Una estatua en el Foro de los Balbos para el patrono romano de Cáceres

La propuesta, a la que ha tenido acceso HOY, contempla una actuación artística y urbana sobria, «respetuosa y técnicamente viable» que permita integrar en el espacio público de la ciudad monumental una memoria tangible de su pasado romano. Para ello se ha seleccionado como emplazamiento el Foro de los Balbos, lugar que ya rinde homenaje a la familia Balbo mediante su propia denominación.

Según señala el IHGE, Lucio Cornelio Balbo 'El Menor' (nacido en Gades, actual Cádiz, hacia el 75 a.C.) fue sobrino del influyente Lucio Cornelio Balbo 'El Mayor', consejero y amigo de Julio César, y el primer cónsul no romano de Roma. Balbo 'El Menor' participó activamente en las campañas de César en Egipto, África e Hispania, destacando como militar y administrador en la provincia de Hispania Ulterior, donde ejerció los cargos de cuatorviro, cuestor y propretor.

Posteriormente, en Roma, alcanzó el rango de senador y fue nombrado cónsul sufecto. Su carrera culminó con la dirección de una campaña contra los garamantes en África, donde obtuvo una victoria significativa que le permitió celebrar un triumphus en Roma en el año 19 a.C., una distinción excepcional para alguien de origen hispano.

Su relación con la actual Cáceres se fundamenta en el hallazgo, en 1930, de una inscripción romana durante unas obras en un lienzo de la muralla. Esta inscripción, conocida como 'piedra fundacional' de la ciudad y que actualmente se conserva en el Museo de Cáceres, había sido reutilizada como material de construcción. Contiene el texto: L. CORNELIO / BALBO IMP. / C. NORB. CAESAR / PATRONO, cuya traducción es: «La Colonia Norbense Caesarina a su Patrono Lucio Cornelio Balbo, Imperator».

El descubrimiento reforzó la hipótesis de que Balbo tuvo una presencia directa en la ciudad, posiblemente durante su vejez, e incluso se ha planteado que fue enterrado allí, como sostiene el investigador José Antonio Ortega Espinosa en su obra El secreto de los Balbo (2016).

El IEHGE propone la instalación de una figura conmemorativa integrada en el entorno del Foro de los Balbos, más concretamente en una arcada ciega situada en el primer rellano de la escalera que conecta este foro con la plaza de las Piñuelas, punto de acceso a la ciudad vieja. Este espacio se considera próximo al lugar donde apareció la inscripción romana mencionada.

La obra no consistiría en una estatua convencional, sino en un relieve mural elaborado a partir de un dibujo artístico del personaje. Este sería interpretado en forma de silueta, compuesta por 43 piezas planas de mármol blanco de Macael, apomazado, de cuatro centímetros de espesor. El conjunto estaría apoyado sobre una base de dos piezas de granito de Malpartida de Cáceres, simulando peldaños, también de cuatro centímetros de grosor. Cada pieza será cortada con tecnología de control numérico, mediante láser o chorro de agua, a partir de archivos vectoriales diseñados para este fin.

Las piezas serían ancladas con espigas de acero inoxidable a la pared de ladrillo existente, con fijación mediante resinas epoxídicas especiales, siguiendo un método similar al de las fachadas ventiladas. El conjunto tendría un acabado homogéneo, en un solo plano, con una separación máxima de 20 milímetros respecto a la pared, garantizando tanto la estabilidad como la integración visual con el entorno patrimonial.

Una de las piezas llevaría una inscripción grabada con los datos identificativos de Balbo, cumpliendo así una función tanto informativa como simbólica.

El proyecto ha sido diseñado para optimizar recursos sin renunciar a la dignidad artística y al respeto por el contexto urbano. Todas las piezas pueden ser ejecutadas en taller, a partir de bloques de piedra de pequeño o mediano tamaño, lo que reduce significativamente los costes de producción y transporte. Asimismo, el sistema de montaje propuesto no requiere técnicas complejas, lo que acorta plazos y facilita su ejecución.

El presupuesto de ejecución material asciende a 12.604 euros, a los que se suman los gastos generales y el beneficio industrial (19 %), así como el IVA (21 %), con un total final de 18.148,50 euros. El IEHGE considera que el coste resulta «competitivo» en comparación con otras intervenciones escultóricas en espacio público, y que su viabilidad técnica permite que la obra esté finalizada en un plazo aproximado de un mes desde el inicio de los trabajos.

La iniciativa, firmada por el arquitecto José Miguel Rueda Muñoz de San Pedro, vicepresidente del IEHGE, parte del deseo de rendir homenaje a un personaje histórico con peso propio en la historia de Roma y de Hispania, así como de fortalecer la relación simbólica entre la ciudad de Cáceres y su pasado romano.

Además, el proyecto nace del debate público ya que recoge una propuesta formulada por Antonio Bueno Flores, secretario del IEHGE, en un artículo publicado en HOY, y el «eco positivo» generado en foros culturales locales. «Representa una expresión colectiva de respeto al legado histórico y de puesta en valor del patrimonio compartido», señalan los promotores de la iniciativa, que creen que con este memorial Cáceres daría un paso más en su estrategia de reconocimiento de personajes históricos ligados a su identidad, reforzando su condición de ciudad patrimonial y contribuyendo a enriquecer su paisaje urbano con una obra discreta, moderna y cargada de significado.