Perera continúa recuperándose de la cornada
El diestro extremeño no tiene ya fiebre ni signos de infección, y su intestino va permitiendo y tolerando la ingesta de una dieta blanda
R. PÉREZ
Martes, 22 de septiembre 2015, 10:19
Madrid. Atrás han quedado minutos de espanto y horror, horas de angustia por la cornada brutal a Miguel Ángel Perera en Salamanca. La Glorieta fue testigo de uno de los percances más terribles de la temporada, de la cogida más atroz a una figura puntera esta temporada.
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El torero extremeño, ingresado desde el pasado 15 de septiembre en el Hospital de la Santísima Trinidad de Salamanca y con régimen riguroso de visitas restringidas, evoluciona favorablemente. Abandonó la UVI con una velocidad sorprendente para el común de los mortales, apenas dos días después, el jueves 17. La milagrosa recuperación de los toreros, con esa fortaleza vital. La asombrosa evolución del hombre que se juega la vida ante el toro y se aferra a ella con el deseo de volver a la cara del animal que lo mandó al hule.
Aunque el viernes se despertaron ciertas alarmas por picos febriles de hasta 38 grados por la movilización de los drenajes, su recuperacón es satisfactoria y esa fiebre ha remitido. Como es habitual, se realizaron diferentes pruebas que descartaban anomalías o signos de infección. Según informan, ya se le han retirado los drenajes, salvo el que se encuentra en la pelvis menor. «El tránsito intestinal va permitiendo y tolerando la ingesta de una dieta blanda. Se mantiene sin fiebre y evolucionando según lo previsto dentro de la gravedad de las heridas producidas».
La cornada
En la enfermería de La Glorieta fue estabilizado e intervenido de dos gravísimas cornadas en el abdomen. También produce la «liberación de uréter donde se aprecia continuidad del mismo. Se prolonga la trayectoria de la herida a la cara lateral derecha del recto, llegando a arterias hemorroidales».
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