Lleno en Santa María durante la misa pontifical que cierra el Centenario de la patrona de Cáceres

La imagen luce un manto confeccionado para la ocasión. Se trata de la pieza número 190, pintada a mano por el artista cacereño Daniel Jiménez Díaz. Y sobre la cabeza lleva su corona rica, la misma con la que fue coronada hace 100 años, realizada en Madrid por el orfebre Félix Granda.

El nuncio del Papa en España, Bernardito Auza, es el encargado de presidir una ceremonia que, inicialmente, estaba prevista en la Plaza Mayor para recrear el acto vivido hace un siglo, que también tuvo lugar en este recinto. Pero las previsiones de lluvia han obligado a cambiar los planes.

450 sillas plegables refuerzan el aforo del templo en una ocasión tan especial, que amplía su capacidad hasta los 800 asistentes. Entre los ordenantes hay cuatro obispos. Están los tres últimos prelados de la Diócesis de Coria-Cáceres, Jesús Pulido (el actual), Francisco Cerro (arzobispo de Toledo) y Ciriaco Benavente (obispo emérito de Albacete). A ellos se ha sumado el arzobispo de Mérida-Badajoz, José Rodríguez Carballo.

Cinco corales son las encargadas de poner banda sonora a la ceremonia. Se trata del Orfeón cacereño, la coral Santa María de la Montaña, la coral Francisco de Sande, el coro Isaac Albéniez y la coral In Pulso del colegio mayor universitario Francisco de Sande.

Se trata de una ceremonia con sabor a despedida, ya que es el broche a una agenda conmemorativa que arrancó el pasado 3 de septiembre con un pregón a tres voces y que ha estado cargada de actos. El balance deja buen sabor en la organización. «Ha sido sumamente positivo. Hemos intentado hacer realidad esas palabras que tanto dijimos: que fuera participativo, que todo el mundo se sintiera parte de este Centenario», valora Joaquín Floriano, mayordomo de la cofradía.

«También hemos intentado –prosigue– hacer realidad esas palabras del Papa, que animaba a salir a los caminos, a ir a las periferias. Y creo que con un enorme esfuerzo logístico y de coordinación lo hemos conseguido. Al menos, así se nos ha transmitido desde todos los sitios donde hemos estado. La acogida que ha tenido la imagen ha sido maravillosa. Y la reacción de la gente, además de ser muy emotiva, ha sido también muy beneficiosa. Ha habido mucha gente que se ha sentido muy reconfortada espiritualmente. Ha sido un Centenario para recordar por lo bien que la gente ha podido disfrutarlo», añade el mayordomo.

Floriano evita elegir un acto concreto entre todos los organizados durante el último mes. «Han sido momentos emotivos, unos detrás de otros. Este centenario se recordará por lo que ha sido todo, no por nada en especial», concluye. Según el recuento realizado por la propia hermandad, la Virgen de la Montaña, que bajó a la ciudad el pasado 5 de septiembre, ha realizado 33 visitas durante su estancia extraordinaria. Y se han celebrado más de 200 actos. «Ha sido un mes muy intenso», apunta Raúl Jérez, vicemayordomo de la hermandad.