La Junta no ve «signos claros» de maltrato «en estos momentos» en las residencias de Valencia de Alcántara
La Fiscalía, el Sepad y la Diputación de Cáceres investigan si tiene base la denuncia presentada por el exdirector de una de ellas contra cinco trabajadoras
En el bar del Hostal Nairobi la cocinera Faustina Morato es tajante al preguntarle si alguna vez ha escuchado que maltrataban a los residentes ... del Hogar San Pedro de Alcántara: «Nunca. Yo he tenido allí a familiares, y los han tratado muy bien. Aquí vienen muchos residentes y no se quejan; al revés, dicen que comen bien». Ella tienen una relación de 40 años con la residencia que está muy cerca de su negocio, una residencia que la gente del pueblo llama San Antonio o El Hospital, porque son dependencias adosadas a la iglesia de San Antonio, en la que hasta hace unos años estaban monjas que atendían a los desvalidos. A Faustina le gustaba más la residencia con las monjas, «éramos como una familia, hacíamos fiestas de Navidad allí y las monjas eran muy buenas», dice.
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Son las once de la mañana del viernes y poco a poco algunos de los 45 residentes van saliendo a pasear al sol. Uno de ellos es el portugués Manuel Carballo, de 86 años, que lleva seis meses y medio en la residencia. «Yo no tengo queja alguna, y, además, en la residencia se come bien». «Esto no es como en Madrid –señala un vecino de unos 70 años que nos ayuda a entender lo que dice Carballo en Portugués–. En esas residencias de Madrid siempre se quejan de la comida, pero aquí es distinto».
Pasa también junto a la iglesia de San Antonio, que tiene una cigüeña en el nido del campanario, Joaquina de la Paz. «En la residencia San Antonio está mi madre de 92 años –señala–. Lleva 3 o 4 años y cuando salgo con ella a pasear siempre recomienda a sus amigas que se vengan a la residencia porque dice que está muy bien. Lo que sí veo es que hay pocas trabajadoras. Mi madre dice que alguna vez llega alguna joven con poca experiencia, que se pone nerviosa y da una mala contestación, pero mi madre tiene carácter y enseguida la pone en su sitio».
En la otra residencia, la de Buenos Aires también hay 45 residentes, aquí hay más personas con dependencia que tienen que ser ayudadas para comer y en su aseo. Salen de la residencia varios familiares y al preguntarles si los residentes se quejan o han visto malos tratos, lo niegan. «Cuando venimos no vemos nada raro, y a nuestro familiar lo tratan bien», comenta un señor antes de montarse en su coche.
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Las dos residencias de Valencia de Alcántara están siendo miradas con lupa, como ha adelantado este diario, porque se ha presentado una denuncia contra la residencia de San Pedro de Alcántara, contra dos auxiliares y tres enfermeras, en la que se asegura que se han dado manotazos a residentes, que algunos se han acostado sin cenar y que tardan en cambiarles el pañal a algunos que lo usan.
El Sepad realizó una investigación y también ha decidido realizar un seguimiento en la Residencia de Buenos Aires, en donde se descubrió que un residente estaba en una silla de ruedas, y la silla estaba atada a una columna.
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Ayer por la mañana José María Vergeles, vicepresidente segundo y consejero de Sanidad y Servicios Sociales, en una visita a las nuevas instalaciones del hospital Don Benito-Villanueva, realizaba estas declaraciones sobre la acusación de posibles malos tratos en las residencias de Valencia de Alcántara: «El Sepad –indicó– hizo lo que tenía que hacer, que es investigar si esos malos tratos se están o no produciendo. Se ha girado visita de inspección a las dos residencias, y la conclusión que quiero dejar claro a todo el mundo, es que se descarta en la visita de inspección que haya malos tratos a los usuarios». Luego recalcó, «no se aprecia ningún signo claro de que en estos momentos se estén produciendo malos tratos en ninguno de los dos centros residenciales». Aseguró que ninguno estaba intervenido, y que tanto los directores como todos sus trabajadores siguen en sus puestos de trabajo, aunque bajo la supervisión de personal del Sepad.
Según Vergeles, el exdirector de la residencia Buenos Aires presentó la denuncia contra trabajadores de la residencia San Pedro de Alcántara ante cuatro instancias: Fiscalía, la Diputación Provincial, el Teléfono del Mayor y el Sepad.
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La Diputación también ha realizado ya una investigación. Nombró un instructor que hizo un informe, que la Diputación Provincial indica que no puede facilitar a la prensa.
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