La retirada del relieve de José Antonio de la concatedral de Cáceres, pendiente de un informe municipal
El Consorcio Cáceres Ciudad Histórica tiene que resolver unas cuestiones planteadas por el Obispado para saber cómo se va a eliminar esta inscripción
La retirada del relieve dedicado a José Antonio Primo de Rivera en la Concatedral de Santa María está pendiente de que el Consorcio Cáceres ... Ciudad Histórica resuelva unas cuestiones planteadas por el Obispado para saber cómo se va a eliminar esta inscripción, según detalló este lunes el obispo de la Diócesis, Jesús Pulido.
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En este sentido, el prelado comentó que no ha habido novedades en los últimos meses. La retirada de esta inscripción está prevista dentro del cumplimiento de la Ley de Memoria Democrática. «Por nuestra parte siempre está el deseo y la disponibilidad para colaborar con la ley y aplicarla en todo lo que sea necesario», dijo Pulido, quien subrayó que por parte de la Diócesis «no hay problema» para que se retire el relieve, ya que en otros lugares de la Diócesis se han quitado placas que incumplen la ley.
La inscripción realizada en la Concatedral de Santa María es un ejemplo del nacional-catolicismo, que fue el principio que rigió el régimen franquista
La eliminación de la inscripción dedicada al fundador de la Falange se anunció hace dos años por el entonces concejal de Patrimonio, José Ramón Bello. El Consistorio cacereño tenía reservada una partida de 3.000 euros para ejecutar esta acción. Este diario se puso este lunes en contacto con Raquel Preciados, actual concejala de Patrimonio y miembro del Consorcio, sin obtener respuesta hasta el momento.
La entrada en vigor de la Ley de de Memoria Democrática, que sustituyó a la Ley de Memoria Histórica, vigente desde 2007 llevó al Obispado a crear una comisión para estudiar su impacto en toda la Diócesis, presidida por el vicario general, Diego Zambrano.
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La inscripción realizada en la Concatedral de Santa María se llevó a cabo con hendiduras en la piedra. Se trata de un ejemplo del nacional-catolicismo, que fue el principio que rigió el régimen franquista. La Iglesia prestó las fachadas o los laterales de los templos para rememorar figuras como por ejemplo la del «ausente», que era como se conocía a Primo de Rivera tras su ejecución en 1936.
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