Un vertido incontrolado provoca que la depuradora de Cáceres supere los límites legales

No solo fue una depuradora, sino las cuatro de la ciudad, las que en esos análisis rebasaron los límites que establece la normativa vigente o incluso las propias autorizaciones que otorga la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT).

La situación se reprodujo en la EDAR de Las Capellanías, la estación de Arroyo-Malpartida, la de Malpartida de Cáceres y la del Marco. Las estaciones de la N-521 y la del polígono industrial son reincidentes en los incumplimientos, como ya se ha informado. El funcionamiento de esas instalaciones es muy deficiente pese a que fueron presentadas en 2003 como una infraestructura «revolucionaria» y se llegaron a invertir dos millones de euros, junto a otra estación, la de Aldea Moret, que está fuera de servicio hace años. La CHT confirmó hasta mayo pasado siete expedientes sancionadores al Ayuntamiento por más de 77.000 euros.

La novedad ahora es que, además de las ya citadas, tampoco cumplen la estación de Arroyo-Malpartida y la del Marco, en la carretera de Torrejón El Rubio. Esta última, a raíz del vertido incontrolado que cuando se observó ya había llegado a la planta, «lo que complica mucho la posibilidad de detectar su origen», admite el Consistorio. Sostiene que de haberse localizado con anterioridad «hubiera sido más factible» poder afrontarlo. Los análisis revelaron que la EDAR del Marco superaba los niveles fijados en nitrógeno total y sólidos totales en suspensión. También se sobrepasaban los parámetros de demanda biológica y química de oxigeno en la N-521.

El equipo de Gobierno ha contactado con el organismo regulador: «Se le notificó a la CHT que ha hecho análisis los días 23 de marzo y 5 de abril». «Se ha seguido el protocolo que ante este tipo de situaciones nos obliga la Ley», añade.

El informe técnico incide en que «desestabilizar el tratamiento de la planta hace que se necesiten varios días para conseguir que los parámetros entren dentro de sus valores normales».

El Ayuntamiento da por solucionado el problema, que se generó en la segunda quincena de marzo. La Inspección lo corrobora, aunque asume que el 31 de marzo los niveles de nitrógeno superaban los parámetros, por la propia instalación. Se está a la espera de renovación de la misma con el nuevo proyecto de depuración de aguas que sufragará el Estado.

No obstante, en los análisis que se revisaron una semana después, en la Junta de Gobierno del día 16, la depuradora principal del Marco seguía sin cumplir, y con ella otras dos más, la de Arroyo-Malpartida y la de la N-521.