenor de la igualdad en la categoría, donde dos victorias seguidas te disparan y dos derrotas consecutivas te preocupan, y que el puntaje del Mérida a domicilio está siendo deficitario, y los dos próximos compromisos son lejos del Romano, la cita ante el Marbella se presenta en el alambre. «Tenemos que estar híper concentrados, porque nos va a costar muchísimo ganar. No nos van a dejar espacios. Así que tenemos que adaptarnos bien y tener variabilidad porque si no sumamos, vamos a tener que ganar uno de los dos próximos partidos ante gallos de arriba. Es súper importante el partido del domingo».

No es día para romper la fortaleza del Romano y sí es día para, por fin, dejar la puerta a cero quince jornadas después. «Ese ha sido nuestro gran lunar de la primera vuelta. No dejar la puerta a cero nos ha privado de sumar muchos más puntos. Es la preocupación a la que le dedico más tiempo. Está claro que arriesgamos, pero es que regalamos situaciones de gol que tenemos que corregir», critica el técnico emeritense, que en principio volverá a alinear a Palomares.

También alineará, en principio, el preparador marbellí Fran Beltrán a Luis Acosta, que regresa al Romano tras sus dos años como jugador franquicia del Mérida. Al menos antes del partido, la grada se acordará de él.

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