El jefe de la Policía Local de Cáceres presta declaración por el robo de su pistola

Tres días después de que el Ayuntamiento confirmase la apertura de una investigación por el extraño suceso que supuso la desaparición de la pistola del jefe de la Policía Local, Benedicto Cacho, los hechos siguen pendientes de esclarecerse. La principal novedad que trascendió ayer sobre la investigación que lleva a cabo el Cuerpo Nacional de Policía (CNP) es que prestó declaración el protagonista involuntario de la misma, el propio jefe de la Policía cacereña al que sustrajeron el arma reglamentaria, que tenía guardada en su despacho dentro de una caja fuerte.

También se la llevaron y apareció el miércoles tirada en un descampado cercano al cuartelillo, abierta. El robo ocurrió durante su ausencia de varios días, entre el jueves y el martes pasados.

El concejal de Seguridad, Rafael Mateos, confirmó el miércoles que los agentes estaban supervisando las grabaciones de las cámaras de videovigilancia que hay en las instalaciones del cuartelillo, y sugirió que se conocería el autor de los hechos en poco tiempo. Mateos señaló ayer, sin embargo, que no se habían producido novedades significativas, ni en cuanto a posibles detenciones ni respecto al hallazgo del arma y el cargador con munición también sustraído, y pidió prudencia para que se deje investigar a la Policía Nacional.

El concejal también abundó en la misma línea que planteó el subdelegado del Gobierno, José Carlos Bote: no se descarta ninguna hipótesis, incluida la de que el autor del robo haya podido ser uno de los agentes de la plantilla de la Policía Local cuyo objetivo sería poner en evidencia la falta de medios y seguridad de la sede. Asimismo, algunas fuentes dudan de que existan cámaras de videovigilancia dentro del edificio, aunque sí fuera.

Al despacho del jefe de la Policía Local también tiene acceso personal de limpieza, normalmente la misma persona.

La sustracción se produjo sin que se violentase la puerta de entrada del despacho ni la cerradura. Tampoco desaparecieron otros objetos que estaban a la vista. Los agentes de servicio no escucharon tampoco ruidos sospechosos durante las jornadas en las que se pudo producir el robo.

El nuevo jefe de la Policía Local se ha mantenido en segundo plano a raíz de este suceso. Apareció en un acto público el miércoles junto al concejal de Seguridad, pero evitó pronunciarse públicamente al seguir la investigación abierta. Ayer prestó declaración ante la Policía Nacional sobre la desaparición de su pistola y acudió a la apertura al turismo de la Torre del Palacio de las Cigüeñas, donde se limitó a señalar a este diario: «Estoy centrado en mi trabajo».

El asunto ha abierto otro debate, al recordarse que hay más de un centenar de armas reglamentarias que se guardan en taquillas ya que la jefatura carece de armero, una vieja reivindicación sindical.