Maltravieso, el único teatro alternativo de Cáceres, cumple una década
El espacio de la calle Parras, abierto en 2015, mantiene viva en la ciudad la pasión hacia las artes escénicas desde su sala, su escuela y su compañía
Hace 10 años justos, en octubre de 2015, el dramaturgo y director teatral Isidro Timón y la actriz Amelia David posaban para este ... diario en la entrada de Maltravieso, un proyecto al que quedaban días para abrir como escuela de teatro y también, como propuesta a medio plazo, como sala. El nombre estaba elegido de forma muy consciente, en honor a la cueva cacereña que atesora milenios de historia y que es la primera prueba de la vocación artística del ser humano. Se ubicaron en el local que ocupó una tienda de antigüedades en la calle Parras al que dieron la vuelta para que se adaptara a sus nuevos usos. Trataban de responder así a la demanda social de una escuela donde personas de todo tipo pudieran aprender teatro por mero placer, para incorporarlo a su vida cotidiana.
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Diez años han pasado y no han sido en vano porque Maltravieso sigue muy vivo y con sus tres 'patas' en marcha: la escuela, la sala y la compañía de teatro. «Es una estructura necesaria, una cosa compensa a la otra: la escuela que genera público, la sala que recibe ese público, la compañía que se mueve a sitios y luego hacemos intercambios». Maltravieso Teatro ofrece una programación estable con compañías de toda España tanto para adultos como para público familiar y con un eje común, ser teatro alternativo e independiente. Su oferta es única en la ciudad y resulta gustoso ver cómo los días de función se arremolina en la puerta un público fiel y ávido de disfrutar de estas propuestas.
El año pasado acogieron una treintena de funciones y a lo largo de estos años superan las 400. «Son obras comprometidas de muy pequeño o de mediano formato para que sea sostenible, el año pasado vimos obras con dos actores, a veces con cuatro...». Las temáticas se acercan a temas contemporáneos, interpelan a la sociedad del momento. «La pedagogía está ahí, son propuestas sencillas pero estéticamente y por los textos que abordan, comprometidas». Reflexiona Timón, que fue director del Gran Teatro de Cáceres durante más de una década, sobre el cambio que se ha producido en los teatros públicos. «Todo lo que se programa va a taquilla, y a taquilla solo pueden ir los cómicos de la tele, empresas que tienen unos repartos muy conocidos y cuando va una empresa extremeña a taquilla se pega un batacazo que no puede con ello».
Gradas
La sala Maltravieso ha ido mejorando sus instalaciones, ya que al principio no tenía gradas y ahora las hay para dar cabida 70 personas. Hay obras del circuito nacional que verlas en otros puntos de España cuesta 15 euros «Y muchas veces pensamos que es demasiado casi, por la tierra en la que estamos, pero sí, había que cobrar una entrada».
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La compañía profesional tiene varias obras en gira, como 'Héroes' y 'Cuentos al viento'. Una de las más exitosas y que representa Amelia David en solitario es 'Medea a la deriva', basada en el cómic de Fermín Solís, del que se han representado ya 60 obras.
Cuentan también con las compañías amateur que han surgido de la escuela y en las que se han enrolado personas de muy distintas edades. «Es maravillosa, hay niños que han entrado con cuatro años y los hemos visto subir, subir, subir y que siguen enganchados al teatro de una manera sana y no quieren dejarlo». Hay también gente más mayor que forma parte del TAM (Teatro Amateur Maltravieso), un guiño a Stanislavski. «Hay de todo, desde un funcionario del Ayuntamiento, una médico de SES, gente jubilada, gente más joven...ellos ya tienen una obra que se llama precisamente Amateurs y es de Juan Vázquez y este año van a empezar con dos textos más breves para tener varias cosas».
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El balance de todos estos años es más que positivo. «Estamos muy contentos, funciona muy bien todo y la gente lo considera un proyecto necesario», ilustra Isidro Timón, consciente de lo difícil que es echar a andar un proyecto así en una ciudad pequeña. «Vivimos donde vivimos, aquí las cosas son más difíciles, como nosotros nos codeamos con mucha gente de otras comunidades en nuestras giras vemos cómo aquí se echan en falta muchos apoyos, pero a pesar de eso hemos sobrevivido y ahí estamos».
Teatro Capitol
En esta década, atravesada por un fenómeno tan poco baladí como una pandemia, que obligó a hacer un parón en actividades como la artística, intentaron sacar adelante el teatro Capitol y allí programaron más de 100 espectáculos durante un año, pero la sala era grande y tras la experiencia se replegaron en el espacio de Parras, que les ha permitido soplar su décima vela y tener ganas de seguir.
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En este camino Isidro Timón echa de menos más ayudas públicas, aunque han tirado para adelante contra viento y marea. «A diferencia de lo que sucede en algunas comunidades autónomas en Extremadura nadie recibe nada para apoyar la estructura de la empresa, solamente hemos recibido una ayuda a la producción de 20.000 euros, y tenemos 10 producciones», explica. Montar y echar a rodar una producción sin ayudas supone que hay que tener un número mínimo de funciones para poder llegar a amortizarla. Timón defiende que, aparte de entretener y reflexionar, son un sector económico. «Tenemos fama de gente que vivimos de las subvenciones, pero los teatreros trabajamos mucho, es un sector inestable pero es importante porque genera más del cuatro por ciento del PIB», reivindica.
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