El SES recurre a una empresa para garantizar la asistencia en las UCI de Cáceres

Es una medida que afecta tanto al Hospital San Pedro de Alcántara como al Universitario para disponer de suficientes especialistas en el cuidado de pacientes críticos. Y todo en un contexto de déficit de profesionales en el país y ante la baja de varios facultativos en el servicio cacereño.

«El SES ha recurrido de forma excepcional al refuerzo con facultativos intensivistas procedentes de una empresa especializada», confirma a HOY la Consejería de Salud. Indica que esta medida tiene como objetivo «asegurar la cobertura asistencial mientras se estabiliza la plantilla estructural, actualmente afectada por tres bajas por maternidad».

Añade que es una solución puntual que permite mantener operativas las UCI de ambos centros, «con bloques quirúrgicos activos e ingresos críticos que exigen una atención permanente y especializada, con todas las garantías de seguridad clínica».

De este modo, y ante la falta de especialistas médicos, la Junta de Extremadura evita cualquier interrupción en la asistencia.

Para ello, desde el pasado mes de mayo, según publica la Junta en la Plataforma de Contratación del Sector Público, la gerencia del área de salud de Cáceres ha realizado contratos con JVM Salud SLP, una empresa con sede en Madrid dedicada a servicios médicos y sanitarios.

Hasta el 20 de junio el SES ha realizado cinco adjudicaciones a dicha empresa. Cuatro de ellas por un valor de 13.500 euros y un plazo de ejecución de seis días cada una con el objetivo de contratar el servicio de profesionales de Medicina Intensiva para el Complejo Hospitalario Universitario de Cáceres. En otra adjudicación la cantidad es menor (6.750 euros) y el plazo también (tres días).

Se trata pues de una medida que garantiza que las unidades de cuidados intensivos continúen su funcionamiento y pone solución a un hecho, el déficit de profesionales, que afecta a todo el país.

De hecho, la carencia de intensivistas ha provocado que en varias comunidades autónomas estos servicios se hayan tenido que paralizar. En lugares como Navarra tuvieron que clausurar la Unidad de Cuidados Intensivos del Reina Sofía de Tudela durante varios días.

En el caso de Extremadura, la Junta recuerda que «en 2022, bajo la anterior administración socialista, la UCI del Hospital Universitario de Cáceres permaneció cerrada en horario de tarde y noche ocho meses y, en esta ocasión, se ha actuado con antelación y previsión para impedir que se repita una situación similar».

No es la primera vez que la Junta recurre a la empresa privada con el fin de garantizar servicios sanitarios. En 2022 ya lo hizo el gobierno de Guillermo Fernández Vara para contar con profesionales de Anestesiología ante una plantilla afectada por reducciones de jornada, exenciones de guardias, interinidades no cubiertas y permiso de nacimiento de hijo. Esa vez la decisión se tomó cuando la programación quirúrgica ya se había tenido que reducir un 26%.

El SES indica a este diario que «continúa trabajando para reducir las listas de espera heredadas, disminuir los tiempos de atención y dar respuesta a las necesidades asistenciales de la población extremeña».

Asimismo, concluye que «se está protegiendo la situación del equipo de UCI de Cáceres garantizando sus derechos de conciliación y maternidad, sin comprometer en ningún momento la calidad de la atención prestada a los pacientes».