El 'tardeo' en bares gana terreno a las celebraciones nocturnas de fin de año en Cáceres

La zona de los Obispos, en pleno pico de popularidad y con una red abundante de locales lo tiene claro: intentará aprovechar el tirón y ya ha programado una franja (de 12.30 del mediodía a 18.30 aproximadamente) en la que abrirán sus puertas en el último día del año para despedir, aún con luz del sol este 2023. Desde el restaurante Viñagrande, situado en la esquina entre Ciriaco Benavente y Obispo Segura Sáez Gabriel Cancho señala que van a ofrecer un ambiente similar al de Nochebuena, con barras en las que la gente podrá apoyar la bebida y espacio en las terrazas para poder picar y compartir los momentos postreros del año levantando el vaso.

En el Gran Café de Cáceres hace algunos años organizaban un cotillón al uso, una propuesta que duró unos cuatro o cinco años, tal y como señala Eduardo Álvarez, el gerente de este establecimiento en la calle San Pedro de Alcántara. «Fueron unos años tremendos, muy bonitos, pero era difícil compatibilizarlo con nuestra actividad habitual, que es de cafetería». Este año siguen con la 'Tardevieja', sumándose al ambiente que genera la zona de los Obispos. «Hay público para todo pero en el caso del Gran Café el público es muy parecido al de las cañas de Nochebuena», indica Álvarez, que cree que funcionará. «El tiempo acompañará, va a hacer menos frío de cara al fin de semana y esperamos bastante afluencia». Lo que sí parece difícil será alcanzar las cotas que se logran en Nochebuena, también porque las Navidades van avanzando y nos vamos desgastando por avalancha de celebraciones. «Al principio pilla con muchas ganas, luego bajan».

En los Obispos y en la zona centro va a haber oferta desde el mediodía, pero hay zonas que se enfocan mucho en la noche, como Pizarro y La Madrila.

En La Madrila habrá movimiento en la madrugada del primer día del año. Juan Miguel Olmeda es el gerente de Velvet, un local en la Plaza de Albatros que se ha unido a Zrrcus (en la avenida Ruta de la Plata), para ofrecer un cotillón que funciona con una entrada conjunta que da derecho a barra libre de primeras marcas, canapés, bolsa de cotillón y guardarropa, además de la música de varios dj´s. Además, para los que quieran prolongar la jornada, el mismo ticket permite el acceso a un after que se prepara en la sala 'The Jungle'. Cuesta 45 euros. Locales como Lemon abren sus puertas de forma libre, sin entrada. Según Olmeda en la Nochevieja se rompen un poco los estándares de edad. «Tenemos una mezcla de gente de 18, 21, 40, 50...sale gente de todo tipo». Él piensa que el 'tardeo' de Nochebuena es difícil que se reproduzca la tarde del 31. «La gente se reserva para salir de noche, es lo que suele ocurrir».

En la calle Pizarro también habrá numerosos locales abiertos, como Boulevar, que gestiona Agustín Nieto, Yiyo. Este hostelero considera que esta calle se reserva para la noche más que para la tarde. «Habrá gente que salga el sábado y luego ya se reservan para la noche del domingo». En Belleartes Yiyo organiza una fiesta privada con invitación a la que acudirán fundamentalmente los artistas que exponen en esta galería.

Mastropiero cierra sus puertas para un cotillón que cuesta 60 euros y que incluye todos los ingredientes básicos de este tipo de eventos. «Empezamos a la una y nos funciona», apunta Roberto Parodi, muy consciente también del tirón que tiene la tarde y de cómo el público se ha acostumbrado a ese horario diurno y vespertino. «Por la noche a lo mejor no todo el mundo quiere salir, lo hace más la gente joven», apunta el gerente de este local, que reunirá a gente de una horquilla entre los 25 y los 35 años. «Nuestro cliente habitual no es el estudiante de 18 años, es gente que repite y que a lo mejor lleva ya 10 años viniendo», explica este empresario.