J. M. ROMERO
Copa del Rey

El Mérida se queda con hambre

Los emeritenses se comen, sobre todo en la segunda parte, al Alavés, que se llevó la eliminatoria en la única ocasión clara de la que dispuso en todo el partido

R. P.

Miércoles, 21 de diciembre 2022, 22:11

No solo le jugó de tú a tú a un equipo élite de Segunda División, sino que mereció comérselo. Y por eso, consumada la eliminación, ... la grada del Romano despidió al equipo de Juanma Barrero con la ovación que merece su 2022. La guinda tuvo que ser metafórica, porque se mereció el Mérida pasar a la siguiente ronda de Copa del Rey. Por ocasiones, por dominio y también por hambre. Y porque, sobre todo tras el gol en el ecuador de la primera parte, los emeritenses superaron en casi todo al Alavés, que en el tramo final del choque tuvo que tirar del otro fútbol y de una pizca de fortuna para llevarse la clasificación.

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El único error del Mérida en todo el partido fue el no soltarse las riendas hasta el 0-1 de Salva Sevilla. A partir de ahí, sí se sacudió el respeto y empezó a ser lo que ha venido siendo en estos últimos cuatro meses de competición. Hasta el 24' de la primera parte, el partido estaba igualado, con los locales sosteniéndole la mirada al equipo de superior categoría, pero se estaba preocupando más de no cometer fallos que de provocarlos en el rival.

Los únicos que se atrevían a ganar metros y lanzarse a la aventura del uno contra uno eran David Larrubia y Rober González. Lo primero del Mérida en el partido fue una incursión del '8' por su carril, ganando por velocidad y calidad a su par. Y del Alavés, una contrarréplica por el centro del canterano emeritense que obligó a tirarse al suelo ya casi en el balcón del área a Acosta y Erik.

MÉRIDA 0 – ALAVÉS 1

  • Mérida AD: Javi Montoya; Felipe Alfonso (Viñuela, 82'), Erik, Bonaque, Álvaro Ramón; Acosta, Meléndez, Akito (Busi, 56'), Larrubia (Artiles, 82'); Saldoval (Nacho González, 82') y Lolo Pla (Carlos Cinta, 68').

  • CD Alavés: Owono; Arroyo, Laguardia, Sedlar, Rubén Duarte; Álex Balboa, Salva Sevilla (Toni Moya, 72'), Jason (Alkain, 65'), Luis Rioja (Benavídez, 91'); Rober (Guridi, 72') y Sylla (De la Fuente, 65').

  • Goles: 0-1, Min. 24: Salva Sevilla.

  • Árbitro: Óliver De la Fuente Ramos, del comité castellano-leonés. Expulsó por doble amonestación al vitoriano Rubén Duarte (94'). Además, amonestó a los visitantes Owono, Sedlar, Laguardia y Guridi y a los emeritenses Akito, Sandoval, Nacho González y Carlos Cinta.

  • Incidencias: Alrededor de 4.571 espectadores en el estadio Romano José Fouto, unos 50 de ellos procedentes de Vitoria.

Y dentro de tan tremenda igualdad, se notó el pellizco del que está mucho más arriba. En la primera jugada peligrosa del partido, precedido de un despiste del Mérida, llegó el único tanto vitoriano. Tan tranquilo estaba el bloque emeritense que decidió respirar un segundo, y eso lo aprovechó el Alavés para sacar rápido de banda sin que su rival se diera cuenta. La engatusó Rober, entre fintas y regates alcanzó el área y se sacó un metro para disparar. Paró el disaro Javi Montoya, pero el rechace lo recogió solo dentro del área Salva Sevilla para empujar casi a placer.

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Y entonces el Mérida sí, empezó a perderle el respeto al Alavés: agarró el balón y comenzó a ganar metros y a incordiar poco a poco a Owono. Desde el minuto siguiente al gol, con un cabezazo de Erik, que se aprovechó de una mala salida del cancerbero vitoriano. Ya con Sandoval en la izquierda y Akito tras Lolo Pla (habían comenzado el encuentro permutándose la posición), el Mérida empezó a finalizar jugadas.

Solo un equipo en la segunda parte

La sensación de superioridad se acrecentó tras el paso por los vestuarios. El Mérida le metió una marcha más al partido en la segunda parte y encendió a la grada. Adelantó la defensa y entendió que, ante tanto riesgo por los espacios dejado a sus espaldas, debía incrementar su intensidad en los duelos. Y los ganó casi todos. A ese ambiente ayudó también el árbitro, que ya se fue muy protestado al descanso porque, ante la duda, le daba lo más mínimo al grande y le restaba acciones claras al pequeño.

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Pero es que en una muy buena contra emeritense en el 59', Lolo Pla fue embestido por detrás cuando iba a disparar solo ante el portero y De la Fuente Ramos consideró que no era penalti cuando todo el estadio se frotaba las manos. Y el partido elevó su emoción, porque la grada y el equipo empezaron a creer ya de veras. El Alavés no existía y al Mérida le estaba entrando ya mucha hambre.

Así que, muy listo Luis García Plaza, decidió meterle cloroformo al partido con los cambios. Paró el ritmo emeritense con cuatro sustituciones en apenas siete minutos. Que los utilizó la afición romana para ovacionar a uno de los suyos que juega fuera, Rober González, el mejor del conjunto blanquiazul en la primera parte. La otra ovación en ese tramo del partido fue para la salida de Carlos Cinta, que tiene a la grada totalmente metida en el bolsillo. No solo por sus goles, sino por la sangre que le inyecta a los partidos.

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A pesar del cansancio local, que venía del palizón de El Arcángel, siguió embistiendo como podía al Alavés, que empezó a tirar de oficio y a perder todo el tiempo que le permitía el árbitro. De hecho, el único disparo con peligro de los visitantes en la segunda parte fue uno de Guridi, desde dentro del área, que se marchó por encima del larguero en el 82' de partido.

Acabó el Mérida con tres centrales y dos extremos en los últimos diez minutos del choque y bombeando balones ya a la desesperada. Pero entre su desespero, las ganas de que terminara todo del Alavés (Duarte fue expulsado por perder tiempo en el tiempo de añadido) y el cansancio, no pudo darle a su afición una gran última ocasión con la que desesperarse del todo. Aún así, los casi 5.000 espectadores del Romano lo entendieron y acabaron ovacionando a los suyos, que terminaron quedándose con hambre. Otra ronda más fue lo que mereció.

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