El caso del robo de Atrio se centra ahora en saber el valor real de las botellas
La toma de declaraciones continuará este jueves; ocho empleados del hotel de lujo tendrán que pasar mañana por el Juzgado número 4 de Cáceres
¿Cuál es el valor real de las 45 botellas robadas de la bodega de Atrio? Sobre esta pregunta gira en estos momentos el proceso judicial abierto para esclarecer qué pasó en la madrugada del 27 de octubre de 2021 en el hotel-restaurante de la Plaza de San Mateo de Cáceres.
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Esta mañana han comparecido ante el Juzgado número 4 de Cáceres, que ha instruido el caso desde el principio, los dueños de Atrio, José Polo y Toño Pérez, y el recepcionista que la noche de los hechos atendió a los dos presuntos autores del robo, Constantín Gabriel Dumitru y Priscila Lara Guevara. Lo han hecho en calidad de testigos y a petición de la abogada defensora de los arrestados, Sylvia Córdoba, que quería saber si podrían identificar a los detenidos en un reconocimiento y si la valoración que se ha hecho hasta ahora de las botellas, 1.648.500 euros, según la información dada por la Policía Nacional, es la correcta.
Este último dato, ha explicado la letrada esta mañana al término de las declaraciones, no es relevante a la hora de estimar la pena a la que se enfrentan sus clientes (seis años de cárcel como máximo) pero sí es determinante a la hora de poner una cifra a la responsabilidad civil a la que tendrían que hacer frente en el momento de la indemnización.
«La juez les ha hecho el requerimiento para que aportaran la carta de vinos por si viéramos nosotros oportuno hacer una peritación o pedir al juzgado que la haga de oficio», ha detallado Córdoba, quien, a preguntas de los medios de comunicación, ha señalado que conoce la cantidad que Atrio ha recibido por parte del seguro por las botellas. No ha dicho el importe exacto, pero sí ha aclarado que ha sido una cifra «bastante inferior» a los 1,6 millones de euros, una estimación que está hecha a partir del valor de los caldos en la carta de vinos.
«Han aportado muchos detalles en cuanto a la historia de la botella», ha declarado la letrada en referencia a los datos facilitados por Pérez y Polo sobre la joya de la corona, el Chateau d'Yquem 1806, valorado en 310.000 euros. «Nos han dicho que incluso ahora podría hasta tener un valor superior por la historia que está teniendo. Han sido muy amables», ha apostillado Córdoba, que descarta que haya una rueda de reconocimientos de los posibles autores debido a la exposición mediática que sus clientes han tenido ya. «No se puede hacer porque ningún testigo ha reconocido a los presuntos autores fotográficamente en comisaría. Y sería un poco absurdo porque ha habido mucha exposición de sus rostros en prensa. Esa diligencia de investigación estaría totalmente viciada».
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Ni José Polo, ni Toño Pérez han querido hacer declaraciones a los medios. Han acudido al juzgado a las diez menos diez de la mañana, diez minutos antes del la convocatoria. Han entrado por la puerta principal, donde les estaban esperando los procuradores Enrique y Cristina Mayordomo. Padre e hija son los procuradores de la aseguradora de Atrio, Sánchez Castañón. Minutos más tarde han llegado los abogados de la compañía, que forman parte del despacho de Rafael Montes, en Badajoz. La aseguradora se ha personado como acusación particular. Sylvia Córdoba ha sido la última en llegar.
La declaración ha comenzado con puntualidad y se ha dilatado hasta la una menos cuarto de la tarde. Continuará este jueves. Están citados a declarar ocho empleados de Atrio, cuyos nombres han sido facilitado por la Policía al ser los que, en un momento u otro, pudieron estar en contacto con los detenidos, bien cuando ella se registró para hacer la reserva o cuando, más tarde, los dos cenaron en el restaurante de dos estrellas Michelin antes de perpetrar de madrugada el robo más mediático de los últimos tiempos.
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Sucesión de declaraciones
El primero en declarar ha sido el chef Toño Pérez, durante 40 minutos aproximadamente. «No, lo siento», han sido sus únicas palabras al salir de la sala para declinar atender a los medios de comunicación. Tras él, y durante un periodo de tiempo aproximado, ha entrado José Polo. «El proceso está abierto y no se puede hablar», ha comentado posteriormente. Por último, ha entrado el recepcionista que la noche de los hechos estaba trabajando en el hotel. Él atendió la llamada de los presuntos autores solicitándole algo de comer. Fue él quien les preparó una ensalada, momento en que el detenido aprovechó para bajar a la bodega y coger los vinos. Y fue él también quien a las 5.30 horas de la mañana hizo el 'check-out' y vio cómo se marchaban sin sospechar nada.
Córdoba ha sido la única que ha atendido a los periodistas. «Lo que más me ha llamado la atención ha sido el amor que tienen hacia la botella y la historia que hay en torno a la misma. Entiendo que para ellos ha tenido que ser un perjuicio muy grave por el valor sentimental. Ya veremos qué pasa con el tiempo», ha añadido sobre el Chateau d'Yquem.
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Preocupada por la salud de Priscila
La letrada ha manifestado que sus defendidos «están mal» en la cárcel. Desde el pasado 4 de agosto se encuentran en el centro penitenciario de Cáceres. Y que le preocupa, en especial, la salud de ella. Sufre, ha comentado, hipoglucemia y en la cárcel la alimentación no se ajusta exactamente a sus necesidades sanitarias.
«Ellos no han declarado. Se han acogido a su derecho a no declarar y, por tanto, no asumen la responsabilidad de los hechos. Iremos viendo cómo transcurre la instrucción, que va muy rápido, y eso es de agradecer porque están privados de libertad», ha concluido. Córdoba ha recurrido la decisión de la jueza de mantenerlos en prisión y espera que en dos semanas se pronuncie sobre este hecho la Audiencia Provincial.
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