Así será la 'nueva' sala Clavellina de Cáceres tras la reforma

El salón de actos, muy utilizado durante años para citas de diferente naturaleza en la ciudad (desde la presentación de la guía de Semana Santa hasta el pregón de San Jorge), será una sala de audiciones, según se detalla desde el estudio de arquitectura Carbajal de Sevilla, firma a la que José Polo y Toño Pérez, dueños de Atrio y artífices de la fundación, han encomendado la reforma del inmueble.

Hay que recordar que Atrio compró el edificio situado en la calle Clavellina –de la que ha tomado prestado el nombre– en diciembre de 2023 a la Diócesis de Coria-Cáceres. El estudio Carbajal fue el autor de la edificación, que data de 1974. Y ahora también será la responsable de su reconversión.

Aunque ya se han realizado algunos trabajos en el interior de la construcción, la reforma como tal no ha comenzado todavía. Las labores desarrolladas hasta ahora se han centrado en una fase previa consistente en demoliciones interiores. Según ha detallado a este diario José Polo, el proyecto de ejecución ya se ha entregado en el Colegio de Arquitectos de Extremadura (Coade) para su visado. Y se prevé que los trabajos puedan arrancar en marzo, aunque todavía no hay una fecha exacta marcada en el calendario.

Hace meses Atrio presentó el proyecto básico de la remodelación en el Ayuntamiento, trámite con el que se puede obtener la licencia de obras municipal.

 

«La pretensión del proyecto es recuperar el edificio mejorando su habitabilidad, su accesibilidad y evacuación y conservar rasgos compositivos y constructivos identitarios como es por ejemplo su fachada», se apunta desde el estudio de arquitectura.

El programa de actuación contempla que las plantas baja y primera se destinen íntegramente a la sala de audiciones, que tendrá una capacidad próxima a los 400 espectadores. Hay que recordar que, hasta ahora, Clavellina tenía un aforo que rondaba las 250 localidades, por lo que la sala amplía un 60 por ciento su capacidad. Se dotará este espacio de concha acústica y sala de espera para los intérpretes, que hará las veces de camerino accesible si eventualmente es necesario.

«En el interior de este antiguo salón de actos se realizarán operaciones relacionadas con el acondicionamiento de este espacio –de dos alturas y con galerías– como la sustitución de revestimientos, implementación de nuevas instalaciones o ejecución de una concha acústica y un escenario de mayor dimensión», se explica desde el estudio.

«En la planta primera, dentro de las áreas de público relacionadas con la sala de audiciones, se ubicarán el 'foyer' (vestíbulo) con un ambigú y el resto de localidades a modo de pequeño anfiteatro con gradas de madera. En sus laterales, los aseos de público de ese nivel, la sala de control y espacios privados destinados a camerinos con unos modestos aseos y salas de apoyo a la escena», se apostilla.

Las plantas superiores albergarán las habitaciones que ocuparán los alumnos de música becados por la fundación. Habrá, en total, 18. El proyecto contempla agrupar de dos en dos los dormitorios actuales, con el fin de conseguir cuartos más amplios y mejorar, además, los espacios de almacenamiento y aseos. Se reordenarán las zonas comunes para mejorar su funcionalidad y vincularlas en mayor medida con el patio del edificio, cuyo fondo medianero recuperará la celosía vegetal original.

Habrá salas de ensayo en la segunda planta, un salón en el tercer piso y una sala de lectura en la cuarta planta. El proyecto incluye además adecentar los sótanos manteniendo el aparcamiento existente. Se habilitarán salas para las instalaciones necesarias y se organizarán los aseos para el público vinculados a la sala de conciertos en su nivel inferior. Sobre las azoteas renovadas se situarán jardineras que adornarán y harán más atractivo este último nivel del inmueble.

En un principio, el objetivo de Toño Pérez y José Polo es que, tras la intervención, este edificio se pudiera reinaugurar a comienzos de 2026, coincidiendo con la IV edición de Atrium Musicae, el festival de música clásica que se celebra este fin de semana. Pero si no da tiempo, señala Polo, Fundación Atrio organizará un concierto que sirva de puesta de largo para el nuevo espacio. La idea es que la sala de audiciones siga a disposición de la ciudad para hacer diferentes actos. De momento, Atrio no ha hecho pública la inversión que realizará en la reforma.

La Diócesis de Coria-Cáceres vendió el inmueble por 1,8 millones de euros y con la opción de poder pagar esta cantidad a plazos en cuatro años.