Fotoilustración: El Correo

Jacob Elordi, el gigante de la generación Z

El actor de origen vasco asume el complejo rol del monstruo en 'Frankenstein' en la versión de Guillermo del Toro

Sábado, 11 de octubre 2025, 18:03

La mitomanía hollywoodiense es fluida y cambia cíclicamente de objetivos. Hoy, cualquier presencia pública de Pedro Pascal, Sidney Sweeney o Zendaya, por ejemplo, se repite incesantemente en los incesantes 'scrolls' de Instagram y TikTok. Son actores y actrices convertidos en 'celebrities', modelos publicitarios y protagonistas de las mejores alfombras rojas que monopolizan la atención mediática. Ese atractivo alcanza su techo, figurada y literalmente, sobre los 1,96 metros del australiano Jacob Elordi, estrella en ciernes, un joven de 28 años de imagen franca y cuya fascinación, además del físico, parece radicar en su aspecto accesible, alejado de la sofisticación de la Meca del cine. Tal vez, esa naturaleza sea deudora de su origen vasco.

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No se trata de un 'nepobaby', el último descendiente de una saga de famosos del espectáculo o la política. Se trata de un miembro más de la generación Z carente de antecedentes en el 'show business'. Los padres del australiano, nacido en la ciudad de Brisbane, son un pintor de casas y una camarera, aunque, curiosamente, es su abuelo paterno el que parece ejercer un notable ascendiente en el nieto. Joaquín Elordi es un emigrante nacido en la localidad vizcaína de Ondarroa, un individuo de férreas convicciones nacionalistas, que emigró a las antípodas para trabajar en las plantaciones de caña. Cuando se hizo con los recursos suficientes pudo proporcionar billetes de vuelo a su madre y a John, el padre del intérprete, que aguardaban en Bilbao.

El joven Jacob se manifiesta orgulloso de sus raíces e, incluso, ha manifestado su intención de visitar el País Vasco, el origen que su familia abandonó huyendo del régimen fascista, según sus propias palabras. Mientras dilucida el momento propicio para regresar a la tierra de sus ancestros, desarrolla una carrera que progresa a gran velocidad.

En realidad, nada aventuraba una trayectoria tan meteórica. Elordi se desplazó a Estados Unidos para iniciar su carrera. Tras participar como extra en la última entrega de 'Piratas del Caribe', se hizo un nombre en 2018 con 'Mi primer beso', una serie dirigida a adolescentes que, como ha sucedido en otras muchas previas, bien podría convertirse en un semillero tanto de estrellas como de profesionales de ínfima división. El destino era incierto, pero llegó la serie Euforia', enésima revisitación del fenómeno de jóvenes estudiantes rebeldes que se convirtió en todo un fenómeno en Netflix. La industria se fijó en su poderosa imagen y pronto comenzó a trabajar sin solución de continuidad y a prestar su seductora apariencia a campañas de Bottega Veneta, Chanel, Calvin Klein y Hugo Boss.

Estrella en tres años

El bum Elordi se ha producido en sólo tres años a partir del thriller erótico 'Deep Water', especialidad de su director Adrian Lynne. Los proyectos desarrollados en 2023 le pusieron en una inmejorable posición de salida. 'The Sweet East', sátira del modo de vida estadounidense, 'Priscilla', en el que encarnó nada menos que a Elvis, y, sobre todo, 'Saltburn', gran éxito en el que también, con un humor muy negro, se abordaba el tradicional clasismo inglés. El actor asumió esa condición de joven seductor casi a su pesar, de gesto indolente y enorme magnetismo, para encarnar a un estudiante aristócrata. El esfuerzo, aparentemente leve, le valió una nominación a los premios Bafta.

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La repercusión de sus anteriores producciones se reforzó con un par de películas, rodadas en 2014, que también le granjearon mayor credibilidad. 'Oh Canada' le reunió con Richard Gere y Uma Thurman bajo la batuta del veterano Paul Schrader, e 'Indomables' sirvió una nueva entrega de su vertiente más romántica, aunque, en este ocasión en una relación gay. La definitiva eclosión se puede producir este año. Su rol protagonista en 'El camino estrecho', una serie en torno a un médico australiano hecho prisionero por los japoneses durante la Segunda Guerra Mundial, le ha proporcionado respeto como actor dramático.

Su abuelo es un vizcaíno de férreas convicciones nacionalistas que emigró a las antípodas a trabajar en las plantaciones de caña

Pero su mayor 'tour de force' se ha estrenado ya en Estados Unidos y promete ser todo un hito en la temporada cinematográfica. El guapo Elordi se transforma en el inquietante Frankenstein en una nueva versión del clásico firmada por Guillermo del Toro. El reto es mayúsculo porque, en este caso, su belleza queda sepultaba bajo diez horas diarias de maquillaje y se le exige dotar de humanidad al monstruo. Las críticas han sido muy favorables.

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El intérprete australiano puede llegar a su próximo estreno convertido ya en la estrella que demanda el mercado cinematográfico. Durante la primavera del 2026 se estrenará 'The Dog Stars', una fantasía posapocalíptica en la que asumirá el papel de superviviente de un holocausto. El director es Ridley Scott, artífice de obras maestras como 'Blade Runner'.

La trama también evidencia un reto interpretativo. En esta ocasión, el joven estudiante de aspecto sexy se convierte en el desarrapado depositario de la esperanza de la humanidad. El salto cualitativo es grande. El gigante austral se encuentra ahora más cerca de Tim Robbins, el prestigioso actor, que de Armie Hammer, otra promesa que se despeñó profesionalmente tras las acusaciones de agresión sexual. Todos miden 1,96 y, desde aquella elevada posición, lograron tocar el cielo. El Olimpo espera al nieto del ondarrutarra Joaquín.

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