Luis Acevedo Bruno y Benito Jiménez González | Hospedería de Turismo en el Convento de San Miguel

Arquitectura de HOY | Una selección de Francisco Hipólito

Un convento bajo la advocación del turismo

Enclavado en un entorno natural excepcionalmente privilegiado, esta parcela se sitúa en un pintoresco paraje de montaña, a los pies del suroeste de la ladera. Hablamos de la Hospedería de Turismo en el Convento de San Miguel, en San Martín de Trevejo (Cáceres).

Con una forma irregular, abarca una extensión aproximada de 1,4 hectáreas en las que se erige no solo el Convento, sino también una Residencia Geriátrica y otras dependencias. La topografía revela una sucesión de plataformas que descienden de norte a sur, escalonándose en un desnivel de más de 17 metros. Los límites de la parcela están marcados por distintos muros medianeros construidos con mampostería ordinaria de granito, mientras que en su interior alberga una notable plantación, destacando especialmente el olivar situado en la terraza norte.

El Convento de San Miguel se distribuye en tres núcleos edificatorios: el convento, propiamente dicho, las construcciones auxiliares del norte, y las construcciones auxiliares del sur. Además, posee tres ámbitos libres: la huerta del convento, dividida en dos partes, los dos olivares del convento y la calleja de acceso occidental.

El convento se despliega con una forma poligonal irregular, que evoca la elegancia de un rectángulo adornado con extensiones singulares. Su corazón palpita en un claustro acogedor y un patio central y está rodeado por cuatro alas. En el ala norte se alza la nave de la capilla, custodiada por sus anexos, torre, capilla secundaria, sacristía y antesacristía, mientras que una zona adyacente acoge el complejo de habitaciones. En las tres alas restantes se presenta la edificación de los cuerpos de habitaciones. El ala meridional, en su parte oriental, se distingue con un saliente que abraza la antigua esencia del conjunto.

Las edificaciones auxiliares tienen una sola planta. La capilla, y construcciones anexas son también de una planta, aunque de una altura más que considerable.

Las dependencias tienen dos plantas en general, aunque hay algunas zonas que presentan tres plantas (los restos del antiguo convento en la zona sur, y el extremo este de la crujía sur que cuenta con sótano).

El proyecto comprende tanto actuaciones en los espacios exteriores como intervenciones en la edificación existente, con el fin de rehabilitar y consolidar el conjunto de forma respetuosa y funcional.

En los espacios exteriores, se contempla la ejecución de plazas de aparcamiento que respetan la forma orgánica de las plantaciones existentes, replantando aquellos olivos que debieron ser eliminados. Además, se conserva y restaura la tapia de la huerta, reintegrando su carácter mediante la implantación de especies frutales.

En cuanto a la edificación, se prioriza el máximo respeto por la estructura existente, realizando una labor de rehabilitación que conserva su volumetría original. Se restauran las fachadas exteriores de la capilla y la torre, mientras los restos del convento original se respetan y tratan con una actitud 'restauratoria' poniendo en evidencia su valor intrínseco. Se destaca la recuperación de la crujía norte del claustro, que cuenta con dos plantas y une los pasillos del mismo.

La cubierta se mantiene, modificando únicamente sus características en cuanto a aislamiento acústico y térmico, realizando las reposiciones con teja curva árabe cerámica.

Por otro lado, se eliminan la mayoría de las divisiones y tabiquerías existentes, así como las estructuras horizontales, debido al mal estado en que se encuentran y aprovechando esta actuación para adaptar los nuevos niveles.

Diseño exterior

Voluntaria y conscientemente se ha pretendido que no se perciba ningún cambio relevante en el aspecto exterior, preservando una imagen y un carácter consolidado, a pesar de la redistribución interior y el ajuste de niveles de planta. Se busca mantener una imagen consolidada del conjunto, integrando elementos singulares como la curjía norte del claustro, que resuelve los tránsitos entre niveles con un lenguaje moderno pero respetuoso.

Además, las instalaciones exteriores, como el aparcamiento y la piscina, se integran perfectamente en el entorno.

Diseño interior

Los acabados interiores, sin recurrir a lujos o caprichos superfluos, aportan una claridad espacial y una funcionalidad más que probada, ajustándose a las prestaciones necesarias para establecimientos hoteleros con carácter propio.

A pesar de unas dimensiones contenidas, la sensación espacial es de amplitud, ayudada por la incidencia de la luz y las fugas visuales, interiores o a través del claustro, entre volúmenes edificados. De esta manera no se pierden en ningún momento las referencias espaciales entre exterior e interior.

Se genera así una imagen rotunda, pregnante, identificable con un edificio con carácter, tradicional, integrando sus sistemas y métodos constructivos con tecnologías actuales testadas en cuanto a prestaciones, fiabilidad y durabilidad, además de fácil mantenimiento, sin interferir en lo construido y con elementos bioclimáticos que mejoran el balance energético, por métodos pasivos y activos.

Ordenación de espacios

Los condicionantes funcionales han primado, en gran medida, sobre las decisiones meramente formales, con la intención de obtener el máximo aprovechamiento y calidad espacial. Esta disposición es de la máxima compacidad y evidencia un orden funcional muy claro, de manera que facilita la aprehensión del espacio y facilita el uso, ordenando las circulaciones sin conflictos de flujos y consiguiendo un aprovechamiento óptimo de la superficie construida y los espacios exteriores a su servicio.

Temas

• San Martín de Trevejo