Llegan al Juzgado las primeras denuncias por usurpaciones en la Ribera del Marco de Cáceres

De fondo hay una operación de permuta por la que se liberan los terrenos de la zona de la Ribera, que son suyos, y se construyen viviendas en otro punto de la ciudad, entre la avenida de Cervantes y Ronda de San Francisco.

El suelo del Marco quedaría despejado con vistas a construir una gran zona verde, pero para la que aún no se ha diseñado el proyecto. La AIU recibe el aprovechamiento urbanístico en la barriada del Espíritu Santo, en un solar en el que se edificarán viviendas. La promoción sumará más de 400.

Los vecinos del Alto de Fuente Fría llevan meses asumiendo que tendrán que marcharse. Los hay que lo han hecho en los últimos días, como María José. Deja la casa en la que nacieron sus padres y por la que han pasado sus hermanos e hijos. Tiene unas vistas estupendas a la ciudad monumental. En 2023 ya recibió una notificación oficial sobre que debía marcharse. Ahora lo hace tras un acuerdo. Antes pasaron por ese trance otros propietarios, como Patxi Cañamero. «Les he explicado que me echan de casa contra mi voluntad. Estamos viendo opciones porque la valoración de la casa es mínima», contó a este diario hace meses. Su vivienda es de planta baja, con un patio en las traseras.

Este músico suele recordar que vivir en un lugar tranquilo, en contacto con la naturaleza y con todos los servicios le ayudó a superar un cáncer. Tras meses de incertidumbre y dudas optó por salir. Otros han seguido ese camino, también quienes estaban dispuestos a amarrarse a sus viviendas como medida de protesta. El proyecto urbanístico contempla la demolición de esas viviendas, en total una treintena de construcciones. Entre ellas las hay en buen estado y otras en situación de ruina.

Algunas fincas, de Land Company, que aporta la certificación del registro de la propiedad, se han utilizado para pastoreo o desarrollo de labores agrícolas tradicionales y con animales de granja. Para 'recuperar' ese suelo se ha seguido el camino de las denuncias judiciales. El lunes 20 se celebró el primer juicio.

Ayer había otro, pero fue suspendido. Los afectados, Simón y Clara, acudieron al Palacio de Justicia con su abogado. Vicente Conejero, considerado uno de los pocos pastores urbanos que quedan, se ha visto afectado. Fue el primero en pasar por el juzgado. Ha sido absuelto.

La usurpación, apunta su letrado, no se pudo probar en el juicio. La denuncia de Land Company aludía a ocupantes «desconocidos e ignorados» en la Huerta de la Ribera. En su caso consta un informe de la Guardia Civil que refleja que se le vio el 31 de julio con 32 ovejas. Vicente compareció ante el juez acompañado por Pedro Moreno Rey, presidente de Amigos de la Ribera del Marco, como testigo, y su abogado, Ángel Luis Fernández.

«Vicente ni siquiera fue avisado por la Guardia Civil de la denuncia. Él se limitó a informar de lo que le preguntaron. En ningún momento estaba ocupando los terrenos de forma ilegal. De hecho, todas las partes pedimos finalmente la absolución, incluido el fiscal», remarca Fernández.

Lo que hace la mercantil, cuyos abogados comparecieron por videoconferencia, es denunciar por un delito leve de usurpación. «Se hace un juicio rápido y es mucho más ágil que un proceso de desahucio. Una vez que el juez se pronuncia, se produce el desalojo», explica. En este caso, reitera, no ha habido tal ocupación irregular. Vicente se muestra cauto. Incide en que él contaba con autorización del responsable de los huertos municipales para tener allí sus ovejas pero aclara que se las llevará a otro sitio.

El Juzgado de Instrucción ha absuelto a Vicente frente a la demanda de Land Company. La empresa, consultada por HOY para recoger su postura, no ha respondido. Durante el juicio, no se acreditaron los hechos denunciados. La sentencia puede ser recurrida.

Otros dos vecinos, Simón y Clara, a los que se puede ver habitualmente en una parcela junto al parque de las higueras, también pasaron ayer por el Juzgado. La vista ha sido aplazada. Land Company trabaja para tener disponibilidad del suelo y entregarlo, con el terreno despejado y las casas derribadas. Algunos vecinos, no obstante, aún viven allí. También sigue con su huerto y sus burros Pedro Moreno Rey. La construcción que continúa en pie figura entre las que serán derribadas.